14/02/2025
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Les compartimos este testimonio de una familia que participó en la pasada entrega de tortas en Galilea 2000 A.C.
"El sábado pasado fui al voluntariado con mis hijos de 9, 7 y 5 años y quisiera compartirles nuestra experiencia!
El albergue es para personas que vienen de fuera de la ZMG a los hospitales regionales, tanto el civil, como a centro médico. Se recibe a pacientes que no tienen cama pero que no se pueden ir de la ciudad. Hay una niña que recibe diálisis cada 3er día y no tiene cuarto en el hospital, no se puede ir a su pueblo, su mamá y su abuelita la acompañan y su papá está en su pueblo trabajando… la familia dividida.
En el albergue se les brindan alimentos de lunes a viernes y los fines de semana dependen de voluntarios cómo nosotros.
Por logística el albergue no contempla las cenas de los sábados, ni comidas del domingo, algunas familias se van a sus pueblos, y el personal también merece su descanso. Por lo pronto, un sábado al mes nosotros asistimos, y si faltamos, esas familias tienen que pagar o buscar su cena en otros lados o simplemente no cenar.
Sin duda alguna esto fue lo que más impacto a mis hijos, ver familias a medias, con ancianos y niños en estados vulnerables que se deshacían en agradecimientos por ir un sábado a prepararles una torta y un agua de jamaica.
Y sobre todo esa sensación de saber que ellos pueden ser la diferencia para muchos!!!
Los invito a que el próximo Sábado 22 de Febrero se unan con su familia a esta experiencia y quizá en algún momento podamos hacer 2 grupos y abarcar 2 sábados o más al mes!!
Si no puedes asistir, también puedes apoyar económicamente, para que quienes asisten regularmente, no carguen solos con el voluntariado en tiempo y economía.
Sin duda ha sido un privilegio esta experiencia que no quiero que mis hijos dejen de tener, saber que pueden ayudar y que cuando ellos lo necesiten, también pueden pedir ayuda, y sobre todo, que Dios y nuestra madre Iglesia, nunca nos abandona!!
Pdt. - Testimonio de alguien cuyo padre falleció en un centro médico tras 15 días de internamiento. Durante ese tiempo, sus pensamientos estaban enfocados en ver las posibilidades de cómo ayudar a todas esas personas. Esta situación es solo la punta del iceberg, el dolor en esos lugares llega hasta la medula... pero también el cobijo de la madre iglesia puede llegar por medio de nosotros. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; enfermo, y me visitaste”.
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