01/09/2024
Un relato erótico corto…
En una noche cálida de verano, Laura decidió salir a caminar por la playa. La brisa fresca y el sonido suave de las olas creaban una atmósfera mágica. Mientras caminaba, notó a un hombre observándola desde la distancia. Tenía una mirada intensa y se acercó, sonriendo.
—Hola, ¿disfrutando de la noche? —preguntó él, con un tono seductor.
Laura, intrigada, asintió. La conversación fluyó fácilmente entre ellos, y pronto se encontraron riendo y compartiendo secretos. La química entre ambos era palpable. Se acercaron más, y él, con un movimiento delicado, acarició su brazo.
—¿Te gustaría dar un paseo más privado? —sugirió, guiñándole un ojo.
Laura sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Aceptó y juntos se adentraron en un pequeño sendero apartado. Entre risas y miradas cargadas de deseo, el mundo a su alrededor desapareció.
Al llegar a un rincón de la playa, bajo la luz de la luna, él la tomó de la mano y la atrajo hacia él. Sus labios se encontraron en un beso ardiente, lleno de pasión y anhelo. Sus manos comenzaron a explorar, perdiéndose en las curvas del otro.
El sonido de las olas acompañaba sus suspiros, mientras su conexión se hacía más intensa. Se dejaron llevar por el momento, disfrutando cada toque, cada beso. La noche avanzaba y la temperatura aumentaba, convirtiendo aquella tranquila playa en un escenario de pura pasión.
Al finalizar esa mágica noche, ambos sabían que aquel encuentro sería inolvidable, un secreto guardado entre ellos, pero siempre presente en sus memorias
