28/10/2025
Hoy se llevó a cabo la audiencia contra Enrique V., el maestro acusado de abuso sexual contra alumnas del Colegio ECAB.
No se presentó, a pesar de haber sido notificado oficialmente por el juzgado. Ante su ausencia, el juez ordenó una nueva notificación para que comparezca, ya que, como imputado, tiene la obligación legal de hacerlo.
Ahora estamos esperando que se cumpla con esa notificación para poder continuar con el proceso y con las siguientes audiencias.
Esto es muy importante, porque sin su comparecencia el caso no puede avanzar, y las víctimas seguimos esperando justicia.
Por eso pedimos el apoyo de los medios y de la sociedad para visibilizar lo que está ocurriendo y para que este hombre sea localizado y comparezca ante el juez, como la ley lo exige.
Pero más allá de este proceso, lo que estamos haciendo significa mucho para otras mujeres y otras víctimas.
Es una forma de validación legal, emocional y simbólica, porque cuando una denuncia llega a esta etapa, muchas personas empiezan a reconocer que lo que vivieron también fue abuso, aunque en su momento no lo hayan podido nombrar.
Hablar, romper el silencio, nos permite entender que el silencio no nos protege.
Y aunque el proceso ha sido lento —por parte de la Fiscalía y de la burocracia judicial—, seguimos firmes, porque necesitamos que el juez sea imparcial, escuche y actúe con perspectiva de género.
Queremos que otras víctimas, tanto de este hombre como de otros agresores, sepan que no están solas, que hablar salva, no solo en lo legal, sino también en lo emocional y en lo humano.
Porque cuando alguien te arrebata algo tan profundo como tu inocencia, lo mínimo que mereces es justicia.
Y justicia significa que ese hombre, y también su cómplice Camila S., no puedan seguir dañando a otras niñas.
Lo hacemos por nosotras, pero también por todas las que no pudieron hablar, por las que aún no se atreven, y por las que vienen después.
Porque hablar, aunque duela, es la única forma de sanar y de cambiar las cosas.