25/06/2025
CHISPAZO/
EMPRESARIOS “ACUARTELADOS”
Felipe Guerrero Bojórquez
Ayer el gobernador Rubén Rocha sostuvo una reunión con empresarios y líderes camarales de Mazatlán, quienes para el efecto fueron citados en la Tercera Región Militar con entrada restringida, bajo la precisa instrucción que el cónclave no trascendiera a los medios de comunicación. Y a parte de acuartelarlos, a los empresarios les solicitaron “cooperación voluntaria” para algunas obras obras de regeneración de espacios públicos.
Si, así como usted lo lee. La reunión no se realizó en los espacios naturales de los empresarios que debieran presumir instalaciones de alto nivel turístico y seguros. No, no se efectuó en alguno de los salones del Centro de Convenciones, ni en algún hotel, teatro, auditorio, restaurant, área de playa, Centro Histórico, que ofrecieran congruencia con la idea del desarrollo, la promoción, la inversión y, sobre todo, la seguridad pública.
No, esa reunión se realizó de manera cuasi secreta en las instalaciones militares y sin que trascendiera a los medios. Nada de otros invitados sino solo quienes recibieron la invitación expresa. ¿Hablar de seguridad pública, reactivación económica, promoción turística y un punto denominado “fortalecimiento de atención a las causas”, blindados en un cuartel militar? ¿Por qué? ¿Cuál fue el motivo de realizar esta reunión en un espacio que, por lo contrario, envía señales de que, para efectuarla, se requiere protección? ¿Quién se cuida de quién? Porque, para tratar el tema de la inseguridad, qué mejor que los militares acudan a las instalaciones naturales de las organizaciones civiles. Eso sería lo más lógico.
El boletín oficial girado ayer por la tarde, solo exhibe la fotografía de la alcaldesa de Mazatlán Estrella Palacios, quien también fue invitada, el gobernador Rubén Rocha y uno de los mandos militares. Nomás. Pero no aparece el grupo de empresarios invitados. Todo escueto, nada de fotos o videos de los participantes. Nada de espacios abiertos y nada que hiciera mención que la reunión se llevó a cabo en las instalaciones militares. Como si se tratara de un ambiente clandestino, o como si viviéramos en un régimen militar donde las organizaciones sociales y empresariales tuviesen que plegarse a los estrictos criterios de la inteligencia castrense. No es que así haya sido, sino que innecesariamente así parece.
Se entiende que el evento no fue organizado ni convocado por la cúpula castrense con sede en Sinaloa, cuyos integrantes se han mostrado respetuosos, e incluso, para ser justos, algunos de ellos, como el General Porfirio Fuentes Vélez, Comandante de la Novena Zona Militar, ha participado en conferencias abiertas organizados por los clubes de Leones, en Culiacán y Mazatlán y por la Junta de Asistencia Privada, cuyos promotores activos han sido el Lic. Roque Mascareño Chávez y el Lic. Sergio Rochín Trujillo, uno de los pocos sinaloenses que le entienden al tema de la prevención social y el combate a las causas.
¿Pero qué fue lo que ocurrió en el contexto de esa reunión? Nada nuevo. Nada que haya tenido que ver con inversiones y el verdadero desarrollo de fondo de Mazatlán. Es más, para el gobierno del estado “el momento clave” es que ya se inician las vacaciones de verano, gestionar el arribo de cruceros y “darle seguimiento a este tipo de encuentros con el sector empresarial y las cámaras”. Hasta ahí. No, no hubo la presentación de un plan de desarrollo de mediano y largo plazo; nada que tenga que ver con financiamiento gubernamental para atender ese dolor de cabeza que se llama drenaje y conducción del agua. Tampoco estrategia para la reactivación de fondo del comercio en zonas económicas y turísticas focalizadas, como el Centro Histórico, los mercados, principalmente el Pino Suárez, el malecón, la Zona Dorada y Cerritos. Menos en la zona rural, donde la visión de desarrollo se t**a con cheques de cinco mil pesos y tan tan.
Eso sí, a la hora de llegar al punto del llamado “fortalecimiento de las causas” (que generan la violencia), los señores del gobierno salieron con la gran idea de regenerar espacios en áreas “degradadas”, y no faltó la propuesta de caerle a una área de la colonia Juárez que llevará el nombre de Marco Verde; incluso de meterle mano al parque de “Ciudades Hermanas”, por lo que, de entrada, hicieron sentir la pobreza del gobierno en la consideración de que para este tipo de proyectos deberían aportar “voluntariamente”. Y aunque entre los empresarios ahí reunidos se miraban unos a los otros como diciendo “no tenemos ni para la nómina”, no faltaron dos valientes que le brincaron al ruedo: El señor de los tenis, Don Oscar Sánchez, y el señor Petroil, Don Amado Guzmán Reynaud.
Total, que los señores empresarios salieron de la reunión peor que como entraron: Rascándose la cabeza y buscando la cuadratura de ese “desarrollo económico y turístico del municipio” que les pintaron, cuidándose que en el trayecto no los fuesen a despojar de sus vehículos, o esperando un positivo reporte de las ventas que han bajado hasta en un 30 por ciento; o llamando a sus oficinas, en espera de la buena noticia que esta vez no hubo reservaciones canceladas. Pero se dice que sí tocaron el tema de la seguridad, principalmente del aumento en el robo de vehículos. Pero luego habrá noticias porque el espacio se agotó.