No. Mejor dicho, es como tres compas que están pisteando en un barecito local y… no, en la banqueta de la casa de uno porque… no. El bar, el bar está bien. Entonces están los compas en el bar y empiezan a hablar de cine porque vienen del cine. Pensándolo bien, no tienen que venir del cine, nomás hablan del cine porque les gusta el cine. A veces dan buenos argumentos, a veces tienen que aguantar l
a carrilla por las pendejadas que dicen y de vez en cuando dicen cosas que te hacen pensar que cortarte las piernas para poder patearte los huevos sería algo mejor que hacer. Como cualquier buena plática, de pronto se desvían del tema y no hablan de cine, hablan de Rocko o Denver el último dinosaurio, de alguna cheve nueva que probaron, de un nuevo disco que escucharon en la oficina o de dónde deberían de juntarse la próxima vez. No es nomás dar opiniones de las películas que hemos visto, películas que vamos a ver, ost’s que vamos a escuchar, todo con la comodidad de estarse tomando unas cheves.
¿Por qué no dejamos las pláticas en donde sea que hayamos estado tomando? Por mamones. Destapa tu cheve, whisky con mostro o toro rojo o lo que sea, tequila, o lo que sea y ponte a leer, o a escribir y a echarnos carrilla decir tus argumentos o decir tus pendejadas. De eso se trata watcha trucha.
