19/09/2025
El tren Querétaro–Irapuato y la batalla política en Guanajuato
MORENA, la máquina –PAN, el cabús
Súbete al tren…Temporada 1. Episodio 6
Héctor Rodríguez Colmenero
Vi el banderazo de la presidenta Claudia Sheinbaum al Tren Querétaro–Irapuato y no pude evitar pensar que, más allá del acero y los durmientes, lo que se puso en marcha es una maquinaria política que corre sobre dos vías: la de MORENA y la del PAN.
Guanajuato, mi estado, ha sido bastión panista por más de tres décadas, pero ahora el gobierno federal llega con una obra de gran calado, de esas que se convierten en símbolo. Y aquí empieza el juego de narrativas.
MORENA, la máquina –PAN, el cabús
Para Morena, este tren es la máquina que arrastra todo: discurso, narrativa y votos. Es la oportunidad de entrar al Bajío con hechos concretos y no solo promesas. Lo venderán como el regreso del tren de pasajeros, como justicia social, como la muestra de que la federación sí cumple en un estado donde el PAN jamás se atrevió a pensar en grande en materia ferroviaria.
El PAN, en cambio, quedó reducido al cabús: ese último vagón que va a rastras, sin fuerza propia, acomodándose al vaivén de la máquina que lo lleva. No puede oponerse, sería ridículo. Pero tampoco puede adjudicarse el proyecto completo. Por eso se vestirán de “gestores responsables”, dirán que liberaron derechos de vía, que garantizarán que la obra no afecte a los guanajuatenses. En realidad, van atrás, colgados, tratando de no desaparecer del todo en la fotografía.
El reloj político: 2027
El tramo inicial del tren —Querétaro a Apaseo el Grande— tiene fecha de entrega para junio de 2027. Esa fecha no es menor: coincide con las elecciones intermedias en Guanajuato, un momento clave para medir fuerzas en el Congreso local, en los ayuntamientos y en la estructura territorial de los partidos.
• Si el tren avanza a tiempo, Morena llegará a las urnas con un argumento poderoso: “les cumplimos, aquí está la obra”.
• Si hay retrasos, el PAN tendrá munición de sobra para acusar a la federación de improvisación y fracaso, reforzando su narrativa de que solo los gobiernos estatales saben administrar.
Es decir, el calendario de la obra se convierte en el calendario de la política. Lo que pase en los rieles pesará en las urnas.
Choque inevitable
En el fondo, ambos se pelean el crédito:
• MORENA dirá: “la locomotora es nuestra, sin nosotros no se mueve nada”.
• El PAN insistirá: “aunque vamos atrás, somos necesarios para que el tren llegue a su destino”.
Y los ciudadanos, una vez más, veremos si el tren realmente avanza o si se convierte en otra promesa que descarrila en los discursos.
Mi conclusión
En el 2027, cuando se entreguen los primeros kilómetros de vía, se pondrá a prueba no solo la capacidad de la máquina de MORENA para jalar el tren, sino también la habilidad del PAN para seguir colgado en el cabús.
Yo lo digo sin rodeos: en este tren político, MORENA es la máquina que jala y el PAN el cabús que se conforma con no caerse de los rieles. Y en las elecciones intermedias, la puntualidad de esa máquina podría marcar la diferencia entre consolidar el cambio o mantener la inercia panista en Guanajuato.
El silbato ya sonó
El silbato del tren ya resonó en Guanajuato. Es el aviso de que el viaje político comenzó y que no habrá paradas de cortesía. Quien llegue tarde, se quedará en el andén de la historia.