24/10/2025
NAZARIO GUTIÉRREZ TRAICIONA SU PROMESA DE AUSTERIDAD: TEXCOCO
GASTA MÁS EN SUELDOS QUE EN OBRAS
• Mientras más del 56% de la población vive en pobreza, el alcalde morenista destina un tercio del presupuesto a salarios y compensaciones, y apenas el 19% a inversión pública.
TEXCOCO, Edo de Méx.– El gobierno municipal de Texcoco, encabezado por el alcalde morenista Nazario Gutiérrez Martínez, presume austeridad, pero su propio Presupuesto de Egresos 2025 revela lo contrario: más de un tercio del gasto público se destina al pago de salarios, mientras la inversión pública, motor del desarrollo local, se mantiene en niveles vergonzosamente bajos.
El documento oficial muestra un presupuesto total de mil 713 millones 640 mil 27.68 pesos, de los cuales 554 millones 823 mil 820.24 pesos (32.38%) se van en servicios personales, sueldos, compensaciones y prestaciones. En contraste, la inversión pública apenas representa el 19.74 %. En otras palabras, la nómina crece, pero el progreso nunca se ve.
Durante su toma de protesta, Gutiérrez prometió centrar su administración en el desarrollo urbano, los servicios públicos y la atención a los sectores vulnerables. Sin embargo, los números contradicen su discurso. En un municipio donde el 56.4 % de la población vive en pobreza y 46.6 % en pobreza moderada, la administración parece más preocupada por sostener sus privilegios burocráticos que por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
Y mientras el alcalde predica la austeridad, su propio salario lo desmiente. Según el tabulador oficial, Gutiérrez percibe un millón 913 mil 295.05 pesos anuales, incluyendo compensaciones y un aguinaldo que rebasa el monto legal correspondiente a 40 días de salario. Un regidor gana más de 1.3 millones de pesos al año, y el tesorero municipal, 1.4 millones, cifras que contrastan brutalmente con el rezago y la precariedad de las colonias texcocanas.
Las calles de Texcoco hablan por sí mismas: baches, alumbrado deficiente, servicios públicos en decadencia y una ciudadanía cada vez más frustrada. La inseguridad en aumento, la aprobación del alcalde ha caído en picada, mientras crece el desgaste político y el descontento social, que anuncia que ha Morena está a punto de que se le acabe la fiesta.
El discurso de “primero los pobres” parece haberse quedado en los mítines. Hoy, el presupuesto del ayuntamiento demuestra que la austeridad solo aplica para los ciudadanos, no para los funcionarios.
Quizás los texcocanos malinterpretaron el mensaje del alcalde: el llamado a la austeridad era para los habitantes, no para su gobierno. Gutiérrez Martínez parece compartir la filosofía del senador Gerardo Fernández Noroña, quien al no justificar como compro su residencia de 12 millones de pesos sentenció: Yo no tengo ninguna obligación de ser austero.
El caso de Nazario Gutiérrez no es un hecho aislado. Refleja el deterioro moral de un partido que prometió regenerar la vida pública del país y terminó replicando los mismos vicios que tanto criticó.
En Texcoco, la “austeridad republicana” terminó siendo una farsa presupuestal y un insulto a la inteligencia del pueblo bueno y sabio.
Porque cuando el cinismo se convierte en política de gobierno, la corrupción deja de ser excepción y se vuelve norma. Y Nazario Gutiérrez Martínez, lamentablemente, es una manchita más al tigre de la mal llamada cuarta transformación.