Infección Cultural

Infección Cultural "Infección Cultural"
Donde la música suena, el cine vibra, las teorías explotan y el terror acecha. Arte, calle y cultura alternativa en cada esquina.

INFECCIÓN RADIO LUNES A VIERNE 9PM mx
Esmeralda Fuentes Vargas
Del Barrio a la Cancha
Mr Venom

10/09/2025

🕉️ Agartha: la academia secreta del Himalaya que nunca existió (o eso dicen)

“El mundo es grande y terrible, y hay más cosas en él de las que sueña tu filosofía.” — William Shakespeare

En lo más alto del Himalaya, donde la nieve se vuelve eterna y la niebla cubre secretos, se dice que existió Agartha: un reino oculto, subterráneo o interdimensional. Algunos lo mezclan con Shambhala, otros con la mítica Tierra Hueca. Dentro de esa niebla surge una historia que obsesiona a místicos, conspiranoicos y buscadores de verdades imposibles: la Academia Secreta de los Himalayas, una escuela mítica donde los grandes maestros de la humanidad habrían aprendido los misterios del universo.

📚 El origen de la leyenda

El mito de Agartha no viene de ningún pergamino tibetano confirmado. Nació en Europa a finales del siglo XIX, cuando escritores como Louis Jacolliot y Alexandre Saint-Yves d’Alveydre mezclaron retazos de budismo tibetano, cuentos de viajeros y su propia imaginación para dar forma a un reino subterráneo, lleno de sabios inmortales y tecnología mágica. Después, aventureros como Ferdynand Ossendowski reforzaron la historia describiendo civilizaciones ocultas bajo la tierra, entradas secretas en el Himalaya y conspiraciones globales. Pero nunca hubo pruebas.

🕉️ La escuela imposible

El cuento dice que en este “Agartha Lyceum” habrían estudiado figuras como Jesucristo, Buda, Pitágoras, Platon , Hermes Trismegisto y Lao Tse. Que allí aprendieron a sanar, a meditar hasta fusionarse con la nada, a manipular energías divinas y a reescribir la historia secreta de la humanidad. Un currículum que incluía el “Lenguaje de los Pájaros”, la Teurgia Cósmica y la alquimia interna para mover universos.

Suena hermoso. También suena a un cóctel de esoterismo, orientalismo mal entendido y fantasías de exploradores occidentales obsesionados con Oriente como tierra de misterios listos para ser saqueados.

🏔️ Shambhala, Kailash y la verdad detrás

¿Hay algo real? Lo único que se acerca es Shambhala, un reino mítico del budismo tibetano: no es una escuela secreta física, sino un estado espiritual, una utopía de conciencia pura. También está el Monte Kailash, considerado morada de Shiva y punto sagrado para hindúes, budistas y jainistas. Ningún texto canónico o arqueología seria respalda túneles, maestros inmortales o universidades ocultas ahí.

🔍 El encanto de la conspiración

Como todo mito esotérico, Agartha sigue vivo porque responde a un deseo: creer que hay una puerta oculta para huir de la mediocridad del mundo. Que hay sabiduría enterrada. Que tal vez, cuando todo se vaya al carajo, los guardianes de Agartha abrirán sus portales para salvar a unos cuantos “elegidos”.

Spoiler: ningún Dalái Lama, ningún arqueólogo y ningún texto original ha mostrado nunca un mapa ni un rastro serio. Todo queda en libros de ocultismo, relatos de viaje inflados y foros conspiranoicos.

🗝️ ¿Creer o no creer?

Agartha es un símbolo. Una narrativa que mezcla miedos y esperanzas. Un buen argumento para cuentos, rol, cómics o películas, pero no para tomarlo como historia real.

Mientras tanto, la puerta mágica sigue cerrada. O tal vez solo existe adentro, donde cada quién guarda su reino secreto.

