Suplemento Ojarasca

Suplemento Ojarasca Suplemento de asuntos indígenas de La Jornada

36 ANIVERSARIO. El Suplemento Ojarasca completa otro octubre (sospechosamente siempre cumplimos años en octubre, como a ...
10/10/2025

36 ANIVERSARIO. El Suplemento Ojarasca completa otro octubre (sospechosamente siempre cumplimos años en octubre, como a estas alturas). A partir del sábado 11, en La Jornada en Línea y en esta cosa fb...

Antonio González Méndez,base zapatista desaparecido en 1999. No se borrará de la historia su nombre. La justicia sigue s...
10/10/2025

Antonio González Méndez,base zapatista desaparecido en 1999. No se borrará de la historia su nombre. La justicia sigue siendo un deber lejano de ser cumplido.

Hoy nos reunimos en esta Facultad de Derecho, de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), para traer a la memoria a Antonio González Méndez, zapatista desaparecido de manera forzada el 18 de enero de 1999 por el Estado mexicano, aquí, en tierras chiapanecas, concretamente en el municipio de Sabanilla.

Antonio defensor de derechos humanos e integrante de las Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN), luchó incansablemente por mejorar las condiciones de vida de las comunidades indígenas del norte del estado. Asumió la responsabilidad de la tienda cooperativa Arroyo Frío, un proyecto que buscó que los pueblos pudieran comercializar sus productos de forma justa y acceder a ellos a precios accesibles. Su compromiso público con la organización y la dignidad de los pueblos lo convirtió en un objetivo de las estrategias de contrainsurgencia diseñadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), en complicidad con la Presidencia de la República, y ejecutadas por un amplio entramado de autoridades federales, estatales y municipales.

Su desaparición llevó a que, el 22 de agosto de 2024, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) condenara al Estado mexicano como responsable. Este tribunal determinó que existían indicios suficientes para considerar probado que Antonio fue desaparecido por el grupo paramilitar Desarrollo Paz y Justicia, organización creada, financiada y entrenada bajo el amparo del Estado mexicano, que además garantizó su impunidad.

La develación de esta placa busca honrar la memoria de Antonio González Méndez, su lucha y sus sueños colectivos. También pretende dejar constancia en este muro de que su desaparición fue un crimen de Estado, cometido contra Antonio, su familia, su organización y toda la sociedad mexicana. Que esta verdad quede escrita para que nadie la olvide.

Denunciamos, además, que la justicia sigue siendo un deber lejano de ser cumplido. La Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas de Chiapas, actual responsable del caso ha planteado un protocolo de investigación que no prioriza la indagación sobre el grupo paramilitar responsable, revela su falta de especialización y desatiende los aportes de la familia y su representación. Resalta que ninguna de las propuestas de investigación considera la responsabilidad del Ejército mexicano. Estas negligencias perpetúan la impunidad y limitan las posibilidades de búsqueda.

Recordamos también que Antonio es uno de los miles de víctimas de la estrategia de contrainsurgencia del gobierno mexicano, sostenida en la impunidad sexenio tras sexenio. Su historia encarna la de los desplazados, los asesinados, masacrados, como nuestras 45 hermanas y hermanos de Acteal, y los cientos de miles que siguen desaparecidos. En su nombre evocamos también a Minerva Guadalupe Pérez Torres, desaparecida a los 19 años por integrantes del grupo paramilitar Paz y Justicia. Han pasado casi 30 años desde aquel horror, y la herida sigue abierta.

Todas las víctimas de este oscuro periodo de la historia de Chiapas merecen verdad y justicia, frente a una herida abierta por décadas, sin que ninguna autoridad haya mostrado un interés real por acercar la justicia, por reescribir la historia y nombrar a sus verdugos.

Encomendamos a la comunidad estudiantil la tarea de reivindicar este espacio, de convertirlo en un símbolo y un llamado permanente a luchar por la justicia frente a los crímenes que el Estado ha cometido, y mantiene en la impunidad.

Que esta placa sea símbolo de la memoria digna que este edificio de la Facultad de Derecho llevará consigo. Que evoque en su esencia la lucha por la Verdad, la Justicia y la No Repetición, recordándonos que existe una deuda histórica y profunda que sólo se saldará cuando logremos encontrarles a todas y todos.

Abrazamos con respeto y cariño a la familia de Antonio aquí presente: a sus hijas Magdalena, Thalía y Ana; a su hijo Gerardo; y a Sonia, pilar fundamental en esta lucha por la dignidad. Este acto es un gesto de justicia hacia ellas, hacia su incansable y persistente búsqueda, que nos inspira a todas y todos a seguir creyendo en lo imposible.

