Ministerio Juvenil Puerto México

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La reunión de las herramientas  «Hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo h...
07/07/2025

La reunión de las herramientas

«Hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos». 1 Corintios 12:6

Se cuenta que, en cierta ocasión, las herramientas del maestro carpintero decidieron llevar a cabo una reunión. El Ma****lo era el presidente de la asamblea, pero se le pidió que renunciara y abandonara la reunión porque hacía mucho ruido. Ma****lo respondió diciendo: «Si tengo que irme, Tornillo también debería irse, puesto que para que pueda hacer algo siempre tenemos que darle vueltas y vueltas». Tornillo dijo: Está bien, yo me voy si eso es lo que quieren, pero creo que doña Cepillo también debería irse, ya que ella no aporta nada en profundidad. Todo lo que hace es superficial». Doña Cepillo respondió inmediatamente: «Yo me voy, pero que se vaya también el hermano Regla, porque se la pasa midiendo a los demás como si él fuera el único correcto». El hermano Regla replicó: «Entonces, Papel de Lija también debería irse, ya que ella es muy abrasiva. Siempre anda restregándole a los demás las cosas en la cara».

La reunión se convirtió en una cofradía de quejas hasta que repentinamente apareció el carpintero, se puso su delantal y comenzó a construir una silla. Para eso, utilizó a Ma****lo, a Regla y a Cepillo; también a Tornillo, a Papel de Lija y a las demás herramientas de su taller. Cuando terminó, el Serrucho resumió lo que todos habían aprendido ese día: todas las herramientas fueron necesarias y útiles para construir la silla.

Esta anécdota nos recuerda que todos somos útiles en algún aspecto. Dios te ha diseñado para ejercer una función en el mundo, pero él no pretende que todos hagamos todo.

Para llevar una vida plena no tienes que ser como Fulano o Sutano. Dios te ha dado habilidades concretas, dones espirituales, y espera que los uses en tu desarrollo personal y espiritual. Las diferencias que compartimos con los demás no deberían ser un obstáculo para construir un mundo mejor, sino más bien el escalón que nos permita contribuir según nuestras habilidades, obteniendo así un resultado maravilloso para la gloria de Dios. Por supuesto, la mejor forma de alcanzar tu máximo potencial es colocándote en las manos del Maestro Carpintero: Cristo Jesús.

El precio de la libertad  «Y bien saben ustedes que, para liberarlos, Dios no pagó con oro y plata, que son cosas que no...
04/07/2025

El precio de la libertad

«Y bien saben ustedes que, para liberarlos, Dios no pagó con oro y plata, que son cosas que no duran; al contrario, pagó con la sangre preciosa de Cristo». 1 Pedro 1: 18-19, TLA

Un día como hoy, 4 de julio, pero de 1776, el Congreso Continental proclamó la independencia de las trece colonias americanas del imperio británico. Dando paso así a la formación de los Estados Unidos de Norteamérica.

Un informe de The Baptist Program señala que de las 56 personas que firmaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, cinco fueron capturadas por los británicos y torturadas antes de darles muerte; a doce les incendiaron sus hogares; dos de ellas perdieron sus hijos en la guerra y nueve perdieron sus propias vidas como soldados durante la guerra de independencia.* Todas estas personas firmaron la declaración a sabiendas de la posibilidad de recibir la pena de muerte si eran capturadas por las autoridades. El precio de la libertad era caro; sin embargo, su valor era incalculable.

Si bien la libertad de un país resulta preciosa, la libertad del alma vale mucho más. En Marcos 10: 45, Jesús se presenta como Aquel que vino para «dar su vida en rescate por todos» (RV95). Cuando Pedro repite la idea en su Carta, utiliza una figura conocida para sus lectores: la manumisión sacra. Este era un proceso legal mediante el cual un esclavo (o su benefactor) pagaba dinero al tesoro de un templo para que el dios honrado en dicho templo lo «comprara» o «rescatara» de su amo. Entonces, el esclavo sería propiedad de ese dios, pero en el contexto de la sociedad, era considerado una persona libre.

