03/10/2025
Debemos preparar a nuestros niños y jóvenes para esta realidad.
Muchas veces en el camino del fútbol formativo, se crea la ilusión de que todos los niños y jóvenes llegarán a ser jugadores profesionales.
Sin embargo, la realidad es distinta, muy pocos lo logran y no siempre por falta de talento, sino por las circunstancias, la competencia, las oportunidades y hasta factores externos.
Los entrenadores, en su afán de motivar y sacar lo mejor de cada jugador, no siempre nos preparan para enfrentar esa realidad.
No nos enseñan que, aunque el sueño es válido y hermoso, el proceso es más importante que el destino.
El fútbol no solo forma deportistas, también moldea personas con disciplina, valores, esfuerzo y resiliencia.
La lección que muchas veces se omite es que, aunque no todos llegaremos al profesionalismo, lo aprendido en la cancha nos servirá para la vida: trabajar en equipo, levantarnos después de una derrota y luchar con constancia por lo que amamos.
Porque el fútbol, más allá de darnos una carrera profesional, nos da herramientas para ser mejores seres humanos.