(Frayba)

¿Y NETANYAHU CUÁNDO? La Corte Penal Internacional condena a un exlíder de una milicia sudanesa por crímenes de guerra co...
08/10/2025

¿Y NETANYAHU CUÁNDO? La Corte Penal Internacional condena a un exlíder de una milicia sudanesa por crímenes de guerra cometidos en la región de Darfur
La Corte Penal Internacional ha condenado a un exlíder de una milicia sudanesa por el papel que desempeñó en las ejecuciones, violaciones y torturas en masa que se llevaron a cabo en la región de Darfur, hechos que constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, también conocido como Ali Kushayb, era un comandante de la milicia Janjaweed cuando estalló el conflicto de Darfur hace más de 20 años. El Gobierno del entonces presidente, Omar al-Bashir, respondió al levantamiento rebelde con una táctica de tierra arrasada, que incluía bombardeos aéreos e incursiones militares atroces en diferentes localidades de la región por parte de miembros de la milicia Janjawee. Se estima que hasta 300.000 personas han mu**to y más de dos millones han sido desplazadas debido a dicho conflicto a lo largo de los años. Al-Bashir ha sido acusado por la Corte Penal Internacional de delitos que incluyen actos de genocidio y, actualmente, permanece en una prisión de Sudán que es administrada por las fuerzas armadas sudanesas. La jueza que preside el tribunal, Joanna Korner, explicó el veredicto emitido el lunes: “El tribunal está convencido, más allá de toda duda razonable, de que el acusado es culpable de los delitos de los que se lo acusa. El veredicto de este tribunal es unánime”.
DN!

ANTE LA AGRESIÓN AL ZAPATISMO, SILENCIO DEL ESTADO: Magdalena Gómez: "... el silencio de los gobiernos estatal de Chiapa...
07/10/2025

ANTE LA AGRESIÓN AL ZAPATISMO, SILENCIO DEL ESTADO: Magdalena Gómez: "... el silencio de los gobiernos estatal de Chiapas y federal al más alto nivel no los exime de responsabilidad. Los hechos hablan, por la voz ausente del gobernador de Chiapas ya hablaron la fiscalía del estado, la policía municipal de Ocosingo, por la federal ya habló la Guardia Nacional. Por el Poder Judicial, el o los jueces que supuestamente ampararon a también supuestos propietarios de las tierras recuperadas en Chiapas por los zapatistas en 1994. Ahora corresponde al Estado mostrar públicamente las evidencias de tales pagos y las personas que fueron beneficiadas. Ello debería suceder antes de que sea demasiado tarde, para ofrecer un deslinde político fundado y categórico frente a los agresores que se reivindican propietarios".

¿SILENCIO DEL ESTADO?
La asamblea de colectivos de gobiernos autónomos zapatistas y gobiernos en común denunció el pasado 28 de septiembre que, con apoyo de elementos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Fiscalía General del Estado de Chiapas y la policía municipal de Ocosingo, habitantes de Huixtán quemaron y destruyeron casas de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), encargadas del trabajo colectivo de la región y de labores de milpa común que realizan con hermanos no zapatistas, y se adueñaron de un predio recuperado en 1994. La Fiscalía General del Estado reconoció estos hechos llamándolos operativo interinstitucional con el objetivo de ejecutar la restitución de un predio ubicado en el municipio de Ocosingo, y agregó que “durante la diligencia se destruyeron casas de madera, sin detenidos. Cabe mencionar que se hizo entrega formal de 47 hectáreas del predio denominado Copropiedad Huixtán a sus respectivos propietarios, en presencia de los elementos del orden y con la delegación de gobierno de Ocosingo como testigos”.

Las agresiones ocurrieron en el poblado de Belén, en la región campesina del caracol Dolores Hidalgo, municipio oficial de Ocosingo, Chiapas. En su comunicado, la asamblea afirmó que el 22 de abril, el 12 de mayo, 12 de julio y 29 de agosto pasados, con resguardo policiaco y militar similar, llegaron a ese poblado 30 personas de Huixtán encabezadas por Emilio Bolom Álvarez, Miguel Bolom Palé, Miguel Vázquez Sántiz y David Seferino Gómez. El 18, 20 y 22 de septiembre se posicionaron 15 personas en el predio. El 20 de septiembre, nuevamente llegaron dos camionetas del Ejército federal, tres de la policía de Ocosingo y cuatro de la fiscalía del estado. Los agresores dijeron que mediante un amparo, el juez les otorgó el reconocimiento de desplazados forzados internos y sentenció de acuerdo con los convenios internacionales, porque las autoridades de gobierno fueron omisas y no los acompañaron desde el inicio del desplazamiento. Y dan evidencia de su verdadero objetivo al señalar que en el amparo logrado se dijo que “si no podemos ingresar a nuestras tierras con garantías de la vida y libre tránsito y de nuestras propiedades y nuestros bienes, al gobierno federal le corresponde indemnizarnos”.