“No busques fuera lo que habita en tu interior.” — Rumi

El Club de la Pelea Digital: de la depresión al espectáculo“La peor forma de esclavitud es aquella en la que las cadenas...
03/09/2025

El Club de la Pelea Digital: de la depresión al espectáculo

“La peor forma de esclavitud es aquella en la que las cadenas son invisibles y parecen placer.” — Aldous Huxley

El club de la pelea ya no está en sótanos húmedos ni en bares clandestinos. Hoy, la verdadera batalla se libra en la pantalla de tu celular: entre el scroll infinito, los algoritmos que deciden si existes o no, las apps de consumo que vacían tu cartera y los falsos gurús que venden libertad en conferencias carísimas.
La depresión que carcomía al narrador de Edward Norton en 1999 ahora es la depresión digital: no dormir por estar pegado a Instagram o TikTok, sentirte menos porque tu foto no alcanzó likes, anestesiar el vacío con compras exprés en Amazon o Temu.

El insomnio moderno ya no nace de la oficina, sino del feed infinito.
La ansiedad ya no viene de un jefe, sino de un algoritmo.
Y la falsa identidad ya no se compra en Ikea, sino en Mercado Libre.

Guy Debord lo explicó en La sociedad del espectáculo: todo lo vivido se ha convertido en representación. El sujeto moderno no vive: postea. No experimenta: sube stories. No se rebela: compra la camiseta de la rebeldía en Amazon.

En ese terreno, los nuevos falsos profetas —Tematch, Dreyfus, un Chicharito jugando a gurú motivacional— toman el discurso original de Fight Club y lo vacían para venderlo como mercancía. Hablan de “pelear contra tu yo débil”, de “ganar la batalla interna”, de “ser tu mejor versión”. Pero eso no es Tyler Durden. Eso es el sistema disfrazado de coach, es el cáncer de los influencers que predican autenticidad mientras firman contratos con sponsors.

El Tyler Durden del 2025 no debería tener micrófono de diadema ni millones de views. Debería recordarte:
“No eres tus followers, no eres tus reels, no eres tu carrito en Amazon. Eres el vacío que intentan venderte como éxito.”

La paradoja es que incluso la anarquía fue absorbida. Fight Club ya es hashtag en TikTok, ya es estética vendida en playeras, ya es frase de motivador de Instagram. La rebeldía que quería dinamitar al sistema terminó convertida en mercancía premium.

El club de la pelea moderno no libera: esclaviza. Sus reglas no las dicta Tyler Durden, las dicta un algoritmo. Su escenario no es un sótano húmedo, sino una pantalla que nunca se apaga. Y su resultado es siempre el mismo: más vacío, más dependencia, más depresión digital.

— Mr. Venom / Infección Cultural Deportes

“La verdadera prisión es la que construimos con nuestras propias pantallas.” — William Gibson

¿Dónde está Gotham en la vida real?“The city is not a concrete jungle, it is a human zoo.” – Desmond Morris(“La ciudad n...
28/08/2025

¿Dónde está Gotham en la vida real?

“The city is not a concrete jungle, it is a human zoo.” – Desmond Morris
(“La ciudad no es una jungla de concreto, es un zoológico humano.”)

Mr. Venom – Infección Cultural



Gotham no aparece en los mapas oficiales, pero todos hemos recorrido sus calles húmedas y escuchado el eco metálico de sus rascacielos. Es una urbe que respira corrupción, desigualdad y crimen; un monstruo urbano que parece real porque está hecho con pedazos de ciudades verdaderas. Gotham no es una coordenada: es un espejo oscuro de la modernidad.

Nueva York, el corazón original

La raíz del mito nace en Nueva York. Desde el siglo XIX, el escritor Washington Irving la apodó “Gotham” en tono burlón. Bob Kane y Bill Finger tomaron ese mote para bautizar la ciudad de Batman. Y tiene sentido:
• Sus rascacielos y densidad urbana son idénticos a los de Manhattan.
• Su mosaico cultural refleja la misma tensión entre riqueza desmedida y pobreza brutal.
• La sombra de la mafia en los años 30 y 40 impregna la ciudad de un aura criminal.

Chicago, la herida industrial

Christopher Nolan llevó su trilogía a Chicago, y no fue casualidad. Ahí la corrupción policial, los puentes de acero y la herencia de Al Capone la convirtieron en la Gotham perfecta. La violencia urbana de los años 20 y 30 sigue latiendo en sus calles.

