Ministerio Juvenil Puerto México

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Ahora que eres joven  «Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han llegado los tiempos difíciles; ya v...
01/08/2025

Ahora que eres joven

«Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven y que aún no han llegado los tiempos difíciles; ya vendrán años en que digas: "No me trae ningún placer vivirlos"». Eclesiastés 12: 1

Son casi la una de la mañana mientras redacto estas palabras.* Acabo de presenciar los terribles efectos de la muerte. Hace apenas unas horas, recibí la devastadora noticia del fallecimiento de mi amigo Neldy Soto en un trágico accidente de tránsito. Neldy, un joven miembro de una de las iglesias que tengo el privilegio de pastorear, desempeñaba el papel de director de diáconos. Me resulta imposible encontrar las palabras adecuadas para expresar la profunda agonía que embarga a sus seres queridos y el dolor que siento al contemplar cómo la muerte ha segado la vida de un joven tan prometedor. Hoy, deseo compartir contigo algunas reflexiones que surgen en mi mente en medio de esta dolorosa experiencia.

En primer lugar, querido joven, la vida es corta, ¡disfrútala! El Sabio dice: «Diviértete, joven, ahora que estás lleno de vida; disfruta de lo bueno ahora que puedes» (Eclesiastés 11: 9). La vida se nos va en un abrir y cerrar de ojos. Así que en medio de las responsabilidades te invito a que disfrutes al máximo tu paso por este mundo: ríe, canta, tómate fotos, comparte con tus seres queridos y come la comida que te gusta, porque nuestro tiempo aquí es limitado.

En segundo lugar, y no por eso menos importante, recuerda colocar todo en la perspectiva correcta. Aunque Salomón nos insta a disfrutar la vida, él complementa el versículo anterior con la siguiente oración: «Pero recuerda que de todo ello Dios te pedirá cuentas» (Eclesiastés 11: 9). Por eso el Sabio dice: «Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven». Dios comprende nuestra propensión a olvidar y distraernos, por eso nos insta a recordarlo en nuestra juventud. Mientras llevas a cabo tus quehaceres diarios, tómate un momento para recordar a tu Creador.

Finalmente, no deseo concluir esta reflexión con un tono sombrío. Aunque en unas pocas horas me tocará oficiar en el sepelio de Neldy, para él será tan solo un instante pasajero, y lo próximo que experimentará será a Cristo levantándolo de la tumba para morar con él por la eternidad. Ser cristianos es vivir con esperanza. Momentos como este hacen que desee que Jesús regrese pronto. Pero mientras eso sucede, disfruta la vida, acuérdate de tu Creador y nunca pierdas la esperanza.

Manuscritos imperfectos  «Todos nosotros somos como un hombre impuro; todas nuestras buenas obras son como un trapo suci...
31/07/2025

Manuscritos imperfectos

«Todos nosotros somos como un hombre impuro; todas nuestras buenas obras son como un trapo sucio; todos hemos caído como hojas marchitas, y nuestros crímenes nos arrastran como el viento». Isaías 64: 6

Jorge, perdona que no te entregué el manuscrito a tiempo, pero tenía mucho que corregirle. Aquí te va». Cada mes recibo varios correos como este de personas a las que les pido que escriban para alguna de las revistas que dirijo. Lamentablemente, la gran mayoría de los escritores cree que deben presentar un manuscrito «perfecto» para que pueda ser publicado. Por otro lado, hay personas que, al entregar sus manuscritos, añaden una nota que dice: «Aquí está lo solicitado, tienes mi permiso para modificar lo que gustes».

Un grupo se retrasa y no cumple con los plazos, tratando de perfeccionar el texto, mientras que el otro grupo está tan seguro del trabajo que ha realizado que cree que no hay nada más que corregir. ¡Y ambos están equivocados! La realidad es que, si los manuscritos llegaran a mis manos en estado de perfección, yo me quedaría sin trabajo; pues la función principal de un editor es corregir la ortografía, gramática, sintaxis y coherencia de un texto. Y no importa cuán bien escribas, siempre se puede mejorar un poco más.

