30/06/2025
🏠 La casa de Mérida donde Pedro Infante pasó sus últimos días.
En Mérida, Yucatán, existe una casa que guarda entre sus muros los últimos momentos de vida de Pedro Infante. Esta residencia, ubicada en la calle Itzaes 587 entre la 73 y la 75, en el Centro de Mérida Yucatan, fue el refugio del ídolo de Guamúchil en sus últimos años.
Pedro Infante vivió ahí junto a su última pareja sentimental, Irma Dorantes, y su hija Irma Infante. Fue en esta casa donde pasó sus últimos días antes del trágico accidente aéreo del 15 de abril de 1957. Tras su fallecimiento, su cuerpo fue velado en esta misma residencia, donde multitudes de admiradores se reunieron para darle el último adiós.
La casa, que alguna vez fue símbolo de intimidad y descanso para el actor, tras su muerte y años de saqueo y abandono (si Infantistas, una propiedad más perdida del actor por falta de testamento), fue finalmente rescatada y transformada en un hotel boutique, aunque por mucho tiempo permaneció cerrada y olvidada, hasta que fue remodelada y convertida en lo que hoy es el “Hotel Boulevard Infante”, conservando algunos elementos originales en honor al ídolo como la piscina y la cochera que conservan su estructura original.
Este inmueble, además de convertirse en un atractivo turístico de la zona, tiene una galería llamada "Amorcito Corazón", donde los visitantes pueden admirar objetos personales de Pedro Infante, incluyendo vestimenta, sombreros, y fragmentos del avión en el cual falleció Pedro en 1957.
La casa de Pedro Infante en Mérida comenzó a recibir una importante restauración gracias al esfuerzo conjunto de un empresario y lider cultural, la ex locutora Bekina Fernández. Desde alrededor de 2005, iniciaron trabajos para recuperar el colorido y esplendor del inmueble.
En 2004 el empresario Juvencio Sosa Chacón compró el lugar y lo convirtió oficialmente en el “Hotel Boulevard Infante”; al poco tiempo, en abril de 2008, se inauguró la galería “Amorcito Corazón”, donde se exhiben objetos reales de Pedro Infante: piezas del avión de su accidente, sombreros, ropa, fotografías, e incluso herramientas y monedas, muchas donadas por seguidores o por la hija del ídolo, Irma Infante
El sótano de la casa—donde fue velado Infante el 15 de abril de 1957—es ahora un espacio conmemorativo, iluminado con imágenes ampliadas del velorio y piezas originales. También se conservan la piscina diseñada a su gusto y la herrería antigua.
Desde la renovación, la galería y el hotel han recibido visitas de músicos, intelectuales y miles de admiradores año con año, manteniendo viva la memoria del ídolo.
Hoy en día, esta casa sigue siendo un punto de referencia para los fans que visitan Mérida, buscando sentirse más cerca del ídolo que marcó una época. Aunque el tiempo ha pasado, las paredes de esa casa aún parecen guardar el eco de su voz y el recuerdo de una leyenda que jamás será olvidada.