09/08/2025
💔🛞 "Perdí ambas piernas en una carrera, pero eso no me impidió seguir compitiendo."
Nací en Bologna, Italia, y como cualquier niño curioso, tenía sueños grandes. El mío era correr en Fórmula 1. Mi papá me armó mi primer kart con piezas de un basurero y tubos de su taller. No teníamos idea de lo que hacíamos, pero lo hacíamos con ganas. Con pasión. Ese kart fue el inicio de todo. Terminé corriendo en la F1, pero donde realmente brilló mi historia fue en Estados Unidos, en IndyCar. Campeón en el 97, campeón en el 98… todo iba viento en popa, hasta que un día de 2001, en Alemania, la vida me partió en dos—literalmente. Choqué. Mi coche fue cortado por la mitad. Perdí ambas piernas al instante. Estuve en coma. Casi no la cuento. Pero te juro, cuando desperté, con todo el cuerpo hecho p* dazos, lo único que sentí fue alegría. Porque estaba vivo. Y mientras más me dolía el cuerpo, más claro lo tenía: cada segundo de dolor era un paso hacia la luz. No tenía tiempo para lamentarme. Tenía una vida nueva que construir.
Me rehabilité. Aprendí a caminar con prótesis. Pero no me detuve ahí: volví a correr. Dos años después del accidente, estaba compitiendo otra vez, en Monza. Terminé séptimo. Con piernas de metal. La gente lloraba en las gradas. Yo también. Pero no solo volví a las pistas. Me subí a una bicicleta de manos, un handcycle, y ahí empezó otro capítulo brutal: gané 4 medallas de oro paralímpicas, más de 12 campeonatos mundiales. No porque fuera el más fuerte, sino porque me obsesioné con no rendirme nunca. Hoy tengo más de 50 años, sigo entrenando, sigo compitiendo. Porque el que hace las cosas por pasión, siempre encuentra una manera. Y ¿sabes qué fue lo más bonito que me han dicho en la vida? Mi sobrino, con 5 años, un día le dijo a su papá: “Cuando sea grande quiero dos cosas: correr como el tío Alex… y perder las piernas como él.”
🔩 Alex Zanardi sobre cómo la tragedia puede ser el inicio de una vida más plena. 🦿🔥