
05/07/2024
"Nunca ha sido"
Aquel que se llama a sí mismo maestro o iluminado se está ratificando en su propia dualidad, viéndose separado del discípulo.
Aquel que cree vivir en un estado elevado de conciencia o conocimiento está inflando su propia e inexistente ensoñación.
¿Maestro de que o quién, si sólo eres tu única quimera?
No hay reencarnación, transmigración o retorno, pues esto sería reconocer el espacio tiempo lineal como una realidad, cuando no deja de ser un concepto mental.
El Vacío o Alma se manifiesta, en modo de universo, en miríadas de formas inconscientes de sí mismas, sólo la mente - ego requiere de credos, conceptos, ideas, expectativas, esperanzas y deseos de eternidad, pues fuera de su ilusoria percepción de ser presencia desaparecerá como entidad conocedora de sí.
Esa Nada da origen a toda manifestación y actividad, al igual que el inamovible espacio hueco y vacuo en el centro de la noria, es donde convergen los elementos que dan lugar a su silueta y movimiento, pero sólo el "Yo", conocedor de ser y estar, se debate en una cruenta lucha por llenar el Vacío de ilusorias creencias, a fin de evitar la ineludible disolución a su Única Realidad que es la ausencia verbal, perceptiva, espacial y temporal, es decir la desaparición de la cognición del aparente sujeto.
Toda acción es espontánea, y es el testigo inexorable de que antes no había sido.
¿Quién es y está?
¿Quién habla y cree que habla?
Lo pensado. Sólo el pensamiento
Fuera de ello no hay NADA.
Quédate ahí, y todas las preguntas dejarán de sucederse.
El Pensamiento es la única existencia.
En un estado comatoso, anestésico, sueño profundo o simplemente con el desvanecimiento, desaparece la consciencia.
¡NO HAY NADIE!
Tras la muerte cerebral igualmente no habrá nada que perciba o recuerde haber sido.
¿Acaso pregunta un bebé humano?
¿Pregunta un árbol?
¿Pregunta una estrella?
Aquello que cuestiona morirá sin saber jamás de dónde procedió. Por tanto, no malgastes energía. Observa a la propia naturaleza manifestada. NADIE interroga.
Es silente, inconsciente de sí, y por ende inexistente.
No hay pensamiento sin mente, no hay mente sin cuerpo, no hay cuerpo sin conocimiento de ser..., luego el sujeto es la creencia ilusoria que se produce a través de la percepción cognitiva.
Precisamente esta observación es la prueba de que antes no era, así como que esta efímera presencia dejará de ser para siempre, pues NUNCA HA SIDO.
Ahora, olvídalo.
© Pepe Martos.