Los zapatistas explicaron que “tratamos de dialogar con ellos, pero, claro, nos dijeron que la tierra ya se las entregó el gobierno y tienen los documentos legales. En esas fechas amenazaron y hostigaron a nuestros compañeros diciéndoles que deben salirse de las tierras por las buenas o por las malas. Nuestro intento de búsqueda de diálogo fue en vano”.

En su denuncia, también señalaron: “no mentimos al pueblo de México y al mundo que esas tierras ya fueron pagadas por el mal gobierno desde 1996”. Los zapatistas llevan décadas en posesión de dichas tierras y las han trabajado y cultivado de forma pacífica, continua y pública, por lo que está acreditada su legal posesión. Y se preguntan ¿y por qué ahora vuelve a entregar la tierra, que ya está pagada? Lo que busca aquí la Cuarta Transformación es el choque, el enfrentamiento y la guerra, y reiteran: “muchas veces hemos dicho que no queremos la guerra, lo que queremos es la vida en común, pero nos están obligando a defendernos”. ¿Recuerdan aquello de no despertemos al México bronco?

Aclaro que el silencio de los gobiernos estatal de Chiapas y federal al más alto nivel no los exime de responsabilidad. Los hechos hablan, por la voz ausente del gobernador de Chiapas ya hablaron la fiscalía del estado, la policía municipal de Ocosingo, por la federal ya habló la Guardia Nacional. Por el Poder Judicial, el o los jueces que supuestamente ampararon a también supuestos propietarios de las tierras recuperadas en Chiapas por los zapatistas en 1994. Ahora corresponde al Estado mostrar públicamente las evidencias de tales pagos y las personas que fueron beneficiadas. Ello debería suceder antes de que sea demasiado tarde, para ofrecer un deslinde político fundado y categórico frente a los agresores que se reivindican propietarios. La denuncia está siendo replicada por numerosos colectivos que organizan jornadas en vastas regiones y firmas personales en el país y en la llamada Europa zapatista, exigiendo respeto al EZLN, a su proceso organizativo por el común y la lucha por la vida, proyecto que no encuentra punto de coincidencia con la vía electoral de la llamada Cuarta Transformación. Para la clase política morenista, sólo es oposición la de los otros partidos políticos. El EZLN tiene fuerza social y el Estado mexicano derogó en la práctica la ley para el diálogo, la negociación y la paz libre en Chiapas. Desde 2001 está aplicando el principio salinista de “ni los veo ni los oigo”. En los hechos se vive una guerra no declarada contra los pueblos que el neoindigenismo no logra ocultar. La escalada contra el zapatismo no parece casual, por más que se utilicen como voceros a supuestos propietarios con respaldo verde olivo.

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Foto: Memoria Política de México

¡ÒRENLES! Carta a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de mujeres y disidencias de México y el mundo.Jornadas de lucha...
07/10/2025

¡ÒRENLES! Carta a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de mujeres y disidencias de México y el mundo.
Jornadas de lucha y resistencia en defensa del Común y en contra de la Guerra a los Pueblos Zapatistas
06 de octubre de 2025
CLAUDIA SHEINBAUM PARDO
Presidenta de México:
Nosotras, mujeres y disidencias de distintos estratos económicos, distintas geografías, culturas, lenguas y colores, organizadas y no organizadas, sentimos en nuestro corazón el dolor de las mujeres y niñas zapatistas, así como de las hermanxs no zapatistas que junto a sus familias participan del Común y que, ahora, están sufriendo el despojo de su territorio. Lugar que guarda los ombligos y los espíritus de nuestrxs ancestrxs que fueron explotadxs, primero por los invasores y luego por los finqueros en tierras recuperadas en 1994.
Señora Presidenta:
¿Qué siente usted frente a estas violencias?, ¿Dónde está el respeto a los pueblos originarios que su gobierno predica?, ¿Usted es parte de esta estrategia para confrontar a los pueblos?
Legalizar las tierras con papeles para unos y despojar de tierras a otrxs que las trabajan, parece perversa restitución, que nada tiene que ver con la Justicia.
Le recordamos que como mujeres desde tiempos ancestrales organizamos y construimos la vida familiar, comunitaria y social, para el bien y cuidado común, no para el enriquecimiento de unos cuantos.
¡Respeto a las Autonomías y a los territorios recuperados por las luchas de los pueblos… y viva Palestina libre!
Atentamente, las abajo firmantes.

