17/09/2025
da su primer Grito de Independencia: una ceremonia histórica marcada por la inclusión y la soberanía. 🇲🇽
Ciudad de México, 15 de septiembre de 2025 — Claudia Sheinbaum hizo historia al encabezar, por primera vez como presidenta de México, la tradicional ceremonia del Grito de Independencia desde el balcón del Palacio Nacional. El acto conmemoró el 215 aniversario del inicio de la lucha por la independencia y representó un giro simbólico en las tradiciones patrióticas del país.
Sheinbaum se convirtió en la primera mujer en la historia de México en dirigir este acto cívico, rompiendo con más de dos siglos de exclusividad masculina en uno de los eventos más emblemáticos del calendario nacional. Su presencia marcó un hito en la vida pública del país y dio lugar a un discurso cargado de simbolismo político, histórico y social.
Durante el tradicional llamado a la unidad nacional, la presidenta hizo un énfasis particular en reivindicar el papel de las mujeres en la historia de México. Mencionó a figuras clave como Josefa Ortiz Téllez Girón, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra y Manuela Medina “la Capitana”, así como a “las heroínas anónimas, mujeres indígenas, migrantes y luchadoras sociales”.
Esta mención explícita formó parte de un discurso más inclusivo que busca ampliar el panteón histórico mexicano para incluir a quienes históricamente han quedado fuera de los relatos oficiales.
Sheinbaum lució un vestido artesanal morado, bordado por artesanas nahuas de Tlaxcala, en un gesto que fue interpretado como una señal de apoyo a las causas de género y a las comunidades originarias. El morado, tradicionalmente vinculado a la lucha por los derechos de las mujeres, añadió un matiz simbólico al acto.
La presidenta también aprovechó el momento para enviar un mensaje firme en defensa de la soberanía nacional. “Ninguna potencia extranjera toma decisiones por nosotros”, afirmó desde el balcón, en una clara alusión a la política exterior del país. Acompañó este mensaje con llamados a la dignidad del pueblo, la justicia, la igualdad y la democracia, estableciendo así el tono de su administración en materia de política interna y externa.
Diversos analistas y medios calificaron la ceremonia como “histórica”, no solo por la presencia femenina en la presidencia, sino por el contenido del mensaje, que refleja una transformación profunda en el discurso nacionalista tradicional.
Para muchos, este Grito representa un cambio simbólico en la narrativa patriótica mexicana, al romper con la continuidad de presidencias masculinas y al visibilizar liderazgos femeninos en los espacios más representativos del poder.
El evento también evidenció un replanteamiento de los valores nacionales: la inclusión, la diversidad, la equidad de género y el reconocimiento de comunidades históricamente marginadas ocuparon un lugar central.
En este nuevo enfoque, la identidad nacional se presenta como una construcción plural y dinámica, en sintonía con las demandas sociales contemporáneas.