
04/07/2025
La Estación Espacial Internacional captó un fenómeno tan poderoso como poco común: un rayo gigante ascendente sobre Nueva Orleans. A diferencia de los rayos que caen del cielo, este se disparó desde la cima de una nube de tormenta hacia el espacio, alcanzando una altura de 80 kilómetros, hasta la ionosfera.
Su potencia fue colosal: hasta 100 veces más fuerte que un rayo común. Este tipo de descargas, conocidas como “gigantes azules” o “chorros gigantes”, pueden afectar satélites y sistemas de comunicación al interactuar con las capas altas de la atmósfera.
Aunque se estima que ocurren unos 1,000 eventos al año en todo el mundo, su detección es tan complicada que cada caso documentado representa una joya para la ciencia. Y este… fue uno de esos momentos únicos.