Firmas nacionales de Colectivxs y organizaciones:
Casa de apoyo a la mujer Ixim Antsetic. Chiapas.
Coarte, Chiapas.
Colectiva Cereza, Chiapas.
Colectiva de Mujeres Forenses la Wiccan forense, México.
Colectiva Nuestra Alegre Rebeldía, Morelos.
Colectivo Antsetik Ts’unun. Chiapas.
Colectivo Nasakobajk, Chiapas.
Colectivo Tsijil ba’ bij. Chiapas.
El bordado de Ramona. CDMX.
Espacio de Mujeres de la Sexta Jovel, Chiapas.
Grupo de Medicina Tradicional de San Pedro Atlapulco. Estado de México.
Grupo de Salud y Naturaleza de la Sierra de Santa Catarina. Estado de México.
La Flor de la Palabra, Medicina Tradicional, México.
Movilidades Libres y Elegidas-Colibres, Chiapas.
Movimiento de Mujeres de Kurdistan en Abya Yala, América Latina.
Movimiento de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra y nuestros territorios, Chiapas.
Movimiento de Salud y Naturaleza. Estado de México.
Mujeres de la Comisión de Apoyo a la Unidad y Reconciliación Comunitaria (CORECO). Chiapas.
Mujeres de la Red de Resistencias y Rebeldías AJMAQ. Chiapas.
Mujeres de Maíz en Resistencia, Chiapas.
Mujeres del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Chiapas.
Mujeres del Colectivo Batsilk’op, Chiapas.
Mujeres del Colectivo La Insurgente, Chiapas.
Mujeres del Espacio de Lucha contra el Olvido y la Represión (ELCOR), Chiapas.
Mujeres del Grupo de trabajo no estamos todxs. Chiapas.
Mujeres integrantes de Servicios para una Educación Alternativa AC, EDUCA, Oaxaca.
Mujeres Tierra y Libertad, CDMX.
Red de abogadas indígenas, Capítulo Chiapas.
Red de mujeres chiapanecas.
Red de Mujeres de la Costa en Rebeldía. Chiapas.
Red de Mujeres que Luchan en el Oriente. Edo de México.
Red de mujeres Zoques, Construyendo Esperanza, Chiapas.
RICCA_México.
RIZOMA, Chiapas. Unitierra Kaxunik, México. Unitierra, Puebla.
Vivas nos queremos. Arte y acción feminista, Chiapas.
Xch’ulel Antsetik San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

