07/09/2025
"Cuando filmé Rápido y Furioso: Tokio Drift, seguía ganándome la vida como mesero. Sí, literal. La película ya estaba en cines, la gente hacía flias para verla, mi cara estaba en los pósters… pero yo seguía dependiendo de las propinas para pagar el alquiler. Por ese papel me dieron unos 20 mil dólares, más dinero del que había visto jamás. Pero ni con eso pude dejar mi trabajo en el restaurante.
La gente me veía en pantalla y pensaba: Este tipo ya llegó'. Lo que no sabían es que, después de cada entrevista o premiere, me ponía el delantal y volvía a servir hamburguesas y cervezas. Hollywood te da fama, pero no siempre te da de comer.
Estar en una franquicia multimillonaria no es sinónimo de seguridad. Yo seguía en la luch4, dividido entre los focos del cine y el olor a comida rápida. Pero aunque el mundo no lo supiera, cada escena que rodaba me confirmaba una cosa: esto era lo mío. No actuaba por dinero o gloria, sino porque era lo único que me hacía sentir verdaderamente vivo.
Y al final, valió la pena. Porque cuando nadie más creía en mí, yo sí lo hice."
— Sung Kang revelando la crud4 realidad detrás del "éxito" en Hollywood.