
04/06/2025
LA GOBERNADORA PANISTA MAS MORENISTA
Libia Dennise traiciona el llamado ciudadano y legitima una farsa electoral con su voto en elecciones judiciales
Subtítulo: La gobernadora de Guanajuato, autodefinida como panista, pero cada vez más cercana a las prácticas de Morena, acudió a votar en una jornada marcada por el abstencionismo y el rechazo social.
En un acto que ha levantado críticas incluso dentro de su propio partido, la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, acudió a emitir su voto en las elecciones judiciales organizadas por el actual gobierno federal, a pesar del llamado nacional de diversos sectores ciudadanos y de la oposición para no participar en lo que consideran una simulación democrática y un intento de control del Poder Judicial por parte de Morena.
García Muñoz Ledo justificó su voto asegurando que “aunque no compartimos esta reforma, hay que elegir a los mejores”. Sin embargo, su declaración se percibe más como una incongruencia política que como un acto de responsabilidad democrática. ¿Cómo se puede "elegir a los mejores" en un proceso viciado de origen, sin reglas claras, sin garantías de independencia judicial, y con una participación ciudadana que apenas alcanzó el 13% a nivel nacional y un desolador 5% en Guanajuato?
Mientras líderes de opinión, organizaciones civiles, juristas y ciudadanos comunes denunciaban la falta de legitimidad del proceso, la gobernadora guanajuatense decidió alinearse con la narrativa oficial, legitimando con su presencia una elección cuestionada, que muchos ven como el primer paso para la subordinación del Poder Judicial a los intereses del Ejecutivo.
No son pocos los que se preguntan si el voto de Libia Dennise responde a un genuino compromiso con la democracia o a un temor disfrazado de institucionalidad. ¿Hay acaso miedo de que una nueva estructura judicial, controlada desde Palacio Nacional, comience a hurgar en los archivos del panismo guanajuatense, con décadas de gobiernos continuos y relaciones cercanas entre elites políticas y empresariales?
Guanajuato ha sido históricamente un bastión del PAN. Pero este tipo de acciones por parte de su gobernadora siembran dudas sobre la coherencia política y la lealtad a los principios democráticos. Para muchos ciudadanos, su participación en estas elecciones judiciales no es otra cosa que una traición al sentir de la mayoría: no respaldar una reforma judicial impuesta, sin consenso, y que amenaza la independencia de jueces y magistrados.
La jornada de este domingo fue un mensaje claro de la ciudadanía: el pueblo no legitima farsas. Pero la gobernadora decidió mandar un mensaje distinto, y ahora tendrá que asumir el costo político de su ambigüedad.
Porque en tiempos de definiciones, la tibieza también es una forma de complicidad.