Firmas nacionales individuales
Adel Gutiérrez, Colectiva zapatista somos batallas ganadas CDMX.
Alejandra Vargas de la Cruz. CDMX.
Aleida Ruiz Alemán. CDMX. Araceli Osorio Martínez. CDMX.
Aurelia Cano Álvarez, CDMX.
Bertha Navarro, cineasta, CDMX. Blanca Estrella Ruiz, Estado de México.
Blanca Ibarra, México.
Blanca Lilia Narváez Ribera, Baja California, México
Bonifacia Hernández Flores, Baja California, México
Brenda Natividad Hernández Cruz, buscadora, Veracruz.
Carmen Maldonado Vargas, Facultad de Ciencias UNAM, CDMX.
Carolina Díaz, CDMX.
Cecilia Vázques Olivera. Defensora de derechos humanos, Chiapas.
Cecilia Zeledón, Puebla.
Citlali Yisel Anguiano Hernández, Etnohistoriadora feminista. CDMX.
Concepción Suárez Aguilar, defensora y realizadora de Nantik Meche comunicación popular, Chiapas.
Cristina González Serna. Chiapas.
Dalia Alejandra Luna Muñoz, CDMX. Debhora Vega, Colima.
Demetria Cano Álvarez, CDMX.
Diana Gabriela Aranguren Quevedo, Baja California, México.
Diana Itzu Gutiérrez Luna. Defensora, Chiapas.
Edith Rosales Gutiérrez, México.
Elena Katzestein Ferrer, Baja California, México.
Elisa Cruz Rueda, profesora investigadora de tiempo completo, de la Escuela de Gestión y Autodesarrollo Indígena, UNACH, Chiapas.
Fernanda Navarro, filósofa, CDMX.
Gabriela Vega Martínez, socioantropóloga feminista, CDMX.
Gloria Guadalupe Flores Ruiz, defensora, Chiapas.
Gloria Luz Rascón Martínez, Mujeres y la sexta, CDMX.
Gloria Marina Figueroa Aguilar, defensora, Chiapas.
Guadalupe Andrea Pérez Mendoza, Sánchez. Terapeuta de adultas mayores, Chiapas.
Guadalupe Cantoral Cantoral, Académica, Chiapas.
Guadalupe Castillo Feliciano, profesora, CDMX. Guadalupe Díaz Hernández, defensora, Chiapas.
Heleanne Beltrán Sánchez, CDMX.
Iliana Vázquez Díaz, defensora y Maestra en estudios de la mujer, CDMX.
Irazú Gómez García, antropóloga Feminista, Chiapas.
Juana Chávez Hernández, Estado de México.
Jennifer Haza Gutiérrez, defensora de derechos humanos, Chiapas.
Jesica Araceli Maldonado, CDMX
Julieta Hernández Gómez, abogada feminista, Chiapas.
Katia Tirado, CDMX.
Liliana Aguilar del Valle, Chiapas.
Liliana López, cineasta, Chiapas.
Lourdes Gutiérrez, promotora rural, Chiapas.
Luciana Kaplan, cineasta, México.
Lucrecia Gutiérrez Maupomé, editora de cine, México.
Magali Caballero, editora, Chiapas.
Magdalena García Durán, Pueblo Mazahua, CDMX.
Malva Marina Carrera, Michoacán.
Manuela Martínez, originaria del pueblo Santa Cruz Acalpixcan, Xochimilco, CDMX.
Marcela Fernández Camacho, abogada feminista. San Luis Potosí.
María Cristina Peralta Casillas, Baja California, México.
María de la Luz García Moya, docente de Antropología Social, Chiapas.
María del Carmen Briceño Fuentes, Baja California.
María Elena Aguayo Hernández, México.
María Estela Barco Huerta, defensora, Chiapas.
María Gabriela López Suárez, comunicadora independiente, profesora-investigadora, Chiapas.
María Inés Roqué, cineasta y docente, CDMX.
María Luisa de la Garza Chávez, académica, Chiapas.
Mariana Martín Romero, Tijuana/CDMX.
Maricela Sánchez Gómez, abogada tseltal, Chiapas.
Maris Sofía Flores Cruz del REDMYCZ y Mujeres y la Sexta, académica del CCH Sur, CDMX.
Marisa Ruiz Trejo, Pluriversidades Feministas, Chiapas.
Marta Alicia Pérez Sánchez,Baja California. Martha Cano Álvarez, CDMX.
Miriam Itzel Linares Rojas, MC en manejo de recursos naturales y desarrollo rural, Chiapas.
Noelia Rodríguez Castañeda, Chiapas.
Norma Angélica Silva Gómez, CDMX.
Oralba Castillo Nájera, Red morelense de apoyo al CNI y CIG, Morelos.
Perla O. Fragoso Lugo, antropóloga social. Chiapas.
Rebeca Francisca Lara Flores, antropóloga feminista, Chiapas.
Rocio Martinez, Ts’ujul, historiadora, Chiapas.
Rosa Esther Rosano Rodríguez, Oaxaca.
Rosa López Santiz, defensora de derechos humanos, Chiapas.
Rosa Luz Pérez Espinoza, socióloga, Chiapas.
Rosa Paulina Reséndiz Flores, Baja California.
Rosalba Estanislao Gutiérrez, Estado de México.
Sandra Estrada Cano, Estado de México.
Sashenka Fierro Resendiz, Baja California.
Siria Garibay Marrón, Baja California.
Stella Maris Figueroa, Chiapas.
Tamara Faro Aguilar, Chiapas.
Tania Mitzi Gallaga Hernández, Baja California.
Valentina Leduc, documentalista, CDMX.
Vanessa Guadalupe Vázquez Ortiz, Estado de México.
Yalina Montes Cruz, profesora jubilada. Chiapas.
Yolanda Nime, México.

Firmas internacionales de organizaciones y colectivxs:
Asamblea de Mujeres y Disidencias del Movimiento por el Agua y los Territorios MAT, Chile.
Barría Autónoma Disidente Trasnacional México- USA.
Colectiva de Mujeres Arpilleristas de Francia.
Comité de mujeres Chiapas – Kurdistán.
Cooperativa Agrícola de Pau Brasil.
Feminismo Comunitario Antipatriarcal, Bolivia.
Hackeo cultural, Mesoamérica.
Instituto ECOBAHIA, Brasil.
Instituto Pau, Brasil.
La Revuelta, Grupo de economía feminista emancipatoria, AbyaYala.
Las Cabras del Cerro, Valparaíso, Chile.
Mujeres y disidencias de la Sexta en la Otra Europa y Abya Yala, Red de Resistencia y Rebeldía.
Núcleo de Agroecología e Permacutura de Universidades Estadual do Sudoeste da Bahía.
Red Futuros Indígenas, Abya Yala.

