
27/07/2025
EL SALARIO MINIMO ANTES Y AHORA
Durante décadas, el salario mínimo en México fue una burla. Los gobiernos neoliberales lo mantuvieron deliberadamente bajo con el argumento de “controlar la inflación” y “proteger la competitividad”. Pero lo único que lograron fue empobrecer a millones de trabajadores. El sueldo no alcanzaba ni para lo más básico: comida, renta, transporte. Incluso hubo años en los que el salario mínimo perdía poder adquisitivo y la canasta básica se volvía un lujo.
Mientras el pueblo se apretaba el cinturón, los de arriba se llenaban los bolsillos. Grandes empresas obtenían ganancias millonarias pagando sueldos miserables. El salario mínimo era una herramienta de explotación disfrazada de política económica. Y lo peor: muchos decían que no se podía cambiar, que era “lo normal”, que así funcionaba la economía.
Hoy, con la Cuarta Transformación, el salario mínimo ha recuperado su dignidad. Se ha duplicado en términos reales desde 2018, pasando de $88.36 a más de $248 pesos diarios (y más en la frontera). Por primera vez en décadas, se gobierna pensando en el trabajador, no en los patrones. Aumentar el salario no destruyó la economía como decían, al contrario: activó el consumo interno, redujo la pobreza laboral y devolvió esperanza. Porque un país que paga bien, es un país que se respeta.