
20/07/2025
IDENTIFICA LA HERIDA DE ABANDONO Y COMO EMPEZAR A SANAR..
La herida de abandono: entendiendo y sanando desde el interior
¿Qué es la herida de abandono?
La herida de abandono es una de las cinco heridas emocionales fundamentales que se forman generalmente en la infancia. Esta herida surge cuando un niño se siente emocional, física o mentalmente desatendido por sus figuras de apego, como padres o cuidadores. No necesariamente implica un abandono literal (como el alejamiento físico), sino más bien una sensación profunda de soledad, desprotección o desconexión.
Causas comunes
Padres emocionalmente ausentes o poco disponibles.
Falta de atención, afecto o validación.
Separación o divorcio de los padres.
Enfermedades o muertes en la familia.
Sentirse ignorado o rechazado.
Manifestaciones en la vida adulta
Miedo excesivo a la soledad o al rechazo.
Relaciones dependientes o necesidad constante de validación.
Ansiedad de separación.
Celos y posesividad.
Sentimiento de vacío constante.
Dificultad para estar solo.
Baja autoestima.
Muchas veces, las personas con esta herida adoptan el rol de "dependiente emocional", buscando desesperadamente compañía o atención, aunque sea en relaciones tóxicas.
Cómo empezar a sanar la herida de abandono
Sanar esta herida requiere un proceso consciente de autoconocimiento, amor propio y liberación emocional. Aquí tienes pasos prácticos:
1. Reconoce la herida
Acepta que existe, sin culparte.
Identifica tus patrones emocionales y relacionales repetitivos.
2. Valida tus emociones
Permítete sentir tristeza, enojo, miedo o vacío.
No minimices tu dolor ni lo compares con el de otros.
3. Trabaja en tu niño interior
Visualiza a tu “yo” infantil y háblale con compasión.
Escríbele cartas para expresarle amor y protección.
Realiza actividades que lo hagan sentirse cuidado y escuchado.
4. Fortalece tu independencia emocional
Aprende a disfrutar tu propia compañía.
Crea rutinas de autocuidado: meditación, ejercicio, arte, escritura.
Establece límites sanos en tus relaciones.
5. Reprograma creencias
Cambia pensamientos como “no merezco amor” por “soy digno de amor”.
Usa afirmaciones positivas diarias:
“Yo me acompaño, yo me cuido, yo no me abandono.”
6. Rodéate de vínculos seguros
Busca relaciones donde haya respeto, presencia y estabilidad.
Aleja vínculos que reafirmen tu herida (personas frías, evasivas o manipuladoras).
7. Busca ayuda profesional
Un terapeuta puede ayudarte a identificar el origen exacto y acompañarte en el proceso de sanar.
Terapias recomendadas: terapia de trauma, terapia del niño interior, terapia cognitivo-conductual
Frase para recordar en tu proceso:
> “Sanar no es olvidar el abandono, es aprender a no abandonarte nunca más a ti mismo.
Créditos a su autor/a