20/08/2025
Hoy por la mañana, vino mi amigo el colibrí. Presuroso el, presuroso yo, me acerqué, lo saludé con afecto y le pregunté:
¿Cuantos años tienen que pasar, para a una mujer poder amar? Y...¿como sabes que la amas?, ¿Cuando sientes emoción al verla? O ¿cuando siempre estás pensando en ella?.
Mi amigo el colibrí se detuvo, posado en una frágil rama, dijo:
"Para amar, es indispensable decidir hacerlo. Primero lo acepta la razón y después el corazón, no al revés.
Amas cuando así lo decides.
El tiempo, es el abono necesario para que ese amor, con actos a diario de respeto, ternura y atención,crezca, florezca y de frutos imperecederos.
Quien ama, está siempre en contacto con la persona amada, se comunican con palabras o sin ellas, una mirada basta, un gesto es suficiente, hablan a través del viento, de la magia que la luna en ellos ejerce y sus voces resuenan en el tiempo, la distancia física no es obstáculo para ellos.
Amar es como una montaña escalar, requiere grandes sacrificios, arrojo espartano, humildad para dejarse guiar, dar la vida toda, dar la sangre gota a gota y hasta, de ser necesario...morir.
Para llegar a la cima, es necesario conquistarla, sabiendo que la conquista no te hace dueño de ella, pero te permite una invaluable exclusividad para amar y ser amado.
Si haces esto por una mujer, sin duda la amas, pero antes, has de hacerlo por ti."
El colibrí de Ana.
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