
11/07/2025
Un hombre que había logrado amasar una importante fortuna, un día se sintió muy enfermo, y decidió llamar a su esposa para decirle:
-Mi amor, tu sabes cuanto trabajo me costó conseguir mi dinero, así que si me muero, mi última voluntad es que me entierres con todo mi dinero. ¿Me lo prometes?
-Claro que te lo prometo amor mío. Cumpliré tu última voluntad -contestó la esposa.
Efectivamente a los pocos días el hombre murió y la esposa estuvo frente a todas las diligencias que el
funeral demandaba, incluyendo la compra de un enorme ataúd
Ya en la casa de la viuda una amiga íntima se le acercó y le dijo:
-Supongo que no habrás sido tan id**ta de enterrarlo con todo su dinero. ¿Verdad?
-Tu sabes que yo soy muy creyente y sería incapaz de romper la promesa de su última voluntad...
-¿Metiste todo su dinero ahí? -preguntó la amiga.
-Promesa es promesa... cogí todo su dinero, lo conté, lo deposité en mi cuenta, le giré un cheque exactamente por la misma cantidad y se lo puse dentro del ataúd...
Si lo puede cambiar en el más allá, que lo gaste... ¡Entre tanto sigo gastándolo yo aquí !