28/05/2025
Les compartimos uno de los artículos publicados en nuestra edición impresa anual de la REVISTA PRIMAVERA.
CULTURA, VIOLENCIA Y MÚSICA: LOS CORRIDOS COMO TESTIGOS DE LA HISTORIA MEXICANA
Por Yarahima N. García Carlos
Los corridos han sido fuente importante para relatar hechos históricos de México, estos sobre todo se popularizaron durante la Revolución Mexicana (1910-1920). Eran composiciones donde se narraba lo que sucedía en dicho momento y mucho de ello contribuyó a la formación de héroes y villanos en el imaginario colectivo.
Algunos de los corridos más populares de esa época son: La Adelita, donde se rinde homenaje a Adela Velarde por su destacada participación en la lucha; el corrido del General Zapata, el cual también rinde homenaje a Emiliano Zapata, uno de los líderes de la revolución; La Persecución de Villa, donde se narra la persecución de Pancho Villa por las tropas opositoras; El Fusilamiento del General Felipe Ángeles, donde cuenta cómo fue su muerte.
Como se ha mencionado, en la época de la Revolución se popularizaron debido a que una de sus principales funciones era informar de los acontecimientos a aquellas personas que no sabían leer ni escribir. Pero de acuerdo con Lira Hernández (2013), existen registros de los corridos desde el siglo XIX, donde se habla sobre la intervención francesa.
Diferentes autores han conceptualizado el Corrido desde diversos enfoques, además existe un debate sobre su origen . Algunos señalan que los corridos son de origen hispánico, es decir, que es una variante del romance español.
Este origen es el que ha tenido mayor aceptación por los teóricos, y algunos de sus impulsores son Luis González Obregón y Vicente Mendoza. Se fundamentan principalmente en el seguimiento de las estrofas de cuatro versos, características del romance español, y en su carácter épico y narrativo de hazañas guerreras (Lira Hernández, 2013).
Por otra parte, autores como Rubén M. Campos y Ángel María Garibay establecen que el origen de los corridos desciende de cantos indígenas. Aseguran que sus raíces yacen en la poesía precortesiana de la tradición azteca náhuatl (Lira Hernández, 2013).
Mario Colín propone que los corridos son un canto del mestizo, dice que es la voz de este pueblo que surgió de la conjugación biológica y cultural del indio y el español. Además expresa que el mestizo lo canta porque "lo necesita como instrumento de expresión y combate" (Lira Hernández, 2013, p.3).
Así como se debate su origen, existe polémica sobre su definición, pues los teóricos que apoyan que el corrido viene del romance español enfocan su definición en su estructura lírica más que en el impacto social que tuvieron y tienen.
Por ejemplo, Vicente Mendoza (1964) lo define como: "un género épico-lírico-narrativo en cuartetos de rima variable... forma literaria sobre la que se apoya una frase musical compuesta... que relata aquellos sucesos que hieren poderosamente la sensibilidad de las multitudes" (p. 9).
María del Carmen Garza de Koniecki (1990) clasifica al corrido en dos: los narrativos y los discursivos. Los corridos narrativos se dividen a su vez en corridos tragedia y corridos crónicas, mientras que los discursivos en corrido crítica y en corrido sermón.
Los narrativos son aquellos que cuentan una historia de cualquier índole, ya sea trágica, amorosa, de guerra o de conciliación del pueblo para el pueblo, y los discursivos son aquellos con fines políticos. En ambos se exponen las conductas morales que la sociedad considera en ese momento como ideales.
Si bien es importante reconocer su estructura lírica, no se puede definir y, sobre todo, analizar solo desde este punto, ya que la mayoría de ellos son escritos, como mencionó Garza de Koniecki, del pueblo para el pueblo.
Erick Lara (2003), además de acentuar estos elementos del corrido, lo define como un documento etnohistórico que provee un rango de hechos observables a través de todo el desarrollo social que ha tenido nuestro país.
Si bien no podemos armar una definición que incluya todos los elementos de un corrido por su naturaleza ambivalente, es importante destacar los siguientes aspectos: todo corrido establece un tiempo y un espacio.
