Un poeta triste

15/04/2025

La historia de la
comenzó con el descubrimiento de dos principios fundamentales:
El primero es la proyección de imágenes con cámara oscura, el segundo es el descubrimiento de que algunas sustancias se alteran visiblemente con la exposición a la luz. No hay artefactos ni descripciones que indiquen ningún intento de capturar imágenes con materiales sensibles a la luz antes del siglo XVIII.
Vista desde la ventana de Le Gras 1826 o 1827, se cree que es la fotografía con cámara más antigua que se conserva. Original (izquierda) y mejora reorientada coloreada (derecha).
Alrededor de 1717, Johann Heinrich Schulze utilizó una suspensión sensible a la luz para capturar imágenes de letras recortadas en una botella. Sin embargo, no intentó que estos resultados fueran permanentes. Alrededor de 1800, Thomas Wedgwood hizo el primer intento documentado de manera confiable, aunque infructuoso, de capturar imágenes con cámara en forma permanente. Sus experimentos produjeron fotogramas detallados, pero Wedgwood y su socio Humphry Davy no encontraron la manera de arreglar estas imágenes. En 1826, Nicéphore Niépce fue el primero en fijar una imagen captada con una cámara, pero se necesitaban al menos ocho horas o incluso varios días de exposición en la cámara y los primeros resultados eran muy rudimentarios. El colaborador de Niépce, Louis Daguerre, desarrolló el proceso del daguerrotipo, el primer proceso fotográfico comercialmente viable y anunciado públicamente. El daguerrotipo requería solo unos minutos de exposición en la cámara y producía resultados claros y con gran detalle. El 2 de agosto de 1839, Daguerre demostró los detalles del proceso en la Cámara de los Lores de París. El 19 de agosto, los detalles técnicos se hicieron públicos en una reunión de la Academia de Ciencias y la Academia de Bellas Artes en el Palacio del Instituto. (Por conceder los derechos de las invenciones al público, Daguerre y Niépce recibieron generosas anualidades de por vida. Cuando el proceso del daguerrotipo basado en metal se demostró formalmente al público, el enfoque competidor de los procesos de calotipo negativo basado en papel e impresión a la sal inventados por William Henry Fox Talbot ya se había demostrado en Londres (pero con menos publicidad). Las innovaciones posteriores hicieron que la fotografía fuera más fácil y versátil. Los nuevos materiales redujeron el tiempo de exposición requerido de la cámara de minutos a segundos, y eventualmente a una pequeña fracción de segundo; los nuevos medios fotográficos eran más económicos, sensibles o convenientes. Desde la década de 1850, el proceso de colodión con sus placas fotográficas basadas en vidrio combinó la alta calidad conocida del daguerrotipo con las múltiples opciones de impresión conocidas del calotipo y se usó comúnmente durante décadas. Las películas en rollo popularizaron el uso casual por parte de los aficionados. A mediados del siglo XX, los avances hicieron posible que los aficionados tomaran fotografías en color natural y en blanco y negro. La introducción comercial de las cámaras digitales electrónicas basadas en ordenadores en la década de 1990 revolucionó rápidamente la fotografía. Durante la primera década del siglo XXI, los métodos fotoquímicos tradicionales basados en películas fueron cada vez más marginados a medida que se apreciaban ampliamente las ventajas prácticas de la nueva tecnología y se mejoraba continuamente la calidad de imagen de las cámaras digitales de precio moderado. Especialmente desde que las cámaras se convirtieron en una característica estándar de los teléfonos inteligentes, tomar fotografías (y publicarlas instantáneamente en línea) se ha convertido en una práctica cotidiana omnipresente en todo el mundo 10/02/2024 Imagen 3

14/04/2025

Dios proveerá.

07/04/2025

24/03/2025

“El Paso Que Cambió Todo”

María siempre había soñado con tener su propio negocio de postres. Desde niña, le encantaba hornear, pero nunca se atrevió a dar el paso porque pensaba que no tenía el dinero ni el talento suficiente.

Un día, mientras veía un video motivacional en redes, escuchó una frase que le quedó grabada: “El primer paso no tiene que ser perfecto, solo tiene que darse”. Algo en ella despertó. Fue a su cocina, preparó unas galletas de chocolate y decidió venderlas en su barrio.

Al principio, solo sus vecinos le compraban, pero poco a poco, el boca a boca hizo su trabajo. María empezó a publicar sus postres en redes, y en menos de un año, ya tenía una clientela fiel. Hoy, su pequeño negocio se ha convertido en su principal fuente de ingresos, y lo mejor de todo es que hace lo que ama.

Moraleja: No esperes a tenerlo todo resuelto para comenzar. A veces, el simple hecho de dar el primer paso es lo que abre las puertas a algo grande.

Si tienes un sueño, atrévete. ¡Dios ya puso en ti lo que necesitas para lograrlo!

23/03/2025

… No importa cuántas veces me caiga, yo me voy a levantar y lo voy a intentar otra vez.

