Vive Ensenada

Vive Ensenada Comunidad creada para compartir tus experiencias, anécdotas y fotografías de Ensenada, lugar mágico!!
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Ensenada no se recorre… se respira.Pienso en Ensenada y me viene a la mente un suspiro salado, un abrazo de viento que h...
16/08/2025

Ensenada no se recorre… se respira.

Pienso en Ensenada y me viene a la mente un suspiro salado, un abrazo de viento que huele a mar y a historia. Es esa mezcla única de puerto trabajador y paraíso que sonríe lento. Aquí, los barcos cargan contenedores y sueños, las gaviotas gritan libertad y la gente camina con calma, como si supiera que la prisa no combina con el oleaje.

Ensenada es esa ciudad que te enseña a detenerte, a ver cómo el sol pinta de oro la bahía, cómo el vino del valle de Guadalupe guarda en una copa todo el trabajo de la tierra, cómo un taco de pescado puede ser poesía sencilla en una tortilla.

Y aunque muchos llegan de paso, pocos se van sin llevarse algo: una foto del malecón, una carcajada en el mercado, una mirada que se queda grabada. Porque Ensenada no solo se conoce, se queda en ti.

Es puerto, es valle, es mar, es nostalgia… pero sobre todo, es hogar.

En Ensenada, hasta las gaviotas saben que cada amanecer es una invitación a volar más alto.Dicen que las gaviotas tienen...
15/08/2025

En Ensenada, hasta las gaviotas saben que cada amanecer es una invitación a volar más alto.

Dicen que las gaviotas tienen un pacto secreto con el mar:
él les regala brisas y amaneceres… y ellas le devuelven el espectáculo de sus alas abiertas.
Y quizá por eso, aquí en Ensenada, cuando el sol apenas despierta y pinta el cielo de esperanza, uno siente la misma urgencia de abrir las propias alas, aunque sean invisibles.

En esta ciudad, no solo amanece el día… amanece el alma.
Entre el aroma salado del muelle, el canto lejano de un barco que parte y las primeras pisadas en el malecón, algo nos recuerda que cada jornada trae una oportunidad nueva para atrevernos, para soltar el miedo, para volar.

Y sí, puede que las gaviotas no paguen impuestos ni hagan fila en la aduana,
pero cada mañana nos dejan una lección:
que la libertad no siempre se busca… a veces simplemente se vive.

Ensenada no solo es un puerto; es ese punto del mapa donde los sueños encuentran viento a favor.
Aquí, hasta el corazón más cansado vuelve a sentir que puede alzar el vuelo.

  amanece y el día ya tiene dueño.Hay lugares que se despiertan despacio… y está Ensenada, que abre los ojos y ya está a...
14/08/2025

amanece y el día ya tiene dueño.

Hay lugares que se despiertan despacio… y está Ensenada, que abre los ojos y ya está abrazando el mar, peinándose con brisa y coloreándose con un amanecer que no necesita filtro.

Aquí, el café sabe mejor cuando huele a puerto; las gaviotas dan los buenos días antes que cualquiera, y el sol, travieso, se asoma para ver si seguimos aquí, fieles a nuestra costumbre de quedarnos un minuto más mirando el horizonte.

Dicen que los amaneceres en otros lugares son bonitos… pero los de Ensenada, además, te conocen por tu nombre.

“ … donde el mar recibe historias y despide recuerdos.”Hoy, entre el vaivén de las olas y el paso tranquilo de los visit...
13/08/2025

“ … donde el mar recibe historias y despide recuerdos.”

Hoy, entre el vaivén de las olas y el paso tranquilo de los visitantes, nuestra ciudad se viste de anfitriona. Aquí, un crucero no es solo un barco: es un puente que une mundos, idiomas y sonrisas.

Ensenada tiene esa rara habilidad de mezclar lo inmenso con lo íntimo: las grúas gigantes conversan a lo lejos, los muelles murmuran su historia de sal y trabajo, y una familia, como tantas, camina sin prisa, descubriendo que este rincón de Baja California es mucho más que un destino… es un abrazo largo con sabor a ceviche y a viento fresco.

Dicen que aquí todo pasa más lento… y qué bueno. Porque entre el “buenos días” de un desconocido y el olor a mar recién despierto, uno aprende que la prisa es enemiga del alma.

Hoy, como cada día, Ensenada nos recuerda que hay lugares que no se visitan… se viven.

Si   hablara, seguro diría esto: Te estaba esperando…No sé si llegaste buscando respuestas, un respiro… o simplemente es...
12/08/2025

Si hablara, seguro diría esto:

Te estaba esperando…

No sé si llegaste buscando respuestas, un respiro… o simplemente escapando de algo que no querías enfrentar.
Pero aquí estás, y eso no es casualidad.

Frente a ti, el mar respira lento, como si supiera tu historia.
Las gaviotas flotan en el aire, libres de todo peso, y el muelle guarda secretos que solo revela a quien se detiene a escucharlo.

Yo, Ensenada, no soy perfecta. He sentido lluvias que oscurecen el alma y vientos que intentan arrancar pedazos de mí… pero he visto también amaneceres que devuelven la esperanza, manos que se encuentran sin buscarse y carcajadas que se cuelan entre las olas para nunca regresar.