Al meditar en mi vida, me doy cuenta de que suelo acercarme a Dios con la misma mentalidad con la que muchos escritores abordan el proceso de escritura y edición. A menudo suponemos que necesitamos corregir todos nuestros errores antes de entregar nuestras vidas al Señor. Otros somos tan ingenuos que creemos que tenemos que darle permiso a Dios para «corregir lo necesario» en nuestro carácter. La realidad del asunto es que, si yo pudiera «editar» mi vida y «corregir lo necesario», ¡Dios se quedaría sin trabajo! En El camino a Cristo, Elena G. de White resume la idea con las siguientes palabras: «No puedes expiar tus pecados pasados, no puedes cambiar tu corazón y hacerte santo. Pero Dios promete hacer todo esto por ti mediante Cristo» (pp. 77-78).

Todos somos manuscritos imperfectos en las manos del Editor divino. Nuestras buenas obras son trapos sucios delante de él (Isaías 64: 6), pero su poder produce en nosotros tanto «los buenos deseos» como la capacidad de «llevarlos a cabo» (Filipenses 2: 13). No lo dudes más, deja que el Señor edite tu vida.

El Pasaje más subrayado  «No se preocupen por nada». Filipenses 4: 6, TLA  En su libro Worry Less, Live More, Robert J. ...
29/07/2025

El Pasaje más subrayado

«No se preocupen por nada». Filipenses 4: 6, TLA

En su libro Worry Less, Live More, Robert J. Morgan ilustra el serio problema de ansiedad que nuestro mundo enfrenta. En la página 13 de su libro, Morgan señala que Amazon, la compañía creadora de Kindle, el dispositivo y programa de lectura digital, rastrea los pasajes que las personas resaltan al leer los libros. De hecho, cada vez que leo en Kindle puedo ver las secciones que las demás personas han resaltado y tengo la opción de resaltar la misma porción en mi libro.

Hace unos años Amazon publicó una lista de los pasajes más subrayados en algunos de los libros más leídos en la plataforma. Libros como Orgullo y prejuicio, Los juegos del hambre o la serie de libros de Harry Potter. Como parte de la lista, Amazon también publicó los pasajes más subrayados de la Biblia. ¿Cuál crees que fue el pasaje más subrayado por los usuarios de Kindle? ¿Juan 3: 16? ¿El Salmo 23? ¿El Padrenuestro? No, ninguno de estos famosísimos pasajes fue el más resaltado, sino Filipenses 4: 6-7: «No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo» (TLA).

«No se preocupen por nada», es el consejo de Pablo para vencer la ansiedad. Ahora bien, la clave se encuentra en las dos frases que están antes y después de «no se preocupen por nada». El versículo 5 finaliza con la expresión «el Señor está cerca». Dios no «estuvo» ni «podría» estar cerca, sino que lo está. Es una realidad presente. El versículo 6 nos invita a expresarle nuestras preocupaciones en oración. Como resultado, «Dios nos dará su paz».

Dios está cerca, su mano nos guía en medio de los desafíos, él nos escucha cuando oramos. El Señor está cerca, no estás solo, Dios está al control de tu vida. Así que «no se preocupen por nada» no es un mandamiento que tenemos que cumplir, sino una promesa para todos los que recordamos que el Señor está cerca, es un privilegio que ya nos pertenece por lo que somos en Cristo.

Excelencia  «Hagan lo que hagan, háganlo bien». Colosenses 3:23, NBV  Hace algunos años escuché hablar de Nordstrom, la ...
28/07/2025

Excelencia

«Hagan lo que hagan, háganlo bien». Colosenses 3:23, NBV

Hace algunos años escuché hablar de Nordstrom, la famosa cadena de tiendas por departamentos que presume poseer el mejor servicio al cliente en Estados Unidos.

Se cuenta que un caballero decidió aprovechar un especial de trajes que Nordstrom ofrecía. El traje que escogió estaba en oferta con la condición de que no podía ser alterado el mismo día, sino al día siguiente. El caballero accedió y dejó las prendas en manos del sastre. Al día siguiente debía viajar de Dallas a Seattle por razones de trabajo, pero cuando pasó a recoger el traje, ¡no estaba listo! Así que siguió rumbo al aeropuerto y abordó el vuelo que lo llevaría a Seattle.

Varias horas después, cuando el caballero llegó al hotel, ¿sabes lo que encontró en su habitación? ¡El traje! Pero además del traje había tres hermosas corbatas de seda que él no había ordenado y una nota del vendedor pidiendo disculpas por el retraso. El vendedor había llamado a la casa del caballero, había investigado su ruta, hotel y habitación y le había enviado el traje con la compañía más rápida de envíos.

