14/10/2025
¡CALABACITAS TIERNAS!
La riqueza de un producto americano
Toda milpa incluye por lo menos maíz, frijol y calabaza, una tríada esencial que constituía la dieta básica de los antiguos habitantes de Mesoamérica. Aunque el maíz y el frijol son los que comúnmente han atraído la atención de los especialistas, la calabaza resalta por ser la primera especie domesticada de la que se tiene registro en el continente americano, pues su origen se ha rastreado alrededor del año 8000 a. C., en la valiosa cueva de Guilá Naquitz (Oaxaca).
La calabaza, por tanto, cuenta con una historia ancestral al lado de la población que ha habitado, y comido, en lo que hoy es el territorio mexicano. De hecho, la mayoría de esos frutos que actualmente se consumen en el mundo tiene su origen en especies domesticadas en Mesoamérica o Sudamérica. De ellas, una de las más extendidas y populares ha sido la Cucurbita pepo, que en nuestro país se conoce como calabacita o calabacín, y que regularmente se consume inmadura o tierna para aprovechar mejor su sabor y consistencia, pues ya madura se vuelve amarga y correosa.
Por supuesto, después de la colonización española, tal especie y otras se propagaron por Europa, a tal grado que la Cucurbita pepo también es conocida con el italiano zucchini (y en ese país es una estrella de su cocina), mientras que la Cucurbita moschata, pese a su origen americano, fue adoptada como calabaza de Castilla, uno de los nombres con los que hasta la fecha se le denomina. Lo cierto también es que dichas apropiaciones indican su integración a la gastronomía y la cultura del llamado Viejo Continente.
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📷 Anónima, Personas en un plantío de calabazas, ca. 1920. ©️ (Inv. 167273) Secretaría de Cultura, INAH.SINAFO.FN.MX