Nuestra libertad fue comprada con algo mucho más valioso que todo el oro y la plata del mundo: la sangre de Cristo. Así que tú vales mucho más que la independencia de cualquier país. El precio que Jesús pagó por ti te otorga un valor incalculable. Además, te brinda la oportunidad de vivir una vida plena. Ahora que ya no estás esclavizado por el pecado, te has convertido en propiedad sagrada del Señor Jesús. Eres libre para amar a Dios, libre para amar al prójimo y libre para servir a la humanidad.

El Dios de los no seleccionados  «"¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?". Le contestaron: "Porque nadie...
03/07/2025

El Dios de los no seleccionados

«"¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?". Le contestaron: "Porque nadie nos ha contratado."». Mateo 20: 6-7

A mediados de 2023, el Miami Heat sorprendió a toda la NBA al lograr lo que pocos creían posible. Aunque no se alzaron con el campeonato, llegaron a la serie final contra los Nuggets de Denver. En su trayecto hacia la final, eliminaron equipos considerados muy superiores, como los Bucks de Milwaukee y los Celtics de Boston.

Lo que captó la atención de los analistas y comentadores es que nueve de los veinte jugadores del Heat eran «undrafted»; * es decir, no pasaron por el proceso regular de selección. No eran prospectos prometedores por los que todos los equipos se pelean, ni tampoco consiguieron lucrativos contratos multimillonarios con alguna franquicia. Sin embargo, bajo la dirección del entrenador Erick Spoelstra, llegaron a competir por el campeonato.

Cuando leí la noticia, me sentí identificado con estos jugadores. Nunca he sido bueno en ningún deporte, así que desde niño sé lo que se siente ser el último en la lista de opciones, e incluso ver cómo los capitanes de equipo se quejaban diciendo: «Me tocó Jorge en mi equipo».

Pero la buena noticia es que con Dios las cosas funcionan de forma diferente. Él nos recluta incluso a pesar de no ser prospectos prometedores. Eso es lo que vemos en la parábola de los obreros de la viña (Mateo 20: 1-16). Cuando el padre de familia va a la plaza a las cinco de la tarde, cuando apenas queda una hora de trabajo, se encuentra con personas que están desempleadas. No es que no hayan querido trabajar, sino que nadie los contrata, porque nadie los elige para trabajar en su viña. Estos individuos no son tan rápidos y eficientes como aquellos por los que todos compiten a las seis de la mañana. Ellos son los últimos», no porque llegan tarde, sino porque nadie los selecciona.

En el reino de los cielos, el talento no es lo que más importa, sino la gracia Dios. Los menos talentosos, los que nadie quiere en su equipo, los menos agraciados, somos el mejor ejemplo de la gracia del Dios que no vino a buscar justos, sino a pecadores (Mateo 9: 13). Hoy, él te invita a formar parte del equipo. ¿Qué le responderás?

Una gran familia  «Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en l...
01/07/2025

Una gran familia

«Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra». Efesios 3: 14-15, NVI

Hace unos años, el escritor Arnold J. Jacobs, contó esta experiencia: «Recibí un correo de un señor en Israel que había leído uno de mis libros: No me conoces, pero soy tu primo doceavo [...]. Tengo un árbol genealógico con 80,000 personas, entre las que están tú, Karl Marx y varios aristócratas europeos"». Jacobs quedó impactado. «Estoy aquí solo en mi despacho, pero no estoy solo en lo absoluto. Estoy conectado con 80,000 personas de todo el mundo», así que empezó a formar su árbol genealógico.

En el último recuento, había llegado a 92 millones de personas. Jacobs declaró que estaba emparentado con el expresidente Obama: «Es el séptimo sobrino nieto del marido de la esposa del padre de mi tía abuela, así que prácticamente es mi hermano mayor».*

Es natural que todos estemos interconectados, algo que no debería sorprendernos. Pablo declaró en Hechos 17: 26 (NBV), que Dios «de un solo hombre creó a la humanidad». Esto implica que cada uno de nosotros, sin excepción, somos hermanos y hermanas, y que la iglesia constituye la gran familia de Dios. Es una red compleja, diversa en colores, formas y dotada de múltiples culturas, orígenes y dones espirituales.

En 2015, el Centro de Investigación Pew informó de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es el grupo religioso con mayor diversidad racial y étnica de los Estados Unidos. Esta es una buena noticia para una iglesia que ha aceptado la comisión de ir por todo el mundo y hacer discípulos a todas las naciones, que cree que todos hemos sido creados a imagen de Dios y que todos somos iguales.