Firmas internacionales individuales:
Adriana Guzmán Arroyo, Feminista Comunitaria, Bolivia.
Adriana Luna, Marsella, Francia.
Andrea Ixchiú, maya k´íche, defensora y comunicadora, Totonicapán, Guatemala.
Antonieta Pardo Alarcon, Grenoble, Francia.
Brígida Salgado, Escola das Águas Nascentes, Associação das Caiporas, Brasil.
Cybèle David, maestra y sindicalista. Sud Solidaires, Francia.
Hortensia Inés, activista en Sindicato Solidaires Francia.
Jeanne Daniellot, Francia.
Jules Falquet, socióloga. Francia.
Juliette Duquesne, Carnets d´alerte, periodista, Francia.
Liliana Huljich, Red de solidaridad con Chiapas de Rosario, Argentina.
Maria Luiza Raberes Araújo, Coletivo Buranhém, Porto Seguro e região, Bahia, Brasil.
Mónica Hernández Rejón, Malmö, Suecia.
Nuvia Alarcon, Grenoble, Francia.
Rozilene Lemos de Oliveira, MLT – Movimento de Luta pela Terra, Eunápolis, Bahia, Brasil.
Suzana Raberes Rocha, NUPOMAR – Núcleo de Pesquisa, Mídias e Arte, Camacã,
Bahia, Brasil. Violeta Gallardo, activista en Sindicato Solidaires Francia.

Del 10 al 12 de octubre, en la Biblioteca Nacional en Ciudad Universitaria.
05/10/2025

Del 10 al 12 de octubre, en la Biblioteca Nacional en Ciudad Universitaria.

TIERRA TRABAJADA POR EL EZLN ES HOY EMBESTIDA. Columna Los de Abajo de Gloria Muñoz RamírezUna de las experiencias más n...
04/10/2025

TIERRA TRABAJADA POR EL EZLN ES HOY EMBESTIDA. Columna Los de Abajo de Gloria Muñoz Ramírez

Una de las experiencias más notables del mundo de la autonomía y de la posibilidad de una vida anticapitalista, es sin duda la que decenas de miles de tojolabales, tsotsiles, tseltales, choles, zoques, mames y mestizos construyen desde hace más de 30 años en las comunidades zapatistas de distintas regiones de Chiapas, en las que hay un esfuerzo diario por la edificación de clínicas de salud, escuelas, cooperativas de café y de artesanías, proyectos culturales y una cadena enorme de emprendimientos que hacen que sea posible imaginar una cotidianidad a contracorriente de la que se impone en el mundo de la guerra.

La tierra trabajada en común que anunció el Ejército Zapatista de Liberación Nacional hace un año, es hoy atacada por finqueros que queman casas y cultivos con la anuencia de policías estatales y del ejército. Esta embestida, que se niega oficialmente, es la cotidianidad de un pueblo que se niega a rendirse.

De acuerdo con los gobiernos autónomos, de abril a septiembre se han presentado en el poblado de Belén, en la región campesina del Caracol 8 Dolores Hidalgo, grupos de personas del municipio de Huixtán resguardadas por el ejército federal y la policía municipal de Ocosingo para reclamar el predio. “Tratamos de dialogar con ellos pero claramente nos dijeron que la tierra ya se las entregó el gobierno y que cuentan con los documentos legales”.

Los finqueros advierten que “por las buenas o por las malas” los zapatistas se tendrán que salir de esas tierras. La Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas, dando lecciones de ética, dignidad y estrategia, decidieron que las bases de apoyo se retiraran de lugar “porque hay que planear para defenderse”. Su intento de diálogo, explican, fue en vano. Y “nos están obligando a defendernos”.

Ante este panorama, colectivos de México y del mundo arrancaron una jornada de movilizaciones para exigir a los tres niveles de gobierno que cese el hostigamiento. Volanteos, pinta de murales, proyecciones de documentales, movilizaciones y foros se realizarán en los próximos días en defensa no sólo de los zapatistas, sino de la esperanza que representan para el mundo que se niega a la guerra.

CROMO. La poeta guatemalteca Maya Rossana Cú Choc en Ojarasca 341, 2025.La abuela bate cacaojunta el fuegoamarra ocoteun...
03/10/2025

CROMO. La poeta guatemalteca Maya Rossana Cú Choc en Ojarasca 341, 2025.

