19/04/2025
Mientras en CDMX ya se prohibieron las corridas con violencia, en Aguascalientes el gobierno de Teresa Jiménez decidió blindarlas como “patrimonio cultural”… todo para que el negocio de la fiesta brava siga vivo, aunque vaya en contra de la ley y del sentido común.
La Suprema Corte ya había dicho que ningún estado puede declarar patrimonio algo que implique maltrato animal. Pero aquí la gobernadora y los diputados prefirieron hacerse los sordos, porque claro… la feria deja millones.
Y si se tienen que pasar por alto la Constitución y el sufrimiento de los animales, pues ni modo, ¿no?
Aguascalientes es el estado con la pena más baja por maltrato animal. Aquí todavía se sacrifican docenas de perros y gatos cada semana en el Centro de Control Canino. ¿Dónde está el patrimonio ahí? ¿Dónde está la compasión?
Lo disfrazan de tradición, pero lo que defienden es un espectáculo donde un animal muere por diversión. Y lo peor: lo celebran como si fuera orgullo estatal.
No, no es cultura, es violencia institucionalizada… y vergonzosamente legalizada por quienes deberían proteger la vida, no lucrar con ella.