En la iglesia, «no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús» (Gálatas 3: 28, NVI). Dentro del cuerpo de Cristo, no deberían existir las barreras ni los prejuicios que a menudo encontramos en otros grupos sociales. Más bien, las diferencias que podrían dividir a otros nos fortalecen, permitiéndonos expresar compasión y cuidar de nuestro prójimo sin importar su raza, s**o, afiliación política, edad, religión o falta de ella. ¡Somos una gran familia!

Quédate con tu tenedor  «Nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido». 2 Pedro 3: 13  Hace...
30/06/2025

Quédate con tu tenedor

«Nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido». 2 Pedro 3: 13

Hace tiempo leí la historia de una joven a la que le habían diagnosticado una enfermedad terminal y solo le quedaban tres meses de vida. Por ello se reunió con su pastor para discutir ciertos aspectos de sus deseos finales. Mientras daba las instrucciones, la joven dijo: «Hay algo más. Quiero que me entierren con un tenedor en la mano derecha».

El pastor se sintió desconcertado ante tal solicitud, entonces la joven le explicó que al asistir a eventos sociales y cenas, siempre recordaba que cuando estaban retirando los platos del plato principal, alguien solía inclinarse hacia ella y decir: «Quédate con tu tenedor». «Era mi parte favorita -dijo la joven-, porque sabía que vendría algo mejor... como un pastel de chocolate o un flan. Así que quiero que la gente me vea allí en el ataúd con un tenedor en la mano y quiero que se pregunten: "¿Qué hace ahí ese tenedor?". Entonces quiero que les digas: "Quédate con tu tenedor, lo mejor está | por venir">.

Hay tres aplicaciones que me gustaría hacer de este relato. En primer lugar, hoy termina el sexto mes del año, estamos en el centro mismo del año y de este libro de lecturas devocionales, así que quiero animarte a seguir leyendo cada HOY ES TENDENCIA, pues aún quedan muchas lecciones que aprender e historias que contar. Lo mejor aún está por venir.

En segundo lugar, creo que la actitud de la joven del relato constituye una excelente filosofía de vida. La vida hay que vivirla con optimismo y esperanza, con la expectativa de que Dios tiene algo mejor para ti en el futuro. Así que, si al llegar a la mitad del año te sientes derrotado, tal vez porque no has logrado todo lo que te propusiste al inicio del año, no te rindas, quédate con tu tenedor, pues lo mejor está por venir.

Por último, hay un sentido más profundo en la historia de hoy. A veces el pecado nos muestra su peor cara y la muerte nos sorprende. En esos casos conviene recordar que estamos aquí solo de paso, «nuestra ciudadanía está en los cielos» (Filipenses 3:20, RV95), de todo «lo mejor» que aún está por venir, lo «más mejor» es la tierra nueva que Cristo traerá consigo en su segunda venida, así que ¡ánimo!, quédate con tu tenedor porque lo mejor está | por venir.

Una pequeña fuga  «La mejor sopa se echa a perder si le cae una mosca. La menor tontería echa a perder tu fama de sabio»...
27/06/2025

Una pequeña fuga

«La mejor sopa se echa a perder si le cae una mosca. La menor tontería echa a perder tu fama de sabio». Eclesiastés 10: 1, TLA

Guardo una pequeña pieza de tubería de PVC en una gaveta de mi casa para recordarme siempre la importancia de las cosas pequeñas.

En mi ciudad, el servicio de agua se paga cada tres meses. En abril de 2019, seis meses después de haber comprado mi casa, llegó la segunda factura del agua. Imagina mi pánico cuando vi la cifra: ¡Diecisiete mil dólares! Pasé por todas las fases del duelo en pocos instantes hasta que la realidad se asentó en mi cabeza: tenía que pagar diecisiete mil dólares de contado en menos de un mes.

Llamé a la compañía de agua y me dijeron que lo más probable era que tuviera una fuga subterránea y que debía repararla, de lo contrario la próxima factura podría ser más elevada. De inmediato contraté un plomero que, para mi alivio, descubrió que el problema estaba justo al lado de la llave de paso. Una pequeña junta tenía una fisura apenas visible por la que se habían fugado diecisiete mil dólares de agua. Pagué la reparación y le pedí al plomero que me dejara el pedacito de tubería para guardarlo y recordar cómo algo tan pequeño, y aparentemente insignificante, puede causar mucho daño.

