27/06/2025
Desde pequeña, tuve el gusto por la cocina. Me encantaba estar en la cocina al lado de mi mamá. Pero todo se magnificó el día que mi mamá hizo su primer pan de naranja en la olla de presión.
Fue como si hiciera magia. Me encantó el proceso, ch**ar la cuchara después de vaciar la mezcla a la olla, y obviamente sacar el pan de la olla y oler el exquisito aroma a naranja. No tenía, tazas medidoras, no tenía batidora, no tenía horno, solo tenía ese amor por agradar y sorprender el paladar de su familia.
Después se coronó con mi pastel de 15 años, en donde hizo pisos, uno sobre otro, sin miedo a nada, y muy segura del nuevo descubrimiento que estaba experimentando: Un betún de queso Philadelphia y fresas. Explosión de sabores y un reto con los pisos. Sorprendió a la familia y a invitados; Yo disfruté ver como la felicitaban por su logro.
Hoy, cada pastel que horneo lleva esos recuerdos, de una mujer que resolvía, y que le encantaba complacer paladares exigentes y sonreía triunfante cada que le chuleaban su comida y pasteles. Yo siento lo mismo. Creo que eso es Pasión. Ella no fue repostera, pero sí una cocinera excepcional, de las buenas, de esas que hasta la repostería le salía bien.
Y gracias a ella, creo en los sabores que despiertan emociones, en los detalles que cuentan historias y en el poder de un postre para hacer sentir a alguien especial. Pero sobre todo en el amor que se puede transmitir por medio de un detalle comestible, ya sea pastel o postre.
Mi repostería no es industrial, es hecha en casa, a mano y con el corazón. Porque tú no mereces cualquier postre, sino uno que te haga sonreír desde el primer bocado.
ESTA ES MI HISTORIA. AHORA CUENTA LA TUYA. TE DEJO TIPS PARA HACERLO Y UNA PLANTILLA (PREGUNTAS) PARA QUE EMPIECES A DARLE FORMA A TU HISTORIA DE MARCA Y EMPIECES A CONTARLA.
¿YA ESTÁS CONTANDO TU HISTORIA DE MARCA EN LAS REDES SOCIALES DE TU REPOSTERÍA?