"Patria México, febrero veintitrés
Dejó Carranza pasar americanos
Dos mil soldados, doscientos aeroplanos
Buscando a Villa, queriéndolo matar”
(Corrido: La Persecución de Villa)
"Toda la gente de Chihuahua y Ciudad Juárez
Muy asombrada y asustada se quedó
Solo de ver tanto gr**go y carrancista
Que Pancho Villa sin orejas los dejó"
(Corrido: La Persecución de Villa)
En estos dos fragmentos del popular corrido 'La Persecución de Villa' se determina con claridad el tiempo (febrero veintitrés) y el espacio (Chihuahua y Ciudad Juárez). Relata lo que hizo el ejército de Estados Unidos después de que el revolucionario Francisco Villa atacara Columbus (Nuevo México), aunque varios historiadores discrepan en las fechas, señalando que esta persecución se llevó a cabo el 15 de marzo de 1916 y no el 23 de febrero.
Otro elemento importante del corrido aparte de narrar un hecho o informar, es la identidad, pues estas composiciones mexicanas dejan ver el sentido de pertenencia, la diferenciación de los ‘otros'. Como menciona Gilberto Jiménez: "La identidad tiene que ver con la idea que tenemos acerca de quiénes somos y quiénes son los otros, es decir, con la representación que tenemos de nosotros mismos en relación con los demás. Implica, por lo tanto, hacer comparaciones entre las gentes para encontrar semejanzas y diferencias entre las mismas" (p. 84, 2004)."
“Porque nací en Zacatecas
el alma tengo de plata
plata que el águila azteca
lleva mi peso apuñada
yo soy de los que se juegan
la vida por una ingrata”
(Corrido de Zacatecas ).
En esta canción se señalan ciertos elementos originarios del estado, como la plata y la mina, que de alguna forma crean una identidad regional, otorgando sentido de pertenencia y diferenciándolos de "otros". Además, describe de manera agradable ciertos municipios de la entidad.
Los corridos también forman opiniones sobre hechos sociales e históricos, enaltecen o no a líderes de luchas sociales o políticos, como el de Don Venustiano Carranza:
"Don Venustiano Carranza
tiene palabra de rey,
que ha tomado muchas plazas
y también Monterrey.
Don Venustiano Carranza
reclama ser presidente
y por eso cada día
se le recarga más la gente"
(Corrido Don Venustiano Carranza)
Estos elementos del corrido, que en muchos de los casos resaltan cualidades de los líderes o clasifican a otros personajes de la historia como bandidos, malhechores, contribuyen a la formación de opiniones que se impregnan en el imaginario colectivo.
Otro aspecto que es importante resaltar son las conductas morales. En muchos de los corridos se hace visible 'cómo se debe comportar' la gente. También se mencionan las consecuencias de no seguir estas reglas morales.
Como por ejemplo, en el corrido de La Martina, donde narra cómo una muchacha de 16 años llamada Martina le fue infiel a su esposo con otro hombre. En la letra se detalla cómo su esposo la encontró en pleno acto, o como popularmente se dice, 'con las manos en la masa'. Como consecuencia, el traicionado la asesinó.
"Quince años tenía Martina
Cuando su amor me entregó
A los 16 cumplidos
Una traición me jugó”
(Corrido La Martina)
Aquí se pueden observar claramente estas reglas morales y el deber ser, pues es común que en años anteriores las mujeres contrajeran matrimonio a temprana edad. Además, se relata cómo el marido la llevó con sus padres para 'devolvérsela', quienes no aceptaron, argumentando que no tenían la culpa y que en la iglesia se entregaron.
Esta acción de 'devolvérsela', como si la mujer fuese un objeto que se puede prestar y, si hace algo que le parece mal al esposo, se puede regresar a los padres, habla del machismo que existe en México y de la gran influencia de la religión católica.
"Hincadita de rodillas
Nomás seis tiros le dio
El amigo del caballo
Ni por la silla volvió”
(Corrido La Martina)
En este fragmento se puede notar lo mencionado, las consecuencias de no seguir con estas reglas. Pues el esposo de Martina la asesinó por su traición. Cabe resaltar que vivimos en una sociedad monógama, donde las infidelidades son mal vistas, sobre todo de una mujer.
