08/07/2025
“La Vida difícil de una mujer fácil” El título de una película mexicana dirigida por José María Fernández y protagonizada por Sacha Montenegro, bien pudiera encajar en esta historia de una mujer que llegó a Matehuala en busca de un porvenir y solo encontró los escabrosos caminos del oficio más antiguo del mundo.
Alondra, una mujer agobiada por el paso de los años y la vida nocturna que llevó, ahora solo le queda el magro recuerdo de aquellas noches de farra y alcohol combinados con la práctica sexual que por dinero ofrecía a los trasnochadores que acudían aquel conocido bar en un lugar de Matehuala.
En su cuarto que ahora habita, se aprecia una cama individual, un viejo ropero, con el espejo en pedazos, sostenido por la cinta transparente y en una orilla una fotografía de quien alguna vez fue “El amor de su vida”.
-Que quieres saber de mi vida, no hay nada interesante, borracheras, s**o, bailes, a quien le puede interesar eso, mírame hoy, el tiempo cumplió su labor, son ya muchos años los que tengo y esta enfermedad que no me deja ni un momento- Me dice con una voz entre quebrajada y con un ci******lo entre sus manos.
Después de un rato, ella sola comienza hablar de su pasado, la escucho sentado sobre un bloque que me ofreció ante la falta de una silla en su modesta habitación.
“Llegamos a Matehuala mis padres y mis dos hermanas menores, procedentes de un rancho en la sierra de Tamaulipas, mi padre se vino en busca de trabajo, recuerdo que yo era la mayor, tenía 18 años de edad, mi padre encontró trabajo en una fábrica por el Bulevar y vivimos durante un tiempo en una casa que nos prestaba un señor que estaba en el otro lado, la casa estaba en la Colonia Republica.
Mis hermanas entraron a le escuela nocturna, yo solo curse hasta el quinto de primaria, en el rancho no había para más escolaridad”
Trabajamos en casas de la gente de la Colonia Santa Martha, entrabamos a las 7 de la mañana y salíamos a las 6 de la tarde, descansábamos los domingos y los sábados solo trabajamos medio día.
Continua su relato y enciende un nuevo ci******lo: “No había mucho donde divertirse aquí en Matehuala, un día acudimos a un baile, se presentaba en el Centro Social La Fuente el grupo “Los Barón de Apodaca” lo recuerdo bien por sus canciones, no se puede olvidar ese día, fue la primera vez que probé el licor y también mi primera vez que tuve s**o, en el baile nos encontramos con varios muchachos, mis hermanas solo me veían, y se reían, las copas de aquella botella de la marca “Don Pedro” me hacían un efecto que me gusto, de pronto yo cambie, ahora era risueña, sentía una rara sensación, y me puse a bailar con Mario, un muchacho que trabajaba en una herrería, del abrazo al bailar, pasamos a los besos, el alcohol me hacía verme feliz, esa noche empezó mi nueva vida, conocí la efímera felicidad de la embriaguez y al salir del baile deje a mis hermanas que se fueran solas y me fui con Mario, caminamos abrazados, ya era de madrugada, nos paramos en un hotel por la calle Hidalgo y ahí tuve mi primer encuentro sexual.
Así empezó mi nueva vida, después solo esperaba que fuera un fin de semana para poder estar con amigos y vaciando botellas de licor.
De Mario solo supe que era casado, nos dejamos de ver, solo fue esa noche de entrega y adiós.
Nunca pude embarazarme y quizás fue lo mejor, mis padres al ver que no podían controlarme decidieron que hiciera lo que me diera la gana, mis hermanas al final cada quien agarro su camino, ahora viven en Monterrey y mi padre murió de una congestión alcohólica, mi madre sufrió tanto que en poco tiempo fue invadida por el cáncer y murió tras mucho sufrimiento.
-Conocí todas las cantinas de Matehuala, la embriagues paso de los fines de semana a ser parte diaria de mi vida, no había día que no tomara, ahora ya tengo varios años sin tomar, pero porque me detectaron una cirrosis, mi hígado ya no aguanta mucho, en cualquier momento explota si vuelvo a probar la bebida”
Así sin querer Alondra a quien por circunstancias comprensibles cambiamos su verdadero nombre, me platico un pedacito de su historia en la vida nocturna de Matehuala.