La excelencia es una cualidad deseada, pero ¿qué significa realmente? ¿Es solo tener buenas calificaciones, ganar premios o lograr metas? ¿O hay algo más profundo y trascendente que define la excelencia? La Biblia nos enseña que la excelencia no es solo un resultado, sino una actitud. No se trata solo de lo que hacemos, sino de cómo lo hacemos y para quién lo hacemos. La excelencia es hacer todo lo mejor que podamos, con los dones y talentos que Dios nos ha dado, para su gloria y su propósito. Esto significa que nuestro trabajo, nuestros estudios, nuestras relaciones, nuestras aficiones, y todo lo que hacemos en la vida, debe ser una ofrenda de amor y gratitud al Creador.

La excelencia también implica un compromiso con el crecimiento y el aprendizaje continuo. Es no conformarse con lo mínimo o lo mediocre, sino de esforzarse por mejorar cada día con la ayuda de Dios. Esto no se logra de la noche a la mañana, sino que es un proceso que requiere dedicación, disciplina y dependencia de Dios. Tampoco se mide por los estándares del mundo, sino por los principios del reino de los cielos. Te invito a preguntarte hoy: «¿Estoy viviendo con excelencia?».

El sermón que cambió el mundo  «Soy una voz que clama en el desierto: "¡Abran camino para la llegada del Señor!"». Juan ...
25/07/2025

El sermón que cambió el mundo

«Soy una voz que clama en el desierto: "¡Abran camino para la llegada del Señor!"». Juan 1: 23, NTV

Era el domingo previo a la Navidad y la iglesia estaba repleta. En la primera fila se encontraban las principales autoridades. Entonces el predicador subió al púlpito y empezó su sermón: «"Voz del que clama en el desierto". Todos están en pecado mortal por la crueldad y tiranía que tienen con estas inocentes gentes. Respondan, ¿con qué derecho tienen en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Estos, no son hombres? ¿No están ustedes obligados a amarlos como a ustedes mismos? Tengan por cierto que en el estado en que ustedes están no se pueden salvar más que los que carecen y no quieren la fe en Jesucristo».*

La congregación abandonó la iglesia alborotada. Diego Colón, gobernador de La Hispaniola (hoy República Dominicana), le exigió al fraile que se retractara. Sin embargo, el domingo siguiente, 28 de diciembre de 1511, Antón Montesino volvió a tronar con un tono de voz aún más fuerte, valiente, decidido y desafiante. Esta vez amplió las denuncias de los maltratos y abusos contra los indígenas, proporcionando nombres y apellidos.

Este sermón, conocido como «el sermón de Adviento», marcó un antes y un después. Tres años más tarde, Bartolomé de las Casas renunció como comendero y se dedicó a defender los derechos de los nativos. Además, la idea de la dignidad humana propuesta por estos frailes se difundió por todo el mundo, contribuyendo a la abolición de la esclavitud y el reconocimiento de los derechos humanos.

El mundo hoy continúa siendo un desierto. Nos cuesta recordar que todos fuimos creados a imagen de Dios, que todos somos iguales, y que el «dominio» que Dios le dio al ser humano se limita «a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran» (Génesis 1: 28). Por eso, aún hoy, se necesitan voces como la de Antón Montesino, voces como la tuya y la mía, que preparen el mundo para el regreso de Jesús.

Cada día hemos de pedirle a Dios que nos dé la capacidad de contemplar la imagen de Dios en los que nos rodean. Amar al prójimo como a uno mismo es la prueba irrefutable de que la imagen de Dios está siendo reflejada en nuestras vidas.

