
21/05/2025
¡Cosechar con el corazón!
En esta imagen, los antiguos mayas nos enseñan una lección profunda: el maíz no solo se siembra en la tierra, también se cultiva en comunidad y se cosecha con gratitud.
Cada espiga representa más que alimento. Es el fruto del amor a la tierra, del trabajo compartido y de una conexión sagrada con la creación. En sus rostros hay alegría, reverencia y unidad…
Porque cuando se vive en armonía con la naturaleza, el alimento no falta, y el alma también se llena.
Cosechar es orar con las manos.
¡Que nunca olvidemos de dónde viene lo que nos sostiene!