Hoy quiero decirte algo: aquí puedes dejar lo que te duele.
Que la marea se lo lleve.
Y cuando te marches, llévate solo lo que te haga sonreír.

Porque quien me mira con el corazón abierto, nunca se va del todo.
Se queda en el olor a brisa salada, en el reflejo de las luces en el puerto, en la certeza de que aquí, alguna vez, fue feliz.

📍 — No es casualidad que hayas llegado.

“Aquí, hasta las distancias se sienten cerca.” Caminar por este andador es como hojear un álbum vivo de Ensenada: cada p...
11/08/2025

“Aquí, hasta las distancias se sienten cerca.”

Caminar por este andador es como hojear un álbum vivo de Ensenada: cada paso es una página, cada rostro una historia, cada farol un testigo silencioso de miles de conversaciones, abrazos y promesas.
A la derecha, el mar respira hondo, como si también quisiera escuchar lo que dicen las olas. A la izquierda, el murmullo de la gente se mezcla con el aroma de churros recién hechos y el canto lejano de un trovador callejero.

Este lugar no siempre tuvo esta cara; hace apenas unas décadas, aquí atracaban barcos pesqueros cargados de historias saladas, y hoy recibe turistas de todos los idiomas… pero sigue siendo el mismo corazón abierto que late al ritmo del Pacífico.

Si caminas despacio, quizá escuches el eco de quienes llegaron con una maleta llena de sueños… y si cierras los ojos, sentirás que Ensenada te toma de la mano para decirte:
—Quédate un ratito más, aquí las prisas no existen.

🌊 — donde los pasos no miden distancia, miden recuerdos.

“Aquí, el mar no solo guarda barcos… guarda historias.” Ensenada, la de mil rostros y un solo corazón salado, amanece ca...
10/08/2025

“Aquí, el mar no solo guarda barcos… guarda historias.”



Ensenada, la de mil rostros y un solo corazón salado, amanece cada día con esta postal viva: pangas que llevan en sus redes no solo pescado, sino el pan de cada mesa; cruceros que, como visitantes curiosos, se asoman a escuchar las olas contar leyendas; y un muelle que, aunque haya visto miles de partidas, sigue sonriendo en cada regreso.

Hace más de un siglo, este puerto comenzó a ser la puerta grande de Baja California, recibiendo cargamentos, sueños y viajeros que buscaban algo más que un destino: buscaban pertenecer. Aquí se mezclan el olor a salitre con la esperanza de una buena pesca y el eco de canciones que suenan mejor con el viento marino de fondo.

Hoy, mientras el sol pinta destellos en el agua y los cascos de los barcos relucen como si fueran parte de una orquesta de luz, recordamos que Ensenada no es solo un lugar… es un abrazo que huele a mar. Un sitio donde el alma cansada encuentra reposo, y donde, sin darte cuenta, te descubres soñando despierto.

Porque quien ha caminado este muelle, siempre lleva un pedazo de él en el corazón… y siempre, siempre, encuentra el camino de vuelta.

No es el viento quien te levanta… es el recuerdo de lo que amas. A veces, la vida se siente como un muelle silencioso al...
09/08/2025

No es el viento quien te levanta… es el recuerdo de lo que amas.



A veces, la vida se siente como un muelle silencioso al amanecer: medio vacío, medio lleno… pero siempre con espacio para que algo nuevo llegue.

Ese día, el cielo estaba encapotado y el mar parecía guardar un secreto.
Una gaviota se elevó, no por instinto, sino como si supiera que ahí abajo, en la línea donde el agua besa la piedra, quedaban las huellas de alguien que ya no está.

El aire estaba cargado de ese tipo de nostalgia que no duele… pero que tampoco deja de apretar.
Y entonces lo entendí: Ensenada no es un lugar.
Es una promesa.
Una promesa de que, aunque te pierdas en otros mares, siempre habrá un vuelo que te devuelva a tu orilla.

Las olas aquí no solo rompen contra el malecón; rompen contra la costumbre de olvidar.
Por eso este puerto no se borra.
Se queda.
En tu risa cuando hueles sal, en tus manos cuando tocan madera vieja, en tus sueños cuando el viento suena a gaviota.

Hoy, el mar me susurró algo que no pienso guardar para mí:
“No importa cuán lejos vayas, hay vuelos que siempre regresan a casa.”

💬 “Ensenada… el puerto donde tu alma echa ancla.” ⚓️

No hay grúa más fuerte que el alma de un ensenadense. Dicen que Ensenada tiene uno de los puertos más importantes del Pa...
08/08/2025

No hay grúa más fuerte que el alma de un ensenadense.



Dicen que Ensenada tiene uno de los puertos más importantes del Pacífico…
y claro que sí.
Pero aquí entre nos: el verdadero puerto es el corazón de su gente.

Porque no se trata solo de barcos, grúas y contenedores.
Se trata del que madruga a pescar con café de olla.
Del que carga cajas con los sueños bien amarrados.
Del que mira el agua como quien mira a un viejo amigo que aún le debe un secreto.

