16/09/2025
Hace exactamente un año, millones de mexicanos se reunieron frente a sus pantallas y plazas para presenciar el último Grito del mejor presidente de la historia, Andrés Manuel López Obrador. Fue un momento histórico y emotivo, no solo porque cerraba un ciclo de celebraciones patrias bajo su mandato, sino porque simbolizaba la culminación de años de trabajo por la recuperación de la soberanía, la justicia social y la dignidad del pueblo mexicano. Durante su gobierno, cada Grito no fue simplemente un acto protocolario, sino una expresión del poder del pueblo, de la unidad nacional y de la reafirmación de nuestra independencia económica, política y cultural. Aquella noche, las luces, los fuegos artificiales y el clamor de millones de ciudadanos fueron un recordatorio de que México pertenece a su gente, y que cada celebración patriótica es también una reivindicación de los derechos y la historia de todos.
Hoy, 15 de septiembre de 2025, la historia se vuelve a escribir: por primera vez en la historia de México, será una mujer quien dé el Grito desde la presidencia. Esto no es solo un acto protocolario, es un símbolo profundo de inclusión, justicia y cambio. La primera presidenta que encabezará esta ceremonia representa la fuerza del pueblo, la igualdad de género y la continuidad de la Cuarta Transformación, mostrando que México avanza y reconoce el papel de la mujer en la política, la sociedad y la historia nacional.
El Grito de Dolores sigue siendo la voz del pueblo, pero hoy adquiere un nuevo significado: unidad, inclusión y soberanía. La bandera ondeará más fuerte que nunca, los fuegos iluminarán las plazas y millones de mexicanos recordarán que cada grito patriótico es un recordatorio de nuestra independencia, nuestra lucha histórica y nuestro compromiso con un país más justo.