
25/07/2025
✅ Opinión Jurídica sobre las declaraciones de Javier “Chicharito” Hernández
Por Mario Alberto Parada Ceron
Desde la perspectiva de los derechos humanos y la libertad de expresión
En una sociedad democrática y plural como la que aspiramos a consolidar en México, la libertad de expresión representa no solo un derecho fundamental, sino también una condición esencial para el desarrollo de la vida pública, el pensamiento crítico y la construcción de una ciudadanía informada. En este contexto, las declaraciones recientes del futbolista Javier “Chicharito” Hernández deben analizarse con respeto, comprensión y, sobre todo, bajo el amparo de los principios que rigen los derechos humanos.
De acuerdo con el artículo 6º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda persona tiene derecho a expresar sus ideas sin ser objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa por el contenido de las mismas, salvo que se ataque la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público. Este principio es reforzado a nivel internacional por el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), que establece que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, y que este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin censura previa.
En ese sentido, las opiniones vertidas por “Chicharito”, sean populares o no, deben verse como el ejercicio legítimo de su derecho a manifestar pensamientos e ideas, protegidas por el marco jurídico nacional e internacional. No se trata únicamente de tolerar su voz, sino de reconocer su derecho humano a participar en el debate público desde su experiencia, convicciones y sensibilidad personal, especialmente considerando que se trata de una figura pública cuya opinión genera un impacto social.
El que una figura como él manifieste puntos de vista —incluso si son incómodos para ciertas instituciones, medios o sectores del público— no debe ser motivo de censura ni de linchamiento mediático, sino una oportunidad para fomentar el diálogo, la autocrítica institucional y la apertura al disenso. El pluralismo de ideas es indispensable para la democracia, y eso incluye las voces provenientes del deporte, del arte, del activismo y de cualquier otra esfera social.
Además, el artículo 1º constitucional establece que todas las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, entre los cuales se encuentra la libertad de expresión. Esto incluye el deber del Estado y de la sociedad en general de crear un entorno seguro para que las personas puedan expresarse sin miedo a represalias, ataques o campañas de desprestigio.
Finalmente, la libertad de expresión no se limita al ámbito político o académico: también protege el derecho a expresarse sobre temas culturales, deportivos, éticos o sociales, como lo hace “Chicharito” desde su papel como referente del fútbol mexicano. El ejercicio de este derecho enriquece la deliberación pública y contribuye al fortalecimiento de una cultura democrática basada en el respeto a la dignidad humana.
Conclusión:
Las declaraciones de Javier “Chicharito” Hernández merecen ser entendidas y defendidas como una expresión auténtica de su pensamiento y como un ejercicio válido de sus derechos fundamentales. En lugar de descalificarlas o silenciarlas, debemos fomentar una cultura de respeto, escucha y análisis, en la que toda persona —sin importar su profesión o popularidad— pueda expresarse con libertad y responsabilidad.
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