Todo el tiempo  «¡En Dios nos gloriaremos todo el tiempo y por siempre alabaremos tu nombre!». Salmos 44: 8, RV95  ¿Algu...
24/07/2025

Todo el tiempo

«¡En Dios nos gloriaremos todo el tiempo y por siempre alabaremos tu nombre!». Salmos 44: 8, RV95

¿Alguna vez te has preguntado por qué buscamos a Dios solo cuando las cosas van mal? ¿Por qué nos olvidamos de él cuando todo parece ir bien? ¿Qué nos impide tener una relación constante y profunda con nuestro Creador? Jonás clamó a Dios solo cuando se encontró dentro del vientre del pez (ver Jonás 2: 1); pero tan pronto estuvo en tierra firme, manifestó una actitud desafiante ante el Señor (ver Jonás 4). Sansón pasó toda una vida violando su voto de nazareato; pero cuando estuvo cautivo clamó al Señor (ver Jueces 16: 28). Manasés fue uno de los peores reyes de Judá; «pero cuando se halló en aflicción, invocó al Señor su Dios, y se humilló profundamente ante el Dios de sus antepasados» (2 Crónicas 33: 12).

No me malinterpretes, Dios siempre nos escucha; Dios siempre nos contesta, especialmente cuando estamos en aprietos. Dios no se aleja de nosotros cuando nos equivocamos; él sacó a Jonás del fondo del mar; le devolvió las fuerzas a Sansón y restauró a Manasés. Pero ante la tendencia humana de solo buscar a Dios cuando estamos en problemas, ¿no crees que sería mejor para nosotros buscar al Señor siempre?

Buscar a Dios en todo momento significa obedecer su voluntad, aunque no nos guste o no la entendamos. Dios sabe lo que es mejor para nosotros y para los demás, y tiene un propósito para cada situación. Buscar a Dios en todo momento significa confiar en su presencia, aunque no la sintamos o no la veamos. Buscar a Dios en todo momento significa reconocer su poder. Él puede usar lo malo para bien, y lo pequeño para grande. Buscar a Dios en todo momento significa agradecer su gracia, aunque no la merezcamos.

Isaías nos invita a buscar al Señor mientras podemos encontrarlo, a llamarlo mientras está cerca (ver Isaías 55: 6) y hoy es el mejor momento para hacerlo. Mi relación con Dios no debe depender de las circunstancias ni de mis emociones. No esperemos a que las cosas se pongan mal para buscar a Dios. Busquémoslo siempre, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Solo así podemos conocerlo más, amarlo más y servirlo mejor. De este modo, encontraremos la verdadera paz, la auténtica alegría y el verdadero sentido de la vida.

Chatear con Jesús  «Oh, Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras». Salmo...
22/07/2025

Chatear con Jesús

«Oh, Dios, a ti mi voz elevo, porque tú me contestas; préstame atención, escucha mis palabras». Salmos 17: 6

¿Te imaginas cómo luciría una conversación con Jesús por mensaje de texto? Suena extraño, lo sé, pero no tienes que usar tu imaginación para dar una respuesta.

En 2023, se informó que la empresa desarrolladora Catloaf Software había creado la aplicación Text Jesus, una herramienta «impulsada por inteligencia artificial (IA) que permite a los usuarios enviar mensajes de texto con imágenes de Jesús y de otros personajes bíblicos. Según la página Web de Text Jesus, su plataforma funciona con ChatGPT y replica las características de un servicio de mensajería instantánea, permitiendo a los usuarios "embarcarse en un viaje espiritual" y participar "en conversaciones esclarecedoras con Jesucristo" y otros personajes bíblicos».^

En realidad, no es necesario depender de una conexión a Internet, una aplicación o el acceso a la inteligencia artificial para entablar una conversación con Jesús. Contamos con un mecanismo mucho más efectivo: la oración. A diferencia de una aplicación que simula las respuestas de Jesús, la oración nos conecta directamente con el trono del universo. La oración «no hace descender a Dios hasta nosotros, sino que nos eleva a nosotros hacia él». De manera que conviene orar en las mañanas, antes de salir a enfrentar los retos de la vida; conviene orar antes de tomar una decisión importante o cuando la depresión toca la puerta.

Sin embargo, hay un aspecto que a menudo pasamos por alto en relación con la oración. Si orar implica hablar con Dios como lo haríamos con un amigo, pero en la oración solo yo hablo, ¿cómo puede considerarse una conversación? La oración no se limita únicamente a dirigirnos a Dios, sino también a escucharlo. Por eso, la lectura de la Biblia debería integrarse en el acto de orar. Cuando oro, me dirijo a Dios; pero cuando leo la Biblia, es Dios quien se dirige a mí.

