01/12/2025
¡Cañeros desatan la furia en Huatusco y sorprenden en el primer juego de Playoff!
Gala Cobix / Huatusco
Este domingo 30 de noviembre, la Liga del Sureste de Béisbol vivió un capítulo digno de película. En lo que pintaba para ser un duelo cerrado, los Cañeros visitaron a los poderosos Caleros de Huatusco, un equipo que había dominado prácticamente toda la temporada con estadísticas casi impecables y apenas un par de derrotas.
Pero el béisbol, ese deporte caprichoso donde los números no siempre cuentan la historia completa, tenía preparada una sorpresa monumental.
Desde el primer lanzamiento se sintió algo distinto. Los Cañeros saltaron al diamante con un orden impecable, una energía eléctrica y una contundencia que dejó muda a la afición local. Jair Jiménez, dueño absoluto de la lomita, tuvo la tarde de su vida: imparable, frío, preciso, lanzando con una autoridad que pocos habían visto esta temporada. Del otro lado, Kevin Flores enfrentaría una pesadilla que parecía no terminar nunca.
La fiesta arrancó en la primera entrada cuando El Tato González colocó un toque quirúrgico que remolcó la primera carrera. Le siguió Fabián Urbina con un elevado profundo que, aunque dominado, le dio el espacio perfecto a Rudy Yepez para un pisa y corre que puso el marcador 2-0. Antes de que la afición pudiera reaccionar, la entrada se cerraba con tres carreras que encendían la chispa cañera.
Y apenas venía lo bueno.
En la segunda entrada, Emiliano Vega conectó un sólido imparable que trajo al propio Kevin Flores al plato para el 4-0. Las gradas de Huatusco simplemente no podían creer lo que veían: su equipo, el invencible, arrancaba un playoff en la peor versión que se les haya conocido.
Los Cañeros, en cambio, estaban desatados. Atacaban, corrían, empujaban cada jugada como si de ello dependiera la vida.
Pero la explosión llegó en la cuarta entrada.
Con casa llena y la confianza por los cielos, Rudy Yepez hizo historia: un Home Run Grand Slam que estremeció hasta las pantallas de quienes seguían la transmisión. Un batazo monumental que hizo vibrar a la afición , que seguramente gritó, brincó y celebró desde sus hogares como si estuvieran en el estadio.
El vendaval no paró ahí: Fabián Urbina agregó un cuadrangular solitario para la novena carrera, y el novato Antonio Martínez impulsó la décima como todo un veterano.
Los Caleros, heridos pero no rendidos, respondieron con un home run solitario y un par de carreras de caballito, pero ya era imposible detener . La historia estaba escrita.
Marcador final: Cañeros 12 – Caleros 3.
Un golpe de autoridad. Un aviso claro. Un rugido que retumbó en toda la liga.
Los Cañeros no solo ganaron: invadieron Huatusco con coraje, corazón y un béisbol contundente que hoy los pone a soñar con grandeza.
Fotografía cortesía de Circulo online