En Eclesiastés 9: 18, refiriéndose a la reputación, Salomón señala que «un solo error causa grandes destrozos». Y si esto es cierto de nuestra reputación terrenal, ¿cuánto más no lo será en el plano espiritual? Los cristianos somos los representantes de Cristo en el mundo, así que nuestras acciones y actitudes constituyen un testimonio visible de nuestra fe.

Nuestra vida es la única Biblia a la que muchas personas tendrán acceso. Si permitimos que pequeños pecados o errores se arraiguen en nuestra vida, los mismos podrían afectar negativamente nuestro testimonio y nuestra influencia para el reino de Dios. Ser cristianos conlleva honrar a Dios no solo en las grandes decisiones, sino también en las pequeñas. No solo en público, sino también en privado.

Después de reparar la tubería, llené un reporte y la compañía de agua me perdonó la deuda. Aunque sentí un gran alivio, también recordé que en otros aspectos de la vida no resulta tan fácil enmendar un pequeño error.

Sin ensayos  «La vida de ustedes es como la niebla que aparece por un momento y luego desaparece». Santiago 4: 14, NBV  ...
25/06/2025

Sin ensayos

«La vida de ustedes es como la niebla que aparece por un momento y luego desaparece». Santiago 4: 14, NBV

Lo llamaban «el rey del pop», y verdaderamente fue un rey. Más allá de los errores que pudo cometer y cómo finalizó su carrera, es innegable que Michael Jackson fue un individuo extremadamente talentoso y comprometido, lo que lo llevó a convertirse en el artista musical más galardonado de todos los tiempos.

Cuando Michael Jackson falleció el 25 de junio de 2009, se encontraba inmerso en un proyecto que incluía un nuevo álbum y una gira de conciertos, ambos titulados «This is it» [Esto es todo]. Tras su fallecimiento, se lanzó la película titulada «Michael Jackson: This is it». Esta película muestra los últimos ensayos de la gira que Jackson estaba preparando y es un testimonio del talento que muchos habían olvidado que poseía.

Lo interesante sobre esta producción cinematográfica es que, como menciona DeVon Franklin en su libro Produced by Faith, Michael Jackson aparece desaliñado en varias de las tomas, vestido con ropas ridículas y combinaciones horribles. ¿Por qué? Porque era un simple ensayo, ¿verdad? Nadie vería esas grabaciones. Pero lo que «el rey del pop«no sabía era que a final de cuentas, ¡el ensayo sería el producto final que millones de personas verían!

Lo mismo sucede con nuestra vida. No tenemos tiempo de ensayar para luego hacer las cosas como esperamos. Cuando algo sale mal, no podemos gritar: «¡Corten!» Y empezar de nuevo. Cada día es único y lo que hagamos o dejemos de hacer importa mucho, pues tendremos que vivir con los éxitos o los fracasos que obtengamos hoy.

Solo disponemos de una vida para vivir, y es esta; solo tenemos un momento para aprovechar, y es ahora. En Profetas y reyes, Elena G. de White señala con mucho acierto que «muchos están aguardando que se les dé algo grande que hacer mientras desperdician diariamente las oportunidades que tienen de ser fieles a Dios [...]. Mientras aguardan alguna obra grande en la cual podrían ejercer los importantes talentos que creen tener [...], van transcurriendo los días» (p. 325).

En lugar de percibir el presente como un ensayo de lo que podríamos lograr, debemos considerarlo como la única oportunidad que tenemos para darlo todo y realizar nuestro máximo esfuerzo. El presente, que a menudo muchos desprecian, es lo único que realmente podemos mostrar.

¿El poder de la música?  «Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al...
24/06/2025

¿El poder de la música?

«Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones». Efesios 5: 19

En el siglo XVIII Andrew Fletcher dijo: «Déjame hacer las canciones de una nación, y no me importa quién haga sus leyes». Esta declaración encapsula todo el poder que le atribuimos a la música. ¿Pero de verdad la música puede moldear nuestra conducta?