Es reconfortante saber que cuando oramos, Dios nos escucha, y que él presta atención a nuestras súplicas y peticiones. En todo momento, en todo lugar, podemos ponernos en contacto con el Rey del universo. ¿No te gustaría iniciar este día hablando con Dios?

Pensando en Roma  «Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer l...
21/07/2025

Pensando en Roma

«Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó». Génesis 1: 27, NTV

A mediados de septiembre de 2023, recibí un mensaje de WhatsApp de una amiga que decía: Jorge, ¿con qué frecuencia piensas en el imperio Romano? Después de reflexionar por un momento, le respondí: «Aproximadamente dos o tres veces por semana, sin contar las ocasiones en las que pienso en los tiempos del Nuevo Testamento». Su reacción fue de sorpresa; me indicó que nunca pensaba en el Imperio Romano y me preguntó qué me llevaba a pensar en ellos. Le expliqué que me venían a la mente al considerar temas como carreteras, acueductos, el Senado, los emperadores y cómo la decadencia moral contribuyó a la ruina del imperio.

Después me enteré de que la pregunta formaba parte de una tendencia en las redes sociales que consistía en preguntar a los hombres qué tan a menudo pensamos en el Imperio Romano. Aparentemente, los hombres reflexionamos sobre ese tema con bastante frecuencia, mientras que las mujeres casi nunca lo hacen, prefiriendo pensar en cómo se sintieron en determinadas situaciones, en muebles, para el hogar o en bebés.

Creo que esta tendencia ilustra las diferencias entre hombres y mujeres. A su vez, esto demuestra la creatividad con la que Dios nos creó. Hombres y mujeres pensamos, hablamos, sentimos y aprendemos de manera diferente.

Reconocer, entender y aceptar esas diferencias nos ayudará a ser un mejor complemento para el s**o opuesto y también nos complementará mejor a nosotros mismos. Necesitamos tanto el pensamiento abstracto como el concreto. Es esencial tener personas que reflexionen sobre el surgimiento y la caída de grandes civilizaciones, pero también necesitamos individuos que nos mantengan con los pies en la tierra y nos recuerden que los detalles prácticos, como cambiar los pañales de un niño, son igualmente importantes.

Pensar en el imperio Romano o en las emociones no quiere decir que un s**o sea mejor que el otro. «Somos iguales, incluso al ser diferentes. Poseemos ventajas en un aspecto y desventajas en otros. Aceptar esto nos ayudará a dejar de tratar de hacer a los demás más como nosotros».* Qué aburrido sería el mundo si todos pensáramos de la misma manera. Y qué bueno que Dios nos ha creado como seres diversos en pensamiento. Aprendamos a amarnos y valorarnos, así como somos.

Es mejor dar que recibir  «Hay más dicha en dar que en recibir». Hechos 20: 35  ¿Alguna vez te has preguntado quién fue ...
18/07/2025

Es mejor dar que recibir

«Hay más dicha en dar que en recibir». Hechos 20: 35

¿Alguna vez te has preguntado quién fue el hombre más rico que haya existido sobre la tierra? Según el New York Times, esa persona fue John D. Rockefeller. Desde una edad temprana, estableció la filosofía de su vida: «No trabajes por el dinero, deja que el dinero trabaje por ti». A los 23 años, Rockefeller ya era millonario. A los 50, acumulaba miles de millones y era conocido como «el hombre más rico del mundo». Llegó a controlar el noventa por ciento de la extracción, refinación, transporte y distribución de petróleo en Estados Unidos.

A pesar de su inmensa fortuna, Rockefeller era un hombre miserablemente rico. En su obsesión por acumular riquezas y alcanzar el éxito, sacrificó su salud. A los 53 años, su cuerpo estaba deteriorado por enfermedades, y se dice que los médicos le dieron menos de un año de vida. Su deterioro físico tenía sus raíces en su actitud egoísta; deseaba monopolizar todo para sí mismo, sin compartir con los demás. Su lema en los negocios era: «La competencia es un pecado, por eso la eliminamos». Ahora la codicia lo estaba destruyendo. El hombre que podía comprar cualquier restaurante del mundo tenía que seguir una dieta de leche y galletas.