Este puerto ha visto de todo:
cruceros de mil pisos y pangas con motor prestado, gringos con lentes de sol y abuelas vendiendo tamales a la orilla, jóvenes que se fueron… y regresaron buscando algo que solo aquí supo a hogar.

Y míralo ahora: calmado, sí.
Pero que no te engañe.
Detrás de esa calma hay mil historias atracadas con nudos de sal y orgullo.

¿Sabías que en 1995 se instaló aquí la primera grúa pórtico del noroeste mexicano?
Desde entonces, Ensenada no ha dejado de levantar…
carga, barcos… y a quienes la vida tumbó.

Así que si hoy sientes que necesitas respirar, volver, soltar, empezar…
hazlo.
Aquí siempre hay espacio para un alma cansada y una mirada perdida.
Aquí no se juzga.
Aquí se ancla.
Aquí se sana.

No todos los puertos tienen mar… pero Ensenada sí tiene alma.

A veces, el alma necesita quedarse quieta… como el agua antes de un suspiro. Ensenada tiene lugares donde no pasa nada…y...
07/08/2025

A veces, el alma necesita quedarse quieta… como el agua antes de un suspiro.



Ensenada tiene lugares donde no pasa nada…y, sin embargo, todo sucede.

Este rincón no aparece en postales.
No hay música de fondo.
Ni turistas tomándose selfies.
Pero si te detienes lo suficiente,
escucharás lo que muy pocos saben oír:el lenguaje del agua.

Mira ese reflejo.
No es solo luz.
Es memoria líquida.
Es la forma en que el puerto recuerda sin hablar.
Es el eco de cada barco que partió,
de cada esperanza que llegó embalada en silencio.

Las grúas parecen dormir, pero trabajan incluso cuando descansan:
sostienen el perfil de la ciudad.
Ese que muchos llevamos tatuado en la memoria sin saberlo.

¿Sabías que el puerto de Ensenada es el segundo más importante del Pacífico mexicano en manejo de contenedores?
Y aun así…tiene espacio para la poesía.
Para un instante como este.
Para una pausa que no se compra ni se programa: solo se vive.

Hoy no hay gaviotas volando.
Ni olas alborotadas.
Solo el mar…
como tú tal vez: quieto, profundo, hermoso y un poco cansado.

Pero basta ese reflejo para recordarte que sigues aquí.
Que incluso en la calma más absoluta… hay vida latiendo.

En Ensenada, incluso el silencio tiene algo que decirte.

No siempre hay que volar… a veces basta con caminar donde fuiste feliz. Hoy no voló.No porque no pudiera…sino porque no ...
06/08/2025

No siempre hay que volar… a veces basta con caminar donde fuiste feliz.



Hoy no voló.
No porque no pudiera…
sino porque no le hizo falta.

Esta gaviota no está apurada.
Camina con elegancia de reina costera,
como quien conoce cada baranda, cada charco, cada brisa.
Y es que en Ensenada, hasta las gaviotas saben que no siempre se trata de ir lejos…sino de estar presente.

Mientras las grúas trabajan al fondo como titanes incansables, mientras barcos entran y salen, ella camina.
Tranquila. Segura.
Dueña del muelle y de sí misma.

¿Sabías que las gaviotas son aves altamente territoriales?
No solo vuelan por volar.
Eligen dónde estar.
Y muchas de ellas —como esta— nacieron aquí, en Ensenada, y siguen regresando…como nosotros.

Y así, en silencio, sin alas abiertas ni aspavientos, esta gaviota nos enseña que hay días para despegar…y días para simplemente dar pasos que te acerquen a ti.

Camina donde fuiste feliz… y verás que nunca estuviste perdido.

Hay anclas que no detienen… sostienen la historia.⚓  No todo ancla detiene.Algunas simplemente recuerdan.Recuerdan que h...
05/08/2025

Hay anclas que no detienen… sostienen la historia.



No todo ancla detiene.
Algunas simplemente recuerdan.
Recuerdan que hubo un tiempo donde el mar era todo lo que había, y quien lanzaba el ancla, lo hacía con el alma…
no solo con las manos.

Esta ancla que ves no busca amarrar barcos.
Amarra memorias.
Testigos del puerto antiguo.
De los días en que Ensenada era más brisa que ciudad, más muelle que metrópoli, más esperanza que destino.

¿Sabías que esta ancla pertenece a la historia de los pioneros del puerto comercial de Ensenada?
Fue colocada como homenaje a quienes soñaron una ciudad marítima,
cuando aún no había cruceros, ni contenedores, solo redes, faroles, y la fe de que aquí… se podía vivir.

Y mira al fondo.
El crucero que parte o llega, la grúa que nunca duerme, el mar que sigue igual… como si supiera que todo cambia menos él.

Hoy, esta imagen es una metáfora viva:
el pasado anclado…el presente flotando…y tú, ahí, decidiendo si zarpar…o quedarte un rato más.

Porque hay días en los que uno no quiere avanzar.
Solo quiere anclar el alma y dejar que la brisa lo cure.

Ensenada no te ata… te sostiene, como esas anclas que guardan los suspiros del mar.

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