Me temo que muchos le asignamos a la música un poder cuasi mágico que en realidad no posee. Considera el relato de David tocando para el rey Saúl: «Cuando el espíritu maligno de parte de Dios atacaba a Saúl, David tomaba el arpa y se ponía a tocar. Con eso Saúl recobraba el ánimo y se sentía mejor, y el espíritu maligno se apartaba de él» (1 Samuel 16: 23).

Durante muchos años creí que la música «buena» que David tocaba en el arpa era tan «poderosa» que incluso podía ahuyentar los espíritus malignos. Pero en 1 Samuel 19: 9-10, el primer rey de Israel intentó matar a David, ¡mientras este tocaba!

¿Por qué hubo momentos en los que la música de David resultó beneficiosa mientras que en otros no tuvo ningún efecto? Simplemente, Saúl a veces se dejaba guiar por el Señor y otras veces no. La música que estuviera sonando en ese momento tenía poca importancia. «Al contrario de lo que popularmente se cree, la música no transmite por sí misma, en su vocabulario (escalas, acordes, instrumentos, estilos, etc.), ningún significado concreto [...]. La experiencia musical per se no puede inducir en nosotros ciertas acciones o conductas. El efecto de la música depende de hasta qué punto estemos dispuestos a involucrar nuestra personalidad en la experiencia auditiva». La música no puede cambiar nuestra conduta, ni para bien ni para mal. Recuerda que los n***s escuchaban música clásica.

Atribuir nuestra mala conducta a la música es evadir nuestra responsabilidad moral. Jesús enseñó que «nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro [...]. Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos [...] la falta de juicio» (Marcos 7: 15, 21, 22). Considero que es el momento adecuado para examinar profundamente nuestro ser y así descubrir y eliminar esos males ocultos que tendemos a atribuir a la música.

El lenguaje del cielo  «Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver a...
23/06/2025

El lenguaje del cielo

«Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor». Hebreos 12: 14

¿Qué goces podría ofrecer el cielo a los que están completamente absortos en los intereses egoístas de la tierra? ¿Acaso podrían aquellos que han pasado su vida en rebelión contra Dios ser transportados al cielo y contemplar el alto y santo estado de perfección que allí se ve? ¿Podrían aquellos cuyos corazones que odian Dios, a la verdad y a la santidad asociarse con los ejércitos celestiales y unirse a sus cantos de alabanza? Estas tres preguntas no las he formulado yo, las hizo Elena G. de White en la página 531 de El conflicto de los siglos. La respuesta a todas ellas es un rotundo «No».

La vida que tenemos ha de servirnos de preparación para la eternidad. Por lo que es aquí donde hemos de acostumbrarnos a amar lo puro y a aprender lo que la autora denomina «el lenguaje del cielo».* ¿Y en qué consiste ese «lenguaje»? A renglón seguido se señala que en el cielo reinan «la pureza, la santidad y la paz». La pureza se refiere a la forma en la que me relaciono conmigo mismo. En cómo cuido mi cuerpo, mi mente y lo que entra en ellos. Es reconocer que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, que Cristo me compró con su sangre y que todo mi ser le pertenece (ver 1 Corintios 6: 19, 20). «Si uno se mantiene puro, puede tener un uso especial» (2 Timoteo 2: 21, PDT).

La santidad alude a la forma en la que me relaciono con Dios. Contrario a lo que podamos suponer, la santidad no es algo que hacemos para ganarnos el favor divino, sino el resultado de haber sido redimidos por Jesús (ver 2 Corintios 7: 1). Somos santos en la medida en la que nos relacionamos con un Dios que es santo (ver Levítico 19: 2).

Por último, la paz define cómo debo relacionarme con mis semejantes. Los cristianos hemos de contribuir a la paz (ver Romanos 14: 19) y buscarla (Romanos 12:18).

El lenguaje del cielo consiste en relacionarme correctamente conmigo mismo, con Dios y con mi prójimo aquí en la tierra. De esa manera estaré preparado y me sentiré a gusto en el cielo por toda la eternidad.

