
03/02/2025
Cuánto le gusta provocarme y provocar mis lascivos demonios...
-Me dice que me ponga cómodo que tiene una sorpresa...
Ya la música suave sonaba desde que entramos en el dormitorio, la luz tenue de las lámparas de mesa, hacían el ambiente más prometedor.
Entra al baño y cuando vuelve a salir...
¡Ufff!
Babydoll negro, esa transparencia que deja ver de más, y para más sorpresa su juguete favorito, la colita de zorra, todo en el mismo atuendo.
En la cama la esperaba, me toma de la mano diciéndome
- ¡ese lugar es mío!
Me lleva al sillón de la habitación y ahí comienza su juego de seducción.
Improvisando un baile, se va sacando una a una sus prendas, haciéndome hervir la sangre, provocando cosquillas en la bragueta, a sabiendas de que quiero abalanzarme como felino sobre ella, antes de cualquier movimiento, exclamó:
-¡tú te quedas ahí y solo miras!
Se sienta al borde de los pies de la cama, incitando mis ganas, comienza por tocar sus pechøs, acariciando su cuello, tocar su boca, ch**ar sus dedos, inclinando su cuerpo para tomar con sus manos sus tobillos, subir lentamente sus manos hasta sus rodillas, separando así sus piernas hasta dejarla completamente abiertas.
Toca sus muslos, pasando suave sus uñas en ellos; y me tiene ahí, tragando saliva y con las manos sudadas, tratando de aguantar tal provocación de lujuria y perversión...
-¿Te gusta lo que ves?
(Fue la pregunta esta vez)
Volviendo a meter sus dedos en la boca humedeciéndolos y bajar su mano por el pecho, llegando a la puerta de su averno, para jugar en ella, provocando su advenimiento, donde me dejaba ver como con cada movimiento se iba mojando más y más su cuerpo.
El calor me invade, el sudor de mi frente se hace notable, mi dureza incrementa hasta que me hace palparme.
Sabe lo que provoca al acariciarse y mirarme, enciende mi fuego que ya se hace inaguantable, sintiendo su humedad, palpando su interior, chapoteando sus dedos con las aguas de su cascada que brota desde adentro, gimiendo y jadeando, explota su in****no.
Sabiendo lo que provoca en mi cuerpo en mi cabeza todo ese lascivo juego, viendo como se retuerce con cada caricia, con el vaivén de sus dedos, con cada org@smo, goza y sonríe, sabiéndose que es solo tocarme para derramarme.
Y así para volver a empezar de nuevo y provocar otras caricias, otros besos, otros org@smo pero juntos.
Te llevo a la cama, y empieza mi juego ahora sobre tu cuerpo. Ya sabes que mi primer orgasmø es solo la dulce miel, la llama que prende y enciende toda mi piel, el abre bocas de los que vienen, de esos que se vuelven incontables según la sed de carne que tenga y hoy, hoy tengo hambre de todo de ti
Te quito la ropa, me monto encima de ti y te empiezo a besar lento, tierno, chupando la punta de tu nariz, pasando a tu boca, saboreando tu lengua, jugando con ella, dejándote caer las gotas de mi savia en tu boca, mientras te observo macabramente, muerdo tu barbilla, y vuelvo a tu boca, mientras que ya estoy con las piernas abiertas frotando encima de tu falo y mi flor que se abre con su pistilo brotado y bañando en manantial.
Sigo mi juego, ahora con movimientos de un vaivén que hacen que se empiece a despertar otra vez, lo inundó de mí, pero no lo adentro, solo juego y más juegos…
Mis caderas siguen bailando un tango en tus caderas, mientras mi boca baja por tu cuello y te muerdo suave, bajo a tu pecho y los aprieto con mis dientes, estiro tu tetilla, y la lamo, la chupo, sin dejar de mover mis caderas, ya está firme, pero es un juego y todavía no lo entraré en mí.
Ya jadeas, gimes, tu respiración es agitada, fuerte, expulsas suspiros que me alimentan, sabes muy bien que escucharte es arte para mis oídos, el gemido es un detonante para mí Perversión y escuchar mi nombre en tu voz entre cortada es la explosión de mi lascivia
Sigo y sigo, ahora bajo por tu ombligo, como me gusta meter mi lengua ahí, jugar y hacerte creer que mi boca bajará para tragarmelo completo, pero no, sigo mi juego y sin que te des cuenta, me monto como fiera salvaje dentro de ti, me acuesto en tu pecho y esos vaivenes encima de ti, hace llegar el otro orgasmø, con el cual te dejo empapado
Sientes cada espasmo en tu falo, sabes que es real, porque lo vives en tu carne al quemarte en mi in****no
Pero sabes que quiero más y ahora te deseo dentro de mí, en mis caderas, en mi oscura zona perversión, ahí en donde estuvo mi cola de zorro azul, ahí donde al principio produce un dolor que me llevará a sentir el placer más Perverso y dulce a la vez...
Me pongo en cuatro, abro con mis manos a tu trono y te digo que entres lento, muy lento, mientras se va acomodando, sabes que sufro un poco, pero no dejo que pares: te guío al más profundo inframundo, a ese donde ya todo es lícito, donde nada es pecado y todo es permitido entre los dos.
Entras y entras, ¡Entras por completo! Y ya acomodado en la zona oscura, te pido más, deseo ese agarre fuerte de tus manos, esas nalgadªs que me transforman en grosera y vulgar, en esa que se vuelve desalmada al pedirte más y más
Ya perdida del placer y de la lujuria, mientras me das duro, me toco nuevamente a mí misma sin dejar que tú te salgas de mí, provocando más espasmos de los que estoy teniendo
¡Ya tiemblas! Me ves y no lo puedes creer, no soy yo, soy la otra, la perversa transformada, aquella que te mira con fuerza, esa misma que te grita que no pares...
Y tú, ya que te caes dentro de mí, sudando gotas de sangre, no sabes que es lo que estás viviendo, es tanto el placer que vives el verdadero clímax, ¡lo máximo!, el cielo y el in****no a la vez y sientes nuevamente mis espasmos y no puedes parar ya más y nos derramamos por completo en amor, nos bañamos de los fluidos combinados, y caemos casi desmayados en la cama, de tanto que nos hicimos el amor con hambre de lujuria y pasión.
Samantha HR