La abuela bate cacao
junta el fuego
amarra ocote

una niña trenza ajos
dibuja un círculo y al centro
surgen esqueletos danzantes
invitando a bailar
un son
de pocas notas

bailo
la bruma se llena de colores
me elevo

la imagen
se inmortaliza
tras la puerta


__________

Maya Rossana Cú Choc (Ciudad de Guatemala, 1968). Poeta, editora, educadora popular y comunicadora alternativa. Autora de La Rueda (2002), Recorrido (2005), Alrededor de la Casa (2022). Forma parte de Las SinDecoro, Voces Feministas, en el registro de soprano.

*
Clarion Alley, San Francisco, California. Foto: Ojarasca

https://ojarasca.jornada.com.mx/2025/09/12/cromo-6210.html

La libertad de los pueblos para ejercer la crianza mutua con sus semillas. Por José Godoy y Ramón Vera Herrera en BIODIV...
02/10/2025

La libertad de los pueblos para ejercer la crianza mutua con sus semillas. Por José Godoy y Ramón Vera Herrera en BIODIVERSIDAD, SUSTENTOS Y CULTURAS 125

"La complejidad del tramado de las semillas con la gente es entonces algo ontológico, además de un núcleo de saberes y una trama de prácticas, de labores, de miradas de largo plazo, y un sentido vital que otorgan los cultivos que se vuelven fundamentales en el entendimiento de un pueblo con el paso de los siglos".
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Es muy extraña la ceguera que nos cae encima como humanidad, en torno a las semillas. Mucha gente las vive como cosas. Incluso como seres vivientes, pero sin las enormes dimensiones que entrañan las semillas en su relación con los colectivos humanos.

La problemática de las semillas pasa desapercibida para la mayoría de la población que no guarda relación con la agricultura o los sistemas alimentarios. Incluso personas o empresas que se dedican a la agricultura comercial pueden no tener en sus consideraciones el complejo tejido de relaciones, de conversaciones entre las plantas y la gente, sus dimensiones de potencialidad y posibilidades, su eterna transformación, que las hace permanecer siglos o milenios y a la vez ser cambiantes por su relación con quienes las prodigan y las protegen. Eso crucial de las semillas y su profunda relación con los colectivos campesinos, sean indígenas, afrodescendientes, mestizos o criollos le da al asunto semillas una vastedad y una profundidad que no se agota en el compra o vende, planta/siembra, recupera y produce para volver a plantar. Ésa es la dimensión más básica de la relación visible entre semillas y poblaciones humanas. Pero hay muchas dimensiones y sutilezas que se escapan a la idea que de la agricultura se tiene en el mundo moderno y consumista.

Uno muy crucial es reconocer el papel preponderante de las mujeres en esas comunidades y su crianza mutua con las semillas, los territorios, los saberes y la soberanía alimentaria como fundamento de la vida. Y el paralelismo que a veces tiene el cuidado de las infancias, sobre toda antes de nacer, en todo el proceso de embarazo, el parto y luego la lactancia y la perinatología, y que hace que las conozcan como “cuidadoras de la vida que viene”.

La complejidad del tramado de las semillas con la gente es entonces algo ontológico, además de un núcleo de saberes y una trama de prácticas, de labores, de miradas de largo plazo, y un sentido vital que otorgan los cultivos que se vuelven fundamentales en el entendimiento de un pueblo con el paso de los siglos. Por eso con gran tino, Gianni Tognoni, del Tribunal Permanente de los Pueblos, les nombra “los pueblos de las semillas”, porque su vida desde el fondo de la historia se encauzó a cuidarlas y dejarse cuidar por ellas, y al hacerlo han sido un conducto arborescente de las potencialidades de la diversificación interminable, imparable que es la vida plena, la biodiversidad en toda su expansión.

Desde 2021, diversas organizaciones de la sociedad civil urbana y rural del mundo comenzamos la Campaña Stop UPOV con un llamado muy claro: frenar a UPOV: la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales.

La UPOV fue iniciada en 1961 por unos cuantos países europeos para permitir que se les concedieran derechos de propiedad intelectual, derechos de “obtentores de variedades”, a personas que se arrogaban estos derechos por haber intervenido de algún modo una “variedad”. Al imponerle derechos de propiedad intelectual, se establecía una suerte de monopolio sobre las semillas, paralela a las patentes. UPOV ha continuado su cruzada en pos del acaparamiento y la apropiación de “variedades” y uno de sus instrumentos más expresos ha sido recurrir a los tratados de comercio exigiendo a los países que adopten o imiten las normas de la UPOV. Es decir, UPOV es un régimen de normas, leyes y regulaciones que van instaurando los términos del Convenio UPOV. Su versión 1991, la más reciente, es también la más restrictiva al punto de criminalizar la siembra de alguna variedad que esté calificada de “protegida”.

