06/12/2025
𝘾𝙐𝘼𝙉𝘿𝙊 𝙀𝙇 𝙋𝙊𝘿𝙀𝙍 𝙎𝙀 𝘾𝙊𝙉𝙑𝙄𝙀𝙍𝙏𝙀 𝙀𝙉 𝙑𝙀𝙍𝘿𝙐𝙂𝙊: 𝙇𝘼 𝙃𝙄𝙎𝙏𝙊𝙍𝙄𝘼 𝙌𝙐𝙀 𝙏𝙊𝘿𝙊 𝙈𝙊𝙍𝙀𝙇𝙀𝙉𝙎𝙀 𝘿𝙀𝘽𝙀 𝘾𝙊𝙉𝙊𝘾𝙀𝙍.
Un chatarrero denuncia extorsión municipal. ¿Cuántos casos más permanecen en silencio por miedo?
MORELOS, Q. ROO.- Si usted trabaja honradamente en este municipio, si se levanta cada día a buscar el sustento para su familia, si alguna vez ha sentido que las autoridades lo tratan como enemigo en lugar de servirle, esta historia le pertenece. Porque lo que le está ocurriendo a Enrique Hoil Tilan podría pasarle a cualquiera de nosotros.
Hoil Tilan es chatarrero y albañil. Como miles de morelenses, sobrevive en una economía donde el trabajo escasea y cada peso cuenta. Pero hoy enfrenta algo que ningún ciudadano debería experimentar: el acoso sistemático de las mismas autoridades que juraron protegerlo.
LA AMENAZA QUE LLEGA A TU NEGOCIO
Imagínese esto: usted está en su lugar de trabajo, ese espacio que levantó con esfuerzo y que representa la única forma de alimentar a su familia. De pronto llega un funcionario municipal exigiéndole 21 mil pesos. Si no paga, le cierran el negocio. Así de simple. Así de brutal.
Esto es exactamente lo que denuncia Hoil Tilan. Según su testimonio, Willberth May Be, director de Hacienda Municipal, se ha presentado repetidamente en su negocio con la misma amenaza: paga o te clausuramos.
Veintiún mil pesos. Para muchos morelenses, esa cantidad representa meses de trabajo. Para un chatarrero en un municipio sin empleo formal, puede significar la ruina total.
EL LABERINTO BUROCRÁTICO: CUANDO PAGAR NO ES SUFICIENTE
Pero aquí viene lo más revelador. Hoil Tilan no se ha negado a cumplir con sus obligaciones. Ha intentado regularizar su situación. Ha buscado diálogo. Ha pedido facilidades.
La respuesta del presidente municipal Erick Noé Borges Yam ha sido el silencio administrativo más cruel: citas que no se concretan, oficinas cerradas, trámites que se pierden en el limbo burocrático. Lo hacen dar vueltas y vueltas, gastar en pasajes, perder días de trabajo, todo para finalmente negarse a darle una solución.
¿Le suena familiar? Si usted ha intentado resolver algún problema en el ayuntamiento, probablemente reconozca este patrón. La pregunta incómoda es: ¿esto le pasa a todos o solo a quienes no aplauden al gobierno en turno?
QUIÉN ES REALMENTE WILLBERTH MAY BE
Los morelenses tienen derecho a saber quién maneja el dinero de su municipio. Y lo que descubrimos sobre el director de Hacienda debería alarmarnos a todos.
Willberth May Be ha sido señalado de ostentar el título de licenciado sin contar con cédula profesional válida según el registro oficial de la Dirección General de Profesiones. Es decir, presuntamente usa un título que no tiene para ejercer un cargo público de alta responsabilidad.
Pero hay más. Este mismo funcionario enfrenta acusaciones aún más graves: haber defraudado a más de 200 familias morelenses cuando operaba trámites de vivienda para la Red Independiente, asociación que en su momento presidió el actual alcalde Erick Borges Yam. Las víctimas pagaron entre 3 mil y 5 mil pesos por gestiones que jamás se concretaron.
¿No le parece extraño que alguien con estos antecedentes ahora sea quien decide quién paga, cuánto paga y a quién se persigue en nuestro municipio?
EL DISCURSO BONITO VERSUS LA REALIDAD AMARGA
Recordemos las promesas. Erick Borges Yam, "el rebelde de Kantemó", llegó al poder hablando de un gobierno humanista, de poner primero a los pobres, de defender a los más vulnerables. Palabras hermosas que muchos creímos.
Pero ¿dónde está ese humanismo cuando se amenaza de muerte económica a un trabajador humilde? ¿Dónde está la defensa de los pobres cuando se les cobra multas imposibles de pagar? ¿Dónde está la rebeldia cuando ahora se comporta exactamente como los caciques que decía combatir?
En Morelos no sobra el trabajo. Nuestras familias apenas logran comer. Y en medio de esa realidad dolorosa, las autoridades que elegimos para servirnos han decidido convertirnos en su fuente de ingresos, en sus víctimas, en su botín político.
LAS PREGUNTAS QUE TODOS DEBERÍAMOS HACER
Aquí está lo que realmente importa, estimado lector. No se trata solo del caso de Enrique Hoil Tilan. Se trata de todos nosotros. Porque si hoy le toca a él, mañana podría tocarle a usted, a su hermano, a su vecino, a su compadre.
¿Las multas que cobran realmente entran a las arcas municipales o terminan en cuentas privadas?
¿Existe transparencia en cómo se aplican las sanciones o todo depende de si usted le cae bien al funcionario de turno?
¿Por qué algunos ciudadanos son perseguidos implacablemente mientras otros nunca tienen problemas?
¿Quién vigila a los vigilantes? ¿Quién audita a quienes manejan nuestro dinero?
Pero usted, estimado lector, no tiene que guardar silencio. Si ha vivido una situación similar, si conoce casos parecidos, si ha sido víctima de estas prácticas, su testimonio importa. La única forma de frenar el abuso de poder es sacarlo a la luz.
Enrique Hoil Tilan tuvo el valor de hablar. ¿Cuántos más están sufriendo en silencio?
Los morelenses no merecemos ser tratados como enemigos por las autoridades que nosotros mismos elegimos. No merecemos vivir con miedo de que un funcionario corrupto destruya nuestro medio de vida. No merecemos ser extorsionados con el pretexto de la legalidad.
Merecemos un gobierno que realmente nos sirva. Y si no lo tenemos, tenemos el derecho y el deber de exigirlo.
Porque Morelos somos todos. Y cuando tocan a uno, nos tocan a todos.