El corrido de Santa Amalia es otro ejemplo de representación de las reglas éticas o morales de una sociedad, en él se describe a una joven hermosa y carismática que vive en el pueblo de Santa Amalia, comparando su belleza con la flor jazmín. Relata que un día su hermano mayor le declaró su amor, a lo que la joven contestó que prefería morir que manchar su honor, acto seguido el hermano la asesinó.
"El mal hermano le dice un día
¡Ay! hermanita del corazón
Ya tu hermosura me tiene loco
Y tu marido quiero ser yo”
(corrido de Santa Amalia).
En esta composición musical se puede observar otra regla moral impuesta en la sociedad: el tabú del incesto, es decir la prohibición de contraer matrimonio con familiares o tener relaciones sexuales entre familiares.
El incesto es una regla universal que ha sido tema de debate por años por sociólogos, antropólogos y psicólogos, pues han realizado varias explicaciones sobre este fenómeno social.
Desde la visión antropológica, Lévi-Strauss, antropólogo, etnólogo y filósofo francés, teorizó sobre el tabú del incesto. Lo primero que identificó fue su universalidad, explicó que este tabú es el elemento transitorio entre la naturaleza y la cultura.
Es natural, porque se trata de un instinto biológico (tener relaciones sexuales para preservar la especie), pero cultural porque es una regla impuesta por y para la sociedad. No lo define como meramente natural o cultural, sino lo posiciona en medio de ambas.
Señala que es parte de las reglas de exogamia. Entiendo exogamia como la prohibición de mantener vínculos amorosos entre miembros del mismo grupo o parentesco, ya sea consanguíneo o simbólico. Estas reglas se establecieron, de acuerdo con Strauss, para asegurar el crecimiento del grupo, crear alianzas y afiliaciones con otros grupos que contribuyeran a su bienestar como sociedad, evitando conflictos.
Que haya un tabú en estas prácticas no significa que no se realicen, más bien se hace referencia a que existe en la memoria colectiva la etiqueta de que dichas acciones son incorrectas, alimentadas no solamente por la supervivencia, ahora también por cuestiones religiosas, morales, médicas y jurídicas.
Si bien los corridos informan, son fuente histórica importante y los comprenden los elementos que hemos mencionado, es crucial señalar el cambio que han tenido en los últimos años.
Ahora podemos escuchar esta nueva producción denominada narcocorridos o corridos tumbados, donde se le agregan temas a estos relatos de narcotráfico, contrabando o ilegalidad. De acuerdo con Erick Lara (2003), esto sucedió a mediados de 1970. Lara menciona que Los Tigres del Norte fueron de los primeros exponentes del narcocorrido. Él explica que esta nueva producción musical surgió por la necesidad de la comunidad de escribir, expresar la situación que se está viviendo y que para muchos llega a ser sustento de la vida diaria.
Dice:
“…una vez que las escenas cotidianas de una región surgen cantadas en los corridos, estos eran inmediatamente bien recibidos por los pobladores y por quienes ven representadas en las temáticas de tales canciones su idiosincrasia y su forma de vida y sustento.”
Aparte de que se ve reforzada con el acompañamiento visual, es decir, hay mayor producción de películas y series donde el tema central es el narcotráfico. Es importante resaltar que, como se ha mencionado, estos han tenido gran aceptación social ya que la realidad que se relata en los corridos es bastante cercana al contexto de las personas que los escuchan.
Además, Lara resalta que los narcocorridos evidencian la violencia de México y la poca efectividad de las autoridades. Explica:
“No se puede dejar de lado que los narcocorridos son, entre muchas cosas, un referente contracultural que pone en entredicho a las instituciones de gobierno y su estatus en la sociedad mexicana, y que también se convierte en una forma efectiva de denuncia de todos aquellos sectores olvidados en contra de la institucionalidad y su discurso oficial.” (2003, p.215).
Lara además propone ejes fundamentales para el análisis etnográfico de los narcocorridos. Indica que el papel del hombre es recurrente, mostrándolo como valiente y agresivo, y hacen analogías con las peleas de gallos. Por su parte, la mujer oscila entre ser leal al negocio, inteligente y astuta, o como mero objeto del hombre.
Plantea otro personaje: 'el soplón', que es aquella persona cercana o no a los narcotraficantes, que tiene mucha información y saca provecho de ello."
