13/06/2025
Imagina ser uno de los deportistas más ricos del mundo. Tu esposa es Georgina Rodríguez. Has ganado todos los campeonatos con los clubes en los que has jugado y fuiste una pieza clave en el primer título internacional de tu selección.
Lógicamente, después de todo eso, uno esperaría que vivieras el resto de tu vida libre de obligaciones, comiendo lo que quieras, viajando adonde te plazca y actuando como te dé la gana. Pensarías que te retirarías de todas las responsabilidades, ya que tu riqueza te permitiría vivir el resto de tus días como un sultán, sin preocuparte ni tener que pensar en nada más.
Y sin embargo, ahí está Ronaldo, con 40 años, todavía privándose de comer pizza y chocolate, negándose a beber cualquier cosa que no sea saludable. Sigue controlando su vida emocional, mantiene un estilo de vida estricto y hasta lo impone a su familia. Su guerra contra Coca-Cola es, por sí sola, una historia aparte. Este deportista ha sido víctima de una campaña de demonización mediática sistemática, no por el fútbol ni por su rivalidad con Messi. Esa fue una competencia legítima, y Ronaldo tenía todo el derecho de luchar por la grandeza.
El verdadero problema que el mundo tiene con Ronaldo es que muchas empresas de zumos, refrescos, dulces y productos de consumo poco saludables, diseñados para convertir al ser humano en una simple máquina de consumir, se verían arruinadas si la gente adoptara el estilo de vida de Ronaldo. Estos sistemas han llevado al 90% de la población mundial a trabajar como esclavos para el 10% restante. Estas compañías y estructuras colapsarían si los jóvenes tomaran a Ronaldo como modelo. Y quien minimice esto, que revise las pérdidas económicas que sufrió Coca-Cola cuando él simplemente retiró dos botellas de su bebida durante una rueda de prensa. Ahora imagina si la gente empezara a boicotear a Coca-Cola y a otras empresas similares.
Por eso se demoniza a Ronaldo. Se reduce su carrera de veinte años a solo los tres o cuatro últimos. Pero mantener esa mentalidad y estilo de vida a su edad es un fenómeno digno de estudio médico, económico y deportivo. El estilo de vida de Cristiano Ronaldo revela muchas de las mentiras que nos han contado sobre las enfermedades crónicas y sobre la supuesta decadencia del cuerpo humano después de los 35 años. Todo eso tiene su raíz en los hábitos que adoptamos. Su mentalidad ganadora y su voluntad, a pesar de todos los problemas, crisis, fracasos y campañas de burla a nivel mundial, te hacen cuestionarte realmente qué es lo que construye a un hombre de esa talla en un mundo donde muchos se derrumban por una sola palabra.
Ronaldo no es solo un futbolista ni un atleta. Es, ante todo, un ser humano. Y lo que hace en cuanto a entrenamiento riguroso y estilo de vida disciplinado puede hacerlo cualquier persona. No es un prodigio ni un genio, y ahí está precisamente su peligro. Lo que ha logrado no se puede explicar con talento sobrenatural ni con conceptos abstractos como genialidad o locura. El verdadero poder de Ronaldo es que cualquier persona, en cualquier campo o deporte, podría lograr lo que él logró. El verdadero peligro de Ronaldo es su influencia, y eso es lo que más les preocupa.