Durante esta crisis, Rockefeller reevaluó su vida y tomó una decisión trascendental: compartir una parte de su fortuna con los demás. Comenzó a contribuir con iglesias, hospitales e investigaciones médicas. Al reflexionar sobre su propia mortalidad, se cuestionó por qué no invertir en algo que perdurara más allá de su propia existencia. Fundó la Universidad de Chicago y la Universidad Rockefeller en Nueva York. Este cambio radical no solo revitalizó al magnate, sino que también le devolvió la salud. Su generosidad demostró ser terapéutica; tanto es así que John D. Rockefeller vivió hasta los 97 años.

Las palabras de Cristo conservan hoy en día el mismo valor que cuando él las pronunció: «Hay más dicha en dar que en recibir». Vivir una vida de servicio abnegado no solo beneficia a otros, también nos hace bien a nosotros mismos. El investigador Philippe Tobler, de la Universidad de Zúrich, afirmó: «No es necesario convertirse en un mártir abnegado para sentirse más feliz. Basta con ser un poco más generoso».* «Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo», ¿no te parece que podemos dar un poco más?

Luz en las tinieblas  «Tu luz brillará en la oscuridad». Isaías 58: 10  Aunque la Biblia no es un libro de historia, con...
17/07/2025

Luz en las tinieblas

«Tu luz brillará en la oscuridad». Isaías 58: 10

Aunque la Biblia no es un libro de historia, contiene datos que dan profundidad a su mensaje. Me llama la atención la lista de funcionarios que Lucas menciona al iniciar su Evangelio (ver Lucas 3: 1-2). ¿Por qué están estos nombres aquí? ¿Son solo una referencia cronológica? No. Parece que Lucas está tratando de pintarnos el panorama general de la época. Echemos un vistazo a estos nombres.

Tiberio: Fue una persona emocionalmente inestable, injusta, cruel y entregada a la se*******ad. Sus miedos y sospechas lo llevaron a ordenar la muerte de muchos de sus seres más cercanos. Después de sembrar el terror en sus últimos años y caer enfermo, acabó siendo asesinado.*

Poncio Pilato: «La carrera de Pilato y la forma en que trató a Jesús revelan su carácter: mundano, dispuesto a juzgar con justicia siempre y cuando ello no le implicara ningún inconveniente personal. Dispuesto a cometer un crimen que le fuera de provecho, y sin preocuparse por sus deberes, sino por sus intereses».

Herodes Antipas: Fue famoso por haber tomado la esposa de su hermano Herodes Filipo, Herodías. Ella lo indujo a decapitar a Juan el Bautista (Mateo 14: 1-12). Torturó a Jesús y lo envió a Pilato (Lucas 23: 6-12).

Anás y Caifás: La Biblia dice que le celebraron un proceso judicial cuestionable a Jesús y luego instigaron a Pilato a que lo crucificara. Han pasado a la historia como sinónimos de envidia, corrupción y odio.

Después de presentar esta retahíla de villanos y corruptos, Lucas prosigue: «Por aquel tiempo, Dios habló en el desierto a Juan, el hijo de Zacarías» (Lucas 3: 2). En medio de las tinieblas políticas y espirituales, Dios levantó una luz: Juan, portador de un mensaje de arrepentimiento y perdón de los pecados para un pueblo ansioso por escuchar la Palabra divina.

Si evaluamos nuestra época a través de la conducta de los líderes mundiales, la situación podría parecer similar o incluso peor que en tiempos pasados. Sin embargo, en medio de la confusión y la intolerancia, Dios te dirige un mensaje, te llama a ser la luz en el mundo, te insta a ser su emisario, llevando su amor y gracia por doquier. Independientemente de las circunstancias que te rodeen, Dios puede emplearte como instrumento. Él está llamando a jóvenes para su servicio, y hoy tienes la oportunidad de marcar la diferencia en el mundo.

Movimiento sin progreso  «Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección». Proverbios 6:...
15/07/2025

Movimiento sin progreso

«Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección». Proverbios 6: 6

En febrero de 2023, Nicole Joseph y Hasina Mohyuddin se volvieron tendencia cuan do se supo que el correo que habían enviado a todo el Peabody College of Vandervilt, en el que expresaban sus condolencias después del tiroteo de la Universidad de Michigan, había sido escrito por ChatGPT. Los medios resaltaron cómo este caso es una muestra excepcional de pereza y falta de empatía.

