
19/09/2025
La herencia que más destruye familias… no son las deudas, es una casa.
Hace unos días me atreví a preguntarle a mis padres:
—“¿Qué quieren hacer con la casa? ¿La van a repartir entre los cinco hijos? ¿O prefieren venderla y comprarse algo más pequeño para ustedes?”
Ellos se quedaron callados… y yo también me quedé pensando.
¿Por qué esa costumbre tan antigua de dejarles la casa a los hijos?
Si a nosotros no nos costó esfuerzo, ni desvelos, ni lágrimas, ni sudor.
Esa casa les costó a ellos, no a nosotros.
La verdad es dura, pero real:
Cuando los padres dejan una casa como herencia, muchas veces los hijos dejan de ser hermanos… y se convierten en enemigos capaces de pelear como fieras por algo que jamás construyeron.
Padres, si de verdad nos aman, no nos dejen problemas.
No carguen con esa tradición que destruye familias.
Vendan, disfruten, viajen, conozcan la playa, rían, gasten lo que tanto les costó.
Regálense la vida que se merecen.
Porque el mejor legado que nos pueden dejar… no es una casa,
es el ejemplo de haber vivido felices hasta el final.
Tomado de Amor y Reflexiones