19/09/2025
| “NO ERA UNA BROMA, ERA ACOSO”: MUERE TRABAJADOR EN TORREÓN TRAS INGERIR DESENGRASANTE COLOCADO POR SUS COMPAÑEROS
La tragedia de Carlos Gurrola Arguijo, conocido como “Papayita”, trabajador de limpieza de 47 años, ha conmocionado a Torreón y encendido la alarma sobre una problemática que no puede seguir normalizándose: el acoso disfrazado de “bromas”.
Carlos perdió la vida tras ingerir desengrasante que fue colocado en su bebida por compañeros de trabajo en un centro comercial. Antes de este hecho fatal, había denunciado ser víctima constante de burlas y hostigamiento: le robaban la comida, le ponchaban las llantas de su bicicleta, le escondían el celular y recibía amenazas.
El 30 de agosto, luego de regresar de su almuerzo, tomó de su botella de electrolitos sin saber que había sido adulterada. Horas más tarde presentó una fuerte intoxicación y fue hospitalizado en la Clínica 71 del IMSS, donde permaneció en estado crítico hasta su fallecimiento.
La Fiscalía General del Estado de Coahuila abrió una carpeta de investigación y solicitó los videos de seguridad, así como declaraciones de testigos, para deslindar responsabilidades. La familia exige justicia, señalando que lo que algunos calificaban como “juegos” fue en realidad un acoso cruel y sistemático que terminó en tragedia.
El caso de Carlos no es un hecho aislado: revela una verdad dolorosa sobre la cultura de la violencia disfrazada de chiste. En México, miles de personas enfrentan diariamente burlas, humillaciones y agresiones normalizadas bajo la etiqueta de “broma”. Sin embargo, lo que para unos genera risa, para otros significa dolor, miedo y, como en este caso, la muerte.
El bullying en el entorno laboral o escolar no es inocente: es una forma de violencia que erosiona la dignidad, la autoestima y, en ocasiones, cobra vidas. La indiferencia social y la falta de protocolos claros en instituciones y empresas contribuyen a que estas prácticas persistan sin consecuencias inmediatas.