07/10/2025
Cuerpos en contraste:
El peso invisible de la obesidad
Lo que ves en la imagen son dos cortes anatómicos de perfil.
A la izquierda, un cuerpo con peso normal.
A la derecha, un cuerpo con obesidad.
A simple vista, la diferencia parece estar en el grosor.
Pero lo más importante no se ve solo como “volumen externo”.
La grasa justo debajo de la piel —la subcutánea— es la que todos conocemos, la que se palpa, la que cambia la forma del cuerpo. Es molesta, sí. Pero no es la más peligrosa.
La verdadera amenaza está más adentro: La grasa visceral. Esa que rodea y aprieta los órganos vitales.
La que envuelve al hígado, intestinos, páncreas y corazón. La que interfiere en su función, aumenta la inflamación y altera el metabolismo.
Es esa grasa la que dispara el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hígado graso y varios tipos de cáncer.
La diferencia anatómica es clara:
• En el cuerpo con peso normal, los órganos tienen espacio, movilidad y un entorno más equilibrado.
• En el cuerpo con obesidad, la grasa visceral ocupa el centro del escenario, sofocando silenciosamente a los órganos.
El mensaje es duro, pero real: La obesidad no es solo lo que se ve por fuera. Es lo que ocurre dentro, en silencio, cuando los órganos viven comprimidos por una grasa que no debería estar ahí.
Cuidar el peso corporal no es un tema estético.
Es un tema de salud, de órganos, de vida.
—-
Mensaje final: El contenido ofrecido es exclusivamente para fines informativos y de formación. No equivale a una evaluación médica presencial. Cualquier síntoma debe ser valorado por un profesional de la salud.
(Creditos a quién corresponde)