16/07/2025
“No te conozco, pero siento la necesidad de escribirte estas palabras. En medio de tantas cosas negativas que circulan por las redes, tu imagen y tu logro académico se vuelven un rayo de esperanza. En un inicio, es cierto que la atención se centró en aspectos superficiales como el vestuario o el maquillaje, y aunque en su momento muchos —incluyéndonos— mencionamos que quizá no eran los más apropiados para una niña de tu edad, la realidad es que eso nunca debió haber opacado lo realmente valioso: tu esfuerzo, tu dedicación y tu excelencia académica.
Eres una niña inocente, con la mirada limpia y llena de luz, que no tiene la culpa de la crueldad ni de los juicios malintencionados que muchas veces abundan en internet. Tu rostro refleja nobleza, humildad, y sobre todo, ese deseo inmenso de no defraudar a quienes te han criado con tanto amor y sacrificio.
Felicidades a ti, pequeña, por ese reconocimiento que no solo habla de tu inteligencia, sino también de tu compromiso, tu disciplina y tu madurez. Y felicidades a tus padres, que detrás de cámaras —en el silencio del trabajo diario, en las desveladas, en el esfuerzo constante— han sembrado en ti valores tan hermosos. Ellos, que seguramente han llorado por no fallarte, que se han esforzado hasta el cansancio por darte oportunidades, hoy ven florecer ese esfuerzo en tu sonrisa.
Ojalá el mundo viera más a menudo estos ejemplos. Niñas como tú nos recuerdan que aún hay esperanza, que sí se puede, que el amor de familia, la educación y la constancia pueden más que cualquier crítica o burla. Que tu historia inspire a muchos otros padres, a muchos otros niños, y que nunca permitas que la maldad del mundo apague la luz que llevas dentro.
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