
13/05/2025
Dicen que los verdaderos campeones nunca se van… y es verdad.
Hoy El Payaso sigue con nosotros, no solo en nuestros recuerdos, sino aquí, en casa, donde nació su historia, donde forjó su legado, y donde su espíritu sigue galopando fuerte.
Ahora su figura, intacta y eterna, nos acompaña como testigo silencioso de todo lo que fue y todo lo que dejó. Porque no se trataba solo de carreras, sino de corazón, de entrega y de amor por la pista.
Gracias, campeón, por cada emoción, por marcar un antes y un después… y por quedarte para siempre con nosotros.
Aquí, donde todo comenzó. Aquí, donde siempre fuiste leyenda.