07/12/2024
Abusan de ti cuando eres una niña, quién? Tu maestro. Quien tiene que cuidarte, su esposa, dueña y directora lo sabe y lo ayuda, tú quieres olvidarlo, lo bloqueas, lo tienes dentro por siempre. Te carcome por dentro, a veces sin saberlo, a veces las imágenes regresan como una pesadilla una pesadilla que te ataca de día y de noche. Él sigue libre, su esposa también, seguro abusando de otras niñas, cosa que cuando tienes el valor de hablar resulta que si.
Lo denuncias y tienes que pagar dinero, pagar un precio emocional altísimo y las fiscalías y centros para mujeres y el estado mexicano no está hecha para proteger a las niñas ni darles un poco de lo que se supone que hacen: justicia.
Pasas años y años atacada, con tu reputación destruida, nadie te cree, ni quienes lo vieron pero niegan una realidad que es paralizante.
Este in****no es tu realidad, ahora solo piensas que ya para que. No sabes si alzar la voz y hacerlo de la manera “correcta” es lo que funciona.
Mentirosa, exagerada y loca.
Y él, libre. Ella libre y con la misma escuela.
Tú tratando de unir lo que te rompieron y empezando a aceptar que la justicia no vendrá como en los cuentos de hadas, te quitará mucho para que llegue, y tal vez llegue de maneras inesperadas y tal vez no. La realidad es que por esto las mujeres no denunciamos. Porque todo el sistema está en nuestra contra.
El karma no existe, las consecuencias para los malos no llegan y la única castigada eres tú, la víctima.
Gritar y alzar la voz tienen que servir. Por eso es tan importante compartir, creernos a quienes nos atrevemos, apoyarnos, no dejarnos solas.
Esa niña no merecía eso y esta adulta no lo merece tampoco. El costo ha sido demasiado alto y esta es la realidad para millones de mujeres y niñas en este país.
Merecemos algo mejor. Las leyes no nos favorecen. Las fiscalías nos hacen a un lado, la burocracia nos deja esperando y nos mata el espíritu, y todo esto aparte cuesta dinero, mucho.
Las cosas tienen que cambiar. Ya!