22/09/2025
✨ Reflexión personal ✨
Algo que me viene dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo en el ambiente salsero/casinero.
Me llama la atención cómo muchas veces la única razón por la que ciertas personas me escriben es para venderme boletos de rifas o eventos (sociales), con la intención de recaudar fondos para congresos o concursos. No tengo nada en contra de esos proyectos y que quieran buscar recursos, al contrario, me parece admirable el esfuerzo y el compromiso que hay detrás.
Lo que incomoda es que, fuera de esas ocasiones, casi nunca hay un “hola, ¿cómo estás?”, una plática casual, un interés genuino en convivir. No hablo de que ese saludo venga junto con la venta, sino de que en cualquier otro momento exista ese contacto humano, esa atención sincera, conectar en cualquier otra ocasión, desde la cordialidad y la amistad.
Porque de lo contrario, se siente como si uno sólo existiera cuando se necesita apoyo económico. Y cuando no compras o no participas, pareciera que hasta se ofenden, incluso me llegó a tocar esta frase: “Pero a cierto lugar vas todos los fines de semana” O sea What?!
En lo personal, cuando llegué a participar en presentaciones, nunca me acerqué a la gente directamente para pedirles me compren algo. Si vendía, era por medio de cositas extras, o de plano lo costeaba yo mismo con mi salario.
Creo que si los profes motivan a sus alumnos a hacer este tipo de dinámicas, también deberían guiarlos a ser más cordiales, más sociales, a crear vínculos reales más allá de un “cómprame un boleto”. Porque al final, la comunidad de la salsa y el casino no sólo es para bailar, también es para compartir, conectar y apoyarnos mutuamente desde la amistad, no solo desde la necesidad.