15/11/2025
🌟 Del Príncipe de Asturias al Rey de España: una periodista mexicana en el corazón del mundo diplomático
Dulce Alós | Art of Living
El mundo diplomático es un universo aparte.
Quien ha entrado en él, aunque sea por un instante, sabe que ahí el tiempo se mueve distinto:
protocolos que parecen coreografías, agendas precisas, silencios que comunican más que un discurso y esa mezcla única de política, cultura y representación que define cómo se relacionan los países.
La política cambia con cada ciclo.
La diplomacia, en cambio, cuida los puentes que deben trascender gobiernos, ideologías y épocas.
Es la memoria viva del Estado,
el espacio donde se sostienen los acuerdos, se evita la confrontación
y se mantienen vivas las relaciones entre naciones.
La cultura es otro de sus grandes brazos:
no negocia tratados, pero acerca sensibilidades.
No firma acuerdos, pero une desde lo humano.
Un libro, un concierto, un periodista, un artista o una conversación pueden acercar más que cien discursos oficiales.
Y ahí, entre el mundo diplomático, el político y el cultural,
es donde mi propia historia se entrelaza con el tiempo.
Entre 2000 y 2004, yo ya era periodista cultural.
Y en una de esas visitas oficiales del entonces Príncipe de Asturias a México,
aquí estoy yo —de blanco— en la Embajada de España en México,
caminando dentro de ese universo solemne, elegante y profundamente simbólico.
Años después, vuelvo a ver esta foto
y aparece un detalle que entonces no tenía ninguna importancia,
pero hoy se revela como un guiño del destino:
ese príncipe terminaría casándose con una periodista,
y España tendría una reina periodista.
No es comparación.
No es ironía.
Es simplemente el tiempo revelando hilos que uno no percibe en el momento,
esas coincidencias sutiles que solo cobran sentido al mirar atrás.
Y aquí estoy yo:
una periodista mexicana en el corazón del mundo diplomático,
en una escena que entonces fue parte de mi trabajo,
pero que hoy se convierte en un fragmento histórico,
una pieza que dialoga con la diplomacia, la política y la cultura,
y que vuelve para recordarme que hay fotos que regresan cuando están listas para contar su historia.
Esta imagen… tenía que volver. ✨🇲🇽🇪🇸