Proverbios 26: 13-16 contiene una descripción en cuatro versos de la pereza. En palabras de Salomón, la gente perezosa:

1. Inventa excusas fantasiosas para no hacer lo que debe hacer (Proverbios 26:13). No enfrenta los retos ni asume sus responsabilidades, sino que se escuda en el miedo o la mentira.

2. No tiene propósito ni dirección, sino que se deja llevar por la inercia y la rutina. No busca mejorar ni progresar, sino que se conforma con lo mínimo. «¿En qué se parece el perezoso a la puerta? ¡En que los dos se mueven, pero ninguno avanza!» (Proverbios 26: 14, TLA). El haragán vive de las apariencias. Moverse para no moverse parece ser el colmo de la pereza.

3. Descuida su salud y su bienestar. Mete su mano en el plato, pero se cansa de llevarla a su boca (Proverbios 26: 15). No se preocupa por alimentarse bien ni por cuidar su cuerpo, sino que se deja dominar por la apatía y el desgano. No valora los dones que Dios le ha dado, más bien los desaprovecha o los malgasta. 4. Por último, se cree superior a los demás. En su propia opinión, es más sabio que siete que sepan aconsejar (Proverbios 26: 16). No escucha ni acepta la corrección ni el consejo, sino que se confía en su propia ignorancia y arrogancia. No reconoce sus errores ni sus limitaciones, sino que se engaña a sí mismo y a los demás.

La pereza constituye un obstáculo para nuestro crecimiento personal y espiritual. Nos impide desarrollar nuestro potencial, cumplir nuestra misión y glorificar a Dios con nuestra vida. ¿Sabes a cuánta gente perezosa Dios usó en la Biblia? ¡A ninguno! Dios siempre llamó a personas ocupadas y laboriosas. Así que no dejes que la pereza te robe la bendición de vivir una vida plena, feliz y útil. No dejes que te impida ser todo lo que Dios quiere que seas.

Dar en el blanco  «Entre todos estos hombres había setecientos zurdos que manejaban tan bien la honda que podían darle c...
14/07/2025

Dar en el blanco

«Entre todos estos hombres había setecientos zurdos que manejaban tan bien la honda que podían darle con la piedra a un cabello, sin fallar nunca». Jueces 20: 16

¿Qué tienen en común los zurdos del versículo de hoy con el pecado? Mucho más de lo que te imaginas. La mayoría estamos familiarizados con la definición de «pecado» como «infracción de la Ley» (1 Juan 3: 4). En el Antiguo Testamento, se emplean varias palabras para describir el pecado, ofreciendo así una perspectiva más profunda sobre este tema. Por ejemplo, «iniquidad» (en hebreo awon) describe una conducta retorcida; mientras que «transgresión», que es sinónimo de «rebelión» (en hebreo pesha), alude a traicionar la confianza de alguien. Pero la palabra que más se usa en todo el Antiguo Testamento es simplemente «pecado», que en hebreo es hatá.

¿Y qué significa hatá? Literalmente: «errar al blanco». Es «apuntar a un objeto concreto, pero no ser capaz de acertarle».* Ahora bien, sí, «pecar» es «errar al blanco», ¿cuál es el blanco? En el primer capítulo de la Biblia leemos que Dios nos creó a su imagen y conforme a su semejanza (Génesis 1: 26) y para que viviéramos en armonía con nuestros semejantes. De allí que «errar al blanco» equivalga a fallar en lo que respecta a estas dos grandes relaciones: amar a Dios y amar al prójimo (ver Mateo 22: 36-40).

Pecar es fallar en nuestra misión de ser seres humanos creados a la imagen de Dios. Es fallar a la hora de juzgar nuestra propia conducta, nuestros impulsos y motivaciones. La mala noticia es que todos somos pecadores (ver Romanos 3:23), pero la buena nueva es que Jesús se hizo humano y él sí dio en el blanco. Amó a Dios y amó al prójimo. Asumió la culpa de nuestros fracasos y tomó nuestro lugar en la cruz. Pedro lo resume de la siguiente manera: «Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca [...]. Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando mu***os a los pecados, vivamos a la justicia» (1 Pedro 2:22, 24, RV95).

Hoy, Jesús te ofrece un nuevo comienzo en el que puedes alcanzar la meta y amar a Dios sobre todas las cosas, así como a tu prójimo como a ti mismo. Es decir, una vida sin pecado. ¿Aceptarás la invitación?

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