Ecos de Newark, Detroit y Pittsburgh

Gotham es también un collage:
• Newark aporta los puertos oscuros y el aire mafioso.
• Detroit le da el abandono de fábricas cerradas y barrios desolados.
• Pittsburgh prestó su piel industrial en The Dark Knight Rises, con estadios y puentes que reforzaron el espíritu obrero de la ciudad.

Gotham, un mito urbano

DC la ubica en la costa este, casi siempre en Nueva Jersey, al sur de Metrópolis. Pero la verdad es que Gotham no necesita un mapa. Es un arquetipo: el miedo urbano, la corrupción política, el crimen organizado y la desigualdad convertidos en paisaje. Gotham está en cada gran ciudad que guarda cicatrices bajo el concreto.



“La noche es más oscura justo antes del amanecer. Y yo les prometo: el amanecer llegará.” – Harvey Dent (The Dark Knight)

Las penas del joven Werther en la era digital: amores falsos entre Instagram, TikTok y OnlyFans✍️ Por Mr. Venom“El hombr...
23/08/2025

Las penas del joven Werther en la era digital: amores falsos entre Instagram, TikTok y OnlyFans

✍️ Por Mr. Venom

“El hombre se crea sufrimientos reales a partir de ilusiones.”
— Goethe

En el siglo XVIII, Goethe retrató en Las penas del joven Werther a un muchacho destruido por el amor idealizado, incapaz de diferenciar entre el deseo romántico y la realidad. Esa novela epistolar se convirtió en símbolo de una generación. Hoy, dos siglos después, las mismas penas sobreviven —pero disfrazadas de filtros, likes y suscripciones premium.

El “joven Werther digital” no suspira por Carlota en un jardín, sino por una influencer en Instagram, una streamer en Twitch o una creadora de OnlyFans. Su dolor no nace de cartas escritas a mano, sino de mensajes dejados en visto, de historias que desaparecen a las 24 horas y de corazones virtuales que nunca se traducen en cercanía real.

La ilusión fabricada

En la novela, Werther confunde la imagen que él mismo construye de Carlota con la mujer real. En nuestro tiempo, ese espejismo se multiplica por mil. Instagram nos vende cuerpos editados y vidas perfectas. TikTok ofrece amores fugaces de 30 segundos. OnlyFans transforma la intimidad en mercancía. El sujeto contemporáneo se engancha no con una persona, sino con una representación curada para consumir, igual de inalcanzable que la Carlota de Goethe.

La adicción al reflejo

Werther no podía soltar a Carlota; hoy, los algoritmos hacen que tampoco podamos soltar el celular. El feed infinito alimenta la obsesión, generando un ciclo de esperanza y frustración. Cada notificación es una carta, cada like es una falsa promesa de correspondencia. La dopamina sustituye al amor.

El Werther 2.0

Si Goethe escribiera hoy, su protagonista probablemente acabaría atrapado en un loop: entre reels románticos y DM ignorados, entre pagos de suscripción y confesiones en Twitter. Las lágrimas ya no mojan papel, se escriben en hilos, se graban en TikToks llorando en el espejo, o se ocultan tras memes de desamor compartidos en close friends.

¿Hay salida?

Goethe dejó a Werther sin escapatoria. Pero quizá el Werther contemporáneo aún puede despertar. El desafío es dejar de idealizar pantallas, reconocer que los vínculos digitales rara vez equivalen a intimidad verdadera, y aprender a construir afectos en la imperfección de la vida real.



“Nada muestra mejor la debilidad del hombre que el afán por aquello que no puede tener.”
— Goethe

El espectro de los intereses políticos en la cancha“El infierno está vacío y todos los demonios están aquí.” – William S...
21/08/2025

El espectro de los intereses políticos en la cancha

“El infierno está vacío y todos los demonios están aquí.” – William Shakespeare



El fútbol debería ser pasión, identidad y barrio. Sin embargo, lo que vimos en Avellaneda contra los hinchas chilenos revive las imágenes más brutales que alguna vez marcaron al Estadio Corregidora en Querétaro. Dos escenarios distintos, dos países diferentes, pero un mismo guion: la deshumanización hecha espectáculo.

