06/05/2025
Santo Domingo Savio
Modelo de vida Cristiana de kínder "Belén"
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EL SANTO DE LA SEMANA
Santo Domingo Savio
6 de mayo
Nuestro peregrino de esperanza de esta semana guarda un lugar muy especial en la Iglesia Universal pues su testimonio de vida como mensajero de esperanza invita a todos los jóvenes a vivir la santidad de Dios en su vida diaria precediendo al Beato Carlo Acutis, que si bien será el primer santo “millenial”, Santo Domingo Savio es el primer santo no mártir más joven en ser canonizado, por lo que esta semana meditaremos sobre su vida y pediremos su intercesión.
Santo Domingo Savio nació 1842 en Italia y desde muy pequeño sintió el llamado al sacerdocio. En 1854 cuando conoció a San Juan Bosco pidió ingresar a su oratorio en Turín. Era de espíritu alegre, le gustaba jugar y estudiar y cada que tenía la oportunidad exclamaba: “¡Quiero ser santo!”, por lo que evitaba cualquier cosa que pudiera fracturar su amistad con Jesús, a quien amaba demasiado, amor que le manifestaría con estas palabras: “Sí, Dios mío, os lo he dicho y os lo vuelvo a repetir: os amo y quiero seguir amándonos hasta la muerte. Si veis que he de ofenderos, mandadme la muerte; sí, antes morir que pecar”.
Organizó un grupo de amigos devotos llamado la “Compañía de la Inmaculada”, para la que escribió un “reglamento” que San Juan Bosco aprobaría haciéndole mínimas modificaciones. Junto a sus compañeros de la ‘Compañía’ frecuentaba los sacramentos, rezaba el Rosario, ayudaba en los quehaceres domésticos y cuidaba de los niños más difíciles. Santo Domingo en una ocasión pidió a Don Bosco ir a visitar a su madre enferma a la que le regalaría un escapulario como signo de la compañía de la Virgen en el embarazo que le estuviera ocasionando grandes dolores, del cual nacería su hermana Catalina sin mayores complicaciones.
La salud de Santo Domingo se resquebrajó a los pocos días de haber vuelto al oratorio por una pulmonía por lo que el joven santo tuvo que despedirse de San Juan Bosco y antes de morir alcanzó a exclamar: “¡Qué cosa tan hermosa veo!, ¡bendita visión del cielo!” y partió a la casa del Padre el 9 de marzo de 1857 a los catorce años.
Años después en sueños se le apareció a San Juan Bosco fulguroso de túnica blanca y ceñido de rojo, coronado de rosas junto a otros jóvenes que según Don Bosco parecían como ángeles, entre los mensajes de Santo Domingo Savio a Don Bosco se destaca el del ramillete de flores que pidió dijera a los jóvenes que se esmeraron por obtenerlos pues cada flor representaba las virtudes que más agradaban a Dios. La rosa símbolo de la caridad; la violeta, de la humildad; el girasol, de la obediencia; la genciana, de la penitencia y de la morti¬ficación; las espigas, de la Comunión frecuente; el lirio de la castidad y la siempreviva de que estas virtudes han de ser perennes, simbolizando la perseverancia. Y la devoción a María quién sería, según el sueño de Don Bosco, el mayor consuelo de Santo Domingo a la hora de morir, por lo que le pedía que le dijera sus jóvenes que siempre la invocaran pues su devoción era grata a los ojos de Jesús.
La reflexión de esta semana es dada por el mismo Santo Domingo Savio quien nos invita a invocar la intercesión de María diariamente, por ello esta semana rogaremos a María por todos los jóvenes del mundo y pensaremos también que hemos hecho para merecernos ese ramillete de flores que adornaban como premio a Santo Domingo Savio por haber practicado hasta el final las virtudes que agradan a Dios.
Santo Domingo Savio, ruega por nosotros.