En el mes de marzo de 2025 surgieron varias controversias acerca de estas composiciones musicales, sobre todo debido al hallazgo que ocurrió en Teuchitlán, Jalisco, en el rancho de los Izaguirre, donde encontraron un centro de exterminio de personas, lo que evidencia la violencia que vive Jalisco y todo México.
Este suceso hizo que se incrementara el número de personas que están en contra de los narcocorridos, como ellos denominan la 'narcocultura', pues argumentan que influyen de manera negativa en los niños, niñas y jóvenes del país, ya que muestran una vida idealizada de la delincuencia que no coincide con la realidad.
Incluso, el 2 de abril, la diputada de Movimiento Ciudadano, Ana María Romo Fonseca, durante la Sesión Ordinaria en el Pleno del Poder Legislativo de Zacatecas, presentó una iniciativa que exhorta a los 58 municipios del estado a regular la reproducción de narcocorridos o corridos tumbados en espacios públicos, restaurantes, bares y cualquier centro de entretenimiento.
Informó de manera detallada que es un riesgo para la población debido a que se normaliza este tipo de vida, y algunos grupos de crimen organizado los utilizan para dar mensajes a sus rivales.
Me gustaría desglosar algunos puntos, sobre todo aclarar que la narcocultura no solamente se refiere a los narcocorridos, películas o series de esta índole, sino también a aquellas prácticas que vamos adoptando como sociedad al vivir día a día la violencia. Lo podemos observar, sobre todo, en aquellas medidas de prevención que tomamos ante ciertas situaciones, como evitar salir a cierta hora, identificar ciertos vehículos sospechosos, diferenciar entre un ruido o alguna detonación de arma; son todas esas prácticas que vamos adquiriendo.
En segundo lugar, responsabilizar únicamente a estas producciones musicales y a las personas que las escuchan centra el problema en una responsabilidad social, discriminando la responsabilidad de las autoridades y, sobre todo, de las desigualdades en el país. Es decir, si bien este tipo de música puede influir en los jóvenes, son las estructuras desiguales las que los orillan a ser parte del crimen organizado: falta de oportunidades educativas, falta de empleos, falta de acceso a lo básico como alimentación, crecer en un ambiente violento, etc.
En conclusión los corridos han sido una parte fundamental de la cultura mexicana, no solo como una forma de entretenimiento, sino también como una herramienta histórica y social que narra los acontecimientos que marcan la vida del país. Desde su origen, en su etapa de la Revolución Mexicana hasta los actuales narcocorridos, este género musical ha evolucionado, reflejando los cambios en la sociedad y en las realidades que enfrenta.
Si bien los corridos han sido tradicionalmente una forma de relatar historias y forjar identidades colectivas, su transformación en narcocorridos plantea una nueva controversia. Este nuevo subgénero no solo narra la vida del narcotráfico, sino que también pone en evidencia las dificultades sociales, económicas y políticas de México. La crítica hacia estos corridos no debe centrarse únicamente en las producciones musicales o en los jóvenes que los escuchan, sino también en la responsabilidad de las instituciones y la estructura social que perpetúa la violencia y la desigualdad.
Al final, los corridos, tanto los tradicionales como los narcocorridos, siguen siendo una manifestación de las luchas, las injusticias y las realidades de un país que enfrenta retos profundos, y es esencial abordar estos problemas desde una perspectiva integral que considere todas las dimensiones sociales.
Referencias:
Garza de Koniecki, M. del C. (1990). El corrido como forma de expresión popular. Universidad Autónoma de Nuevo León.
Jiménez, G. (2004). Identidades sociales. Universidad Iberoamericana.
Lara, E. (2003). El narcocorrido: Tradición y cambio en la música popular mexicana. Revista Mexicana de Sociología, 65(2), 213–238.
Lira Hernández, J. A. (2013). El corrido mexicano: Su historia y evolución. Tesis de licenciatura, Universidad Nacional Autónoma de México.
Mendoza, V. (1964). El romance español y el corrido mexicano: Estudio histórico-literario. Fondo de Cultura Económica.
Strauss, C. L. (1977). Las estructuras elementales del parentesco (3.ª ed.). Siglo XXI Editores.