La paradoja es que durante los primeros sesenta años del siglo XX, los acuerdos comerciales en torno a las semillas u otros materiales de propagación no requirieron de derechos de propiedad intelectual para funcionar. Pero la pujanza de las empresas y su colusión creciente con los gobiernos les hizo ambicionar más e instauran todo este tinglado de obstrucciones a lo que fue siempre algo natural.

En su campaña original, Stop UPOV declaró en su convocatoria: “Tras décadas de resistencia en diferentes partes del mundo, queremos proponer una semana de acción global contra UPOV comenzando el 2 de diciembre de 2021 cuando UPOV cumple 60 años, e incluyendo el 3 de diciembre, que es el día de lucha contra los agrotóxicos. El objetivo es llamar la atención sobre el papel que desempeña la UPOV en la privatización de las semillas y la amenaza que representa para la soberanía alimentaria, haciendo un llamado para exigir su desmantelamiento. Esto hará posible que los grupos aumenten su resistencia ante leyes de semillas nacionales o regionales, destacar los ejemplos de legislación de semillas a favor de los campesinos, sea cual sea la forma que adopten, y denunciar el papel de los acuerdos de libre comercio en su presión en pos de leyes de privatización de semillas en todo el planeta”.

La Campaña lleva cuatro años y lo que ha ido ocurriendo es un entendimiento mayor de lo que significa no sólo la privatización de las semillas sino lo que es la restricción creciente a la relación de los pueblos con sus semillas y todas las dimensiones que ya hemos nombrado, incluido su paralelismo con los procesos de la transformación continua del lenguaje.

Comenzamos a visibilizar qué ámbitos y bienes comunes, tejidos de muchos siglos de cuidados, están amenazados por los ataques que entrañan las privatizaciones: certificaciones, registros, patentes, derechos de obtentor, normas de inocuidad, leyes de comercialización, OGM, ediciones génicas y digitalización que busca sustituir la vida.

Esta claridad, mirar todas las maneras de restringir, coartar, frenar, invalidar, erosionar lo que son las semillas, nos arroja el horizonte de que la guerra contra la subsistencia, contra lo que hoy es la soberanía alimentaria, es real y atenta directamente contra la autonomía y libre determinación, caminos que reivindicamos plenamente, desde la soberanía alimentaria hasta la amplitud epistemológica y política de la autonomía de los pueblos.

El acompañamiento de la Campaña ha potenciado diferentes expresiones de lucha que tienen los grupos, las comunidades y organizaciones de todo el mundo en defensa de su propia visión y propias formas de protección comunitaria, colectiva y no privatizadora de las semillas, iniciativas autogestionarias de cultivo rural y urbano, promotoras de soberanía alimentaria en todos los ámbitos de la existencia.

Pese a la violencia estructural, los sistemas campesinos continúan ofreciendo lo que las cadenas industriales no pueden ofrecer: flexibilidad y diversidad. Sus prácticas situadas conservan los bosques, los suelos y el agua además de promover la infinita variedad de las semillas que permiten una agricultura campesina plena, cuya soberanía semillera nos defiende contra la incertidumbre y volatilidad de los climas, los estallidos de crisis epidémicas que la agroindustria, en cambio, magnifica por su vulnerabilidad.

Hay entonces una urgencia extrema en defender nuestra libertad de criarnos mutuamente con nuestros cultivos. Esta urgencia crece conforme la violencia se vuelve la moneda de cambio en tantas regiones del planeta.

Que el Tribunal Permanente de los Pueblos nos acompañe en la urgencia de defender la libertad de los pueblos en relación con sus semillas campesinas, indígenas, es crucial para visibilizar esta lucha y continuarla reflejados en un espejo fiel. Constatar que los poderes quieren erradicar esta crianza mutua entre pueblos y semillas nos resalta la violencia sistémica, que organiza a corporaciones, gobiernos e incluso organismos internacionales para el acaparamiento y la restricción que busca cercenar nuestra crianza mutua y deshabilitarnos, expulsarnos de nuestros territorios y destruir ámbitos sagrados y plenos que nos han mantenido vivos desde tiempos inmemoriales.

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Campo sembrado. Cartago, Costa Rica. Foto. Josué Garita Rivera

https://www.biodiversidadla.org/Documentos/La-libertad-de-los-pueblos-para-ejercer-la-crianza-mutua-con-sus-semillas

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