26/05/2025
Retos de Claudia Sheinbaum
🔸La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, enfrenta diversas situaciones con alto grado de complejidad, que constituyen riesgos de afectación tanto para el país, como para el pueblo de México.
|| Tener como vecinos fronterizos, por una parte a los Estados Unidos de Norteamérica y, por la otra, a los países centroamericanos, con características dispares, obliga a generar una variedad de formas para la toma de decisiones, que son sumamente complejas y delicadas.
Los Estados Unidos quisieran apropiarse de nuestros recursos naturales, intervenir militarmente en nuestro territorio con el pretexto de “ayudarnos”, en la lucha contra los carteles de la droga, pero sin perder de vista que su deseo real es absorbernos de manera total, como lo han hecho con otros países aunque no tengan línea fronteriza inmediata.
Las presiones que ejercen con la finalidad de intervenir en nuestra vida interna y de influir, es forma constante en los asuntos interiores, que solo corresponde decidir a las mexicanas y a los mexicanos es recurrente, para intentar lograr esos objetivos, financian a las fuerzas políticas y económicas retrógradas que se ponen a su servicio para actuar en contra de las decisiones que están orientadas a fortalecer nuestra independencia y soberanía nacionales.
Utilizan a los medios de información que actúan en nuestro territorio para promover campañas de desinformación, que no dudan en utilizar el ocultamiento de la realidad, la deformación de la información y la opinión tendenciosa y servil de los que venden su conciencia, con la finalidad de intentar convencer a la mayoría de las y los mexicanos, que solo es posible contener al crimen organizado con la ayuda de la potencia bélica más poderosa del mundo.
La presidenta de la República mexicana, que es quien designa a las personas que dirigen a la Secretaría de Seguridad Pública, a la Secretaría de Gobernación, a la Guardia Nacional, al Ejército nacional y a la Marina Armada de México, con el propósito de pacificar al país mediante diversas medidas, unas preventivas, otras de contención y algunas más para lograr la erradicación de la violencia, también ha asumido la tarea de dar respuesta pública tanto a las calumnias como a las provocaciones internas y externas.
Por otra parte, están las amenazas y acciones económicas, unas son las arancelarias a los productos de exportación, otras consisten en establecer impuestos a las remesas —lo que es contrario a lo establecido en el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá el T-MEC— e ignorando el aporte de nuestros paisanos que contribuyen y trabajan de manera intensa y eficiente para la economía de los Estados Unidos. Sancionar a los trabajadores que deciden enviar a sus familias a México, con la finalidad de apoyar la economía de sus seres queridos, resulta una carga de impuestos, no solamente arbitraria, sino inhumana y rapaz.
La migración de miles de personas provenientes de distintos países de Centroamérica, del Caribe, de América del sur y de otras naciones, es también un problema que requiere una solución que se debiera atender por medio del diálogo y no mediante una decisión unilateral de emplear el uso de la fuerza.
El análisis de los problemas que corresponde al Gobierno actual, así como la toma de decisiones y el conjunto de las acciones que se requieren realizar para defender nuestra soberanía y autodeterminación, defender y promover el crecimiento económico, evitar las crisis económicas y, sobre todo, atender el bienestar y el desarrollo de las familias y, por tanto, de las personas que habitan en nuestro país, requiere de toda la fuerza de la presidenta de la República y, en general, de la fuerza del Estado mexicano para defender la vía que los mexicanos hemos decidido respaldar con nuestro voto y nuestro apoyo a las acciones del Gobierno mexicano.
Con este mismo propósito, en unos días más, México avanzará en la Reforma Judicial para que ningún juzgador, desde los jueces hasta los ministros, pasando por los magistrados, actúe impunemente para defender a criminales, al poder económico que se niega a contribuir con lo que la ley mandata y que, además, actúa también vinculado a los intereses del exterior .
Por si fuera poco, ahora se suman conflictos internos que requieren atención y también cabeza fría para resolverlos, para así evitar que se conviertan en problemas que dificulten u obstaculicen la defensa de los intereses del país.
Pero como siempre ha sucedido en la historia, cuando la inmensa mayoría de la población respalda a sus dirigentes, habremos de salir adelante.