17/12/2024
Urano
Rumbo a las lejanas estrellas azules
naufragaron mis firmes esperanzas
de construir cuando al fin escombres,
mi corazón se carcome por brasas.
Caerán como un triste meteorito
mis tontas ilusiones de forjarnos,
siento calor pero no nos amamos.
Eres lo más abstracto que he visto.
El anillo de urano, plateada sortija
de la reina blanca que sola espera
a su radiante amor, uh… uh… uh
caprichosa estrella, centro de atención.
Mientras, tú y yo solos nos perdemos,
cada uno en su propio y vacío espacio,
tú eres una lejana estrella y yo un barco
que en la mente de un niño navega por
galaxias con cuerpos brillantes celestes
de cinco puntas que no rotan solo flotan,
soñando algún día arribar en tu mundo.
Es tan extraño que ni el niño lo vea así.
El anillo de urano, lujosa corona
de la gran emperatriz taciturna
que gobierna luces en la nada,
gran roca opaca que mueve mareas.
Naufragué, arribaré en un asteroide
del anillo de urano, allí escribiré
sobre la decepción de este viaje,
este navío rumbo a tu estelar amor.
Las lunas cantan a los mares de azufre,
es sorprendente el oxígeno en esta roca,
melancolía y desamor, un humano sufre,
el frío, la lejanía, la realidad, la soledad, me sofoca.
El anillo de urano, extraño refugio
para un naufrago ermitaño cobarde.
--Yaretzi.