Con esa mentalidad, empezó a enfocarse más en mejorar su contenido en vez de compararse con los demás. Aprendió nuevas técnicas, jugó con tendencias y, sobre todo, le puso su toque auténtico. Aunque los resultados no llegaron de una vez, poco a poco la gente comenzó a notar su esfuerzo.

Un día, sin esperarlo, uno de sus videos se hizo viral. En menos de 24 horas, miles de personas lo compartieron, comentaron y la siguieron. Lo que parecía imposible, por fin estaba pasando. Pero lo mejor no fue la fama repentina, sino que ese momento le confirmó algo: nunca se trató de suerte, sino de constancia, fe y confianza en sí misma.

Desde ese día, cada vez que sentía dudas, se recordaba: “El éxito no llega de un día pa’ otro, pero cada intento me acerca más.” Y así fue como Laura pasó de dudar de su talento a convertirse en una inspiración para muchos.

La moraleja es simple: si tienes un sueño, no dejes que las dificultades te hagan soltarlo. Cada esfuerzo que haces hoy es un paso más cerca de lograrlo. ¡No te quites!

21/03/2025

•La Receta de la Esperanza”

Sofía siempre había soñado con ser chef. Desde niña, el aroma del pan recién horneado en casa de su abuela la hacía imaginar un futuro en el que compartiría su amor por la cocina con el mundo. Pero la vida tenía otros planes.

A los 24 años, perdió a su madre, su mayor apoyo. La tristeza la envolvió y, con ella, vinieron las dudas: ¿valía la pena seguir? Su pequeño negocio de postres apenas generaba ingresos, y las deudas se acumulaban. Cada intento por salir adelante parecía fallar.

Una tarde, mientras veía fotos antiguas, encontró una nota que su madre le había dejado en una vieja libreta de recetas:
“Hija, cuando todo parezca perdido, cocina con amor. La vida es como una receta: a veces parece que los ingredientes no encajan, pero si sigues con paciencia, al final todo cobra sentido.”

Con lágrimas en los ojos, decidió intentarlo una vez más. Comenzó a grabar sus recetas y compartirlas en redes sociales, no con la intención de vender, sino de inspirar. Poco a poco, la gente empezó a notar su pasión. Un video se hizo viral. Luego otro. Y otro más.

Hoy, Sofía tiene su propia cafetería, un espacio donde cada platillo lleva el ingrediente más importante: la esperanza. A veces, la vida nos rompe, pero si seguimos adelante, podemos crear algo aún más hermoso con los pedazos.

✨ Si estás pasando por un momento difícil, no te rindas. Dios tiene una receta especial para ti. 🙏💛

21/03/2025

🙏🙏

20/03/2025

El Panadero de la Esperanza

En un pequeño pueblo, vivía don Manuel, un panadero de 65 años que llevaba más de cuatro décadas horneando pan en su humilde negocio. Cada madrugada, antes de que el sol asomara, encendía el horno y amasaba con paciencia, asegurándose de que cada pieza tuviera el toque perfecto de amor y dedicación.

Sin embargo, con el tiempo, su salud empezó a deteriorarse y las ventas disminuyeron. Muchos preferían comprar en las grandes tiendas de la ciudad, donde todo era más rápido y barato. Aun así, don Manuel nunca dejó de abrir su panadería.

Un día, al salir a barrer la entrada, encontró a un niño descalzo mirando fijamente los panes en la vitrina. Sus ojos reflejaban hambre y tristeza. Sin pensarlo, don Manuel tomó un pan recién horneado y se lo entregó con una sonrisa. “Aquí tienes, hijo. Recuerda que siempre hay esperanza.”

El niño, sorprendido, tomó el pan con lágrimas en los ojos y corrió a casa. A partir de ese día, don Manuel empezó a dejar un pan cada mañana en la puerta de varias casas humildes del pueblo. Aunque apenas tenía para él, nunca dejó de compartir.

Los años pasaron y la panadería cerró cuando don Manuel ya no pudo seguir trabajando. Sin embargo, un día, cuando creía que su legado estaba olvidado, el pueblo entero se reunió frente a su casa. Al frente de la multitud estaba un hombre joven con un traje elegante. Era el niño al que años atrás había regalado pan.

—Don Manuel —dijo el joven con emoción—, usted me enseñó el verdadero valor de la generosidad. Gracias a su bondad, logré salir adelante y ahora soy dueño de una cadena de panaderías. Pero no olvido mis raíces. Hoy, en nombre de todo el pueblo, quiero reabrir su panadería y que usted sea el maestro de los nuevos panaderos.

Con lágrimas en los ojos, don Manuel miró a su alrededor y vio a tantas personas que alguna vez habían probado su pan, su bondad y su amor. En ese momento, entendió que, aunque había pasado dificultades, todo lo que había dado con el corazón había regresado multiplicado.

Porque la verdadera riqueza no está en lo que acumulamos, sino en lo que compartimos.

19/03/2025

Dios proveerá!

19/03/2025

Agradece todos los días a Dios si siempre tienes el pan de cada día, comenta AMÉN si estás agradecido con Dios por todo.

18/03/2025

Que en tu mesa y en la mía nunca les falte el pan de cada día.