Un buen baño  «Pero Eliseo envió un mensajero a que le dijera: "Ve y lávate siete veces en el río Jordán, y tu cuerpo qu...
20/06/2025

Un buen baño

«Pero Eliseo envió un mensajero a que le dijera: "Ve y lávate siete veces en el río Jordán, y tu cuerpo quedará limpio de la lepra"». 2 Reyes 5: 10

¿Alguna vez has deseado vivir en otra época? Si es así, te invito a que lo pienses, de nuevo. Muchas de las comodidades y beneficios que disfrutamos en la actualidad son muy recientes. Además, en cuanto a los hábitos de salud, los tiempos pasados no eran tan idílicos como a veces se retratan en Hollywood. Por ejemplo, en 1800, la esperanza de vida promedio era de 32 años; en 1850, era de 41 años; en 1900, llegaba a los 50 años y en 1950, alcanzaba los 67 años. Hoy en día, la esperanza de vida promedio en los Estados Unidos ronda los 76 años.

El aumento en la esperanza promedio de vida no solo se debe al avance de la medicina y la tecnología, sino a la práctica de mejores hábitos de higiene. Para muestra, tomemos como ejemplo algo tan sencillo como bañarse. El historiador George R. Knight nos dice que durante el siglo XIX, «la mayoría casi nunca se bañaba, y algunas autoridades decían que los estadounidenses promedio de la década de 1830 nunca se bañaron en toda su vida. Hasta en 1855, inclusive, la ciudad de Nueva York tenía solo 1,361 bañeras para sus 629,904 habitantes. Y en 1882, solo aproximadamente el dos por ciento de los hogares de Nueva York tenía conexiones de agua».* Ahora imagina lo radical que habría sonado el siguiente consejo que Elena G. de White escribió en 1872: «Las personas sanas [...] deberían bañarse tan a menudo como dos veces por semana».

La práctica de bañarse con frecuencia no solo fomenta la higiene, sino que también disminuye los sentimientos negativos, los dolores y la tensión, aumenta el flujo sanguíneo, reduce la fatiga y el estrés, ¡e incluso puede facilitar la generación de buenas ideas o la búsqueda de soluciones a problemas! No sorprende entonces que en el Antiguo Testamento se mencione repetidamente la orden de Dios de que las personas se lavaran a sí mismas y sus ropas (ver Éxodo 29: 4; 30: 19; Levítico 11 y 13-15). Para Dios, no solo es importante nuestra salvación espiritual, sino también nuestra salud física. Por lo tanto, no olvides hoy buscar al Señor y darte un buen baño.

Puertas abiertas y cerradas  «Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su...
19/06/2025

Puertas abiertas y cerradas

«Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos». Apocalipsis 3:20

El libro de Apocalipsis es uno de los más fascinantes de toda la Sagrada Escritura, tanto desde el punto de vista espiritual como literario. En una rocosa isla llamada Patmos, Juan «vio» y «oyó» «la revelación de Jesucristo» (ver Apocalipsis 22:8), y posteriormente se dedicó a transmitirla por escrito.

Uno de los detalles más interesantes que surge al leer este enigmático libro es el que encierra la palabra «puerta». Esta palabra, en griego thura, aparece tres veces en el libro (Apocalipsis 3: 8, 20; 4: 1).* En dos de esas tres menciones, la «puerta» está relacionada con Dios y en ambas ocasiones la puerta está «abierta».

Tanto en tiempos de Juan como en el presente, una puerta abierta es sinónimo de oportunidad, así como de acceso libre y garantizado. ¿No es ese un hermoso mensaje para hoy? De parte de Dios, las puertas están siempre abiertas para sus hijos. Las oportunidades están garantizadas para ti. Tienes libre acceso para que en tu vida se cumpla el propósito que Dios preparó para ti desde antes de la fundación del mundo. Y las puertas no solo están abiertas para ti, sino que como es Jesús mismo el que las abre, nadie las puede cerrar (ver Apocalipsis 3: 8). Pero no olvidemos que hay una tercera puerta en Apocalipsis.

La tercera mención a una «puerta» (gr. thura) aparece en Apocalipsis 3:20. Sin embargo, a diferencia de las otras dos menciones de esta palabra, esta «puerta», que a menudo se ha equiparado con el acceso al corazón humano, no está abierta. Mientras que Dios deja sus puertas abiertas y garantiza el acceso a la salvación y sus bendiciones, a menudo nosotros mantenemos cerrada la puerta que permite a Dios entrar en nuestras vidas. ¡Qué gran contraste!

Hoy, como cada día, Jesús está tocando a la puerta de tu corazón. Él desea otorgarte las más ricas y abundantes bendiciones. ¿Cómo le responderás?

Como un regalo
18/06/2025

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