17/10/2025
La opinion de los expertos
La decisión de la presidenta de exhibir o reprender públicamente a un presidente municipal durante su recorrido por Huauchinango, no sólo resulta políticamente desafortunada, sino también institucionalmente improcedente.
El Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) se rige por principios de subsidiariedad y proporcionalidad, lo que significa que cada nivel de gobierno actúa conforme a sus capacidades y competencias, y que las instancias superiores intervienen para fortalecer las acciones locales cuando la magnitud del evento claramente los rebasa.
Cuando una autoridad federal descalifica públicamente a una autoridad municipal:
a. Se vulnera la coordinación institucional, base del funcionamiento del SINAPROC.
b. Se debilita la autoridad local frente a su comunidad y sus equipos operativos, dificultando la conducción de las tareas de emergencia y recuperación.
c. Se rompe el principio de corresponsabilidad, que exige sumar esfuerzos y compartir información, no repartir culpas.
d. Además, los municipios suelen operar con severas limitaciones presupuestales y técnicas, por lo que requieren respaldo técnico, financiero y político, no deslegitimación.
En situaciones de desastre, la prioridad debe ser la cooperación intergubernamental y la unidad del sistema, no el señalamiento público. La institucionalidad es precisamente el marco que permite canalizar responsabilidades, coordinar recursos y mantener la gobernabilidad en contextos de crisis.
Deslindarse públicamente puede parecer una estrategia para evitar reclamos, pero en realidad mina la confianza ciudadana en las instituciones y erosiona la gobernabilidad, en un momento en que la población espera empatía, liderazgo y colaboración entre órdenes de gobierno.
Y cuando la presidenta se va, quien queda al frente es el municipio, el mismo que debe continuar la atención, reconstruir, rendir cuentas y enfrentar a una comunidad que lo percibe debilitado. Por eso, más que exhibir, corresponde fortalecer las capacidades locales y proteger la legitimidad de quienes sostienen, en territorio, la primera línea de defensa del SINAPROC.