25/09/2025
Un “representante ciudadano” que no representa a nadie ⚠️🚰
El caso de Jaime López en el consejo de SIMAPAJ
El consejo directivo del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Jerez (SIMAPAJ) 🏛️ debería ser el espacio donde la voz de los ciudadanos se haga escuchar en las decisiones más importantes sobre el servicio de agua potable. Sin embargo, esa representación se encuentra secuestrada.
El actual “representante ciudadano” no es un vecino elegido por la sociedad civil, ni alguien con trayectoria en la defensa del interés público. Se trata de Jaime López Rosales, secretario particular del presidente municipal Rodrigo Ureño 👤 y, además, padre del subdirector operativo de SIMAPAJ, Alan Daniel López Dávila 🧑💼.
Un consejero con doble lealtad 🤝❌
En lugar de ser un contrapeso que defienda a los usuarios, Jaime López actúa con una doble lealtad: proteger a su hijo dentro del organismo y blindar políticamente al alcalde. Su asiento en el consejo no está al servicio de la ciudadanía, sino de un círculo familiar y político.
Esto significa que, cuando se tomen decisiones como la de volver a proponer un aumento en la tarifa del agua a finales de año 💧💸, los jerezanos no tendrán quien defienda su economía en esa mesa. El voto que debería ser ciudadano será, en los hechos, un voto a favor de la familia López Dávila y de los intereses del presidente municipal.
Ciudadanía sin voz ni voto 🙅♂️
Cada vez que un consejero ciudadano es sustituido por un funcionario disfrazado de “representante social”, los habitantes pierden su derecho a participar en decisiones que impactan directamente sus bolsillos. No hay vigilancia independiente, no hay defensa de los usuarios, no hay transparencia.
El resultado es claro: los ciudadanos pagan, pero no deciden. Y si hoy no hay nadie que alce la voz contra el nepotismo, mañana no habrá nadie que frene un incremento injustificado en el recibo del agua.
Un fraude a la representación ciudadana ⚖️
La permanencia de Jaime López en el consejo de SIMAPAJ no solo es un conflicto de interés evidente, también es un fraude al principio de representación ciudadana. Con su presencia, se distorsiona la finalidad del organismo, que debería servir al pueblo de Jerez y no a los intereses de una sola familia.