30/09/2025
Las redes sociales nos conectan, nos divierten, nos informan… pero también pueden lastimar. Recientemente, un caso nos recuerda algo que muchos olvidamos: detrás de cada comentario, cada video, cada meme, hay personas reales con emociones y vulnerabilidades.
Una joven decidió terminar con su vida. Las causas exactas nunca las sabremos, pero sí sabemos que el entorno digital en el que vivimos puede ser muy cruel. Comentarios hirientes, críticas constantes, burlas o memes pueden ser más dañinos de lo que imaginamos. Y hay personas que no están preparadas mental ni emocionalmente para recibirlo.
Esto no busca señalar ni juzgar a nadie, ni afirmar que las redes fueron la causa directa, sino recordarnos que cada palabra tiene peso. Que todos podemos contribuir a un espacio más humano y empático.
Antes de publicar un comentario, antes de compartir un video que pueda herir, pregúntate: ¿cómo me sentiría si fuera yo? ¿Estoy aportando algo positivo o solo alimentando daño?
Este post es un recordatorio de que todos podemos hacer la diferencia: un mensaje amable, un gesto de apoyo, un momento de paciencia puede ser más valioso de lo que creemos.
Si tú o alguien que conoces está pasando por un momento difícil, busca ayuda. No estás solo. No estás sola. Existen profesionales y líneas de apoyo dispuestas a escuchar y acompañar. La empatía salva vidas