26/08/2025
CODHEM: Acéfala por cálculo político, no por falta de ley
Eduardo Garduño Campa
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) atraviesa uno de los momentos más preocupantes de su historia reciente: no tiene presidente o presidenta designada. No porque la ley no diga qué hacer, sino porque el Congreso local decidió no ponerse de acuerdo. Así de simple.
En el discurso, las y los diputados repiten que los derechos humanos son prioridad, que su compromiso es con la transparencia, la democracia y el acceso a la justicia. Pero en los hechos, cuando les toca tomar una decisión clave para garantizar que el organismo cuente con un liderazgo legítimo y sólido, se esconden detrás de tecnicismos y excusas políticas.
La ley es clara, ante la ausencia de la persona titular de la presidencia, la primera visitadora debe asumir como encargada del despacho. Y así ha ocurrido. Sin embargo, lo que debió ser un trámite provisional y breve se ha convertido en un vacío institucional que no se resuelve porque en la cúpula política no hay consensos… o peor aún, porque hay un interés en mantener a la CODHEM débil, controlable y sin una cabeza con peso propio.
El Congreso local pudo convocar a un periodo extraordinario para resolver la designación, pero no lo hizo. La Diputación Permanente tiene la facultad, pero eligió no ejercerla. ¿Por qué? Esa es la pregunta que no quieren responder. ¿Qué intereses hay detrás de esta omisión? ¿A quién le conviene que la CODHEM permanezca acéfala?
La opacidad es evidente, no se informan con claridad los avances de las negociaciones internas, no se transparentan las propuestas y, peor aún, no se asume públicamente la responsabilidad de la parálisis. El recurso fácil será “nombrar” a un encargado, como si fuera un favor o un gesto de buena voluntad, cuando en realidad es una obligación legal que ya estaba prevista.
Mientras tanto, los problemas en materia de derechos humanos en el Estado de México no se detienen: desapariciones, violencia de género, abusos de autoridad, discriminación. Cada día sin una presidencia formal será un día en que la institución pierde fuerza, legitimidad y capacidad de respuesta.
Si el Congreso del Estado de México realmente quisiera fortalecer la CODHEM, ya habría resuelto el nombramiento. La realidad es que, al lavarse las manos y prolongar el interinato, las y los diputados envían un mensaje claro: los derechos humanos no son prioridad, sino moneda de cambio en sus negociaciones políticas. Y eso, en un estado con las cifras más altas de violencia y desigualdad del país, es sencillamente inaceptable.
Ahora falta ver quien ser el interino o la interina hasta septiembre, que inicie el tercer periodo ordinario de sesiones de a legislatura local y entonces de los perfiles que se registraron designar a uno o bien ratificar al integrina, que dicho sea de paso el interino debe ser un visitador de la CDHEM en funciones y por ley le corresponde al primero.
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