En Avellaneda, el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y la Universidad de Chile terminó en una verdadera cacería. Según los primeros reportes, más de 100 hinchas chilenos fueron detenidos, al menos 10 resultaron gravemente heridos, y uno de ellos pelea por su vida en terapia intensiva. Los videos muestran escenas de violencia planificada: barrabravas argentinos atacando por los laterales e inferiores del estadio, arrinconando a los visitantes sin salida.

La brutalidad no se limitó al golpe: hinchas chilenos fueron despojados de su ropa y pertenencias, humillados en el suelo, tratados como botines de guerra. La imagen recuerda al Corregidora, donde cuerpos inertes circulaban en redes como si fueran trofeos de ejecución.

La chispa y el vacío de seguridad

Lo mismo en México que en Argentina: la bronca inicial nació en la tribuna visitante. En Querétaro fueron los hinchas del Atlas los que comenzaron la provocación; en Avellaneda, la mecha la encendió la U. de Chile con los primeros golpes y objetos lanzados.

Pero lo que pudo haber quedado en un cruce de barras terminó convertido en masacre por un denominador común: la inexistencia de un operativo de seguridad real. En ambos escenarios, la policía y la seguridad privada brillaron por su ausencia, observando pasivamente cómo se desataba la violencia en lugar de contenerla. La cancha quedó servida para la emboscada.

La policía como espectadora de la masacre

En Querétaro fue un policía mirando su celular mientras la emboscada avanzaba. En Avellaneda, la historia se repite: la seguridad privada colapsó, la policía intervino tarde y, en muchos casos, solo miró. Todo en un partido de riesgo anunciado. La inacción no fue casualidad: fue complicidad.

Barras demonizadas, política intocable

Los medios vuelven a soltar el libreto: “la violencia de las barras”. Pero el trasfondo es más pesado. En México, el resultado fue claro: tras la masacre, la familia Hank recuperó el Querétaro FC, como si todo hubiese sido un golpe orquestado. En Avellaneda, mientras criminalizan al hincha, el poder real se mueve en dos frentes:
• La política local, con las internas del peronismo y el calendario electoral que pone a Avellaneda en el centro de la pelea bonaerense.
• La política del club, con Independiente acercándose a elecciones y una barra que históricamente funcionó como brazo de presión entre candidatos y dirigencia.

Las barras se convierten en chivos expiatorios, carne de cañón útil para quienes operan desde arriba. Los intereses nunca aparecen en las tapas, pero son los que mandan.

Fin de los viejos códigos: barras como sicarios

Lo más grave es cómo la violencia dejó de responder a los viejos códigos de barra brava. Antes, el aguante se probaba en la tribuna, con cánticos, banderas y choque cuerpo a cuerpo. Ahora, lo que se ve es otra cosa: grupos que actúan como sicarios, con odio desmedido, golpes dirigidos a matar, despojo de ropa como ritual de humillación.

Es la profesionalización de la violencia, sin códigos, sin límites. Una forma de operar que beneficia a los de arriba, porque cuanto más sanguinaria es la escena, más fácil resulta justificar el control político y mediático sobre la tribuna.



Me Venom – Infección Cultural Deportes

“Quien lucha con monstruos debe tener cuidado de no convertirse él mismo en monstruo.” – Friedrich Nietzsche

Buscando a la verdadera sociedad de los Kingsman: ¿mito o realidad?“El secreto no es un castillo de puertas cerradas, si...
13/08/2025

Buscando a la verdadera sociedad de los Kingsman: ¿mito o realidad?

“El secreto no es un castillo de puertas cerradas, sino la llave que no todos tienen.”

— Me Venom - Infección Cultural



Desde las pantallas del cine hasta las páginas de los cómics, Kingsman representa la fantasía definitiva de las sociedades secretas: caballeros modernos con trajes impecables, gadgets futuristas y misiones globales para salvar al mundo sin que nadie lo sepa. Pero, ¿qué hay detrás de esta imagen? ¿Existe en la realidad alguna organización que pueda ser la verdadera inspiración —o el equivalente— de estos guardianes encubiertos?



El sueño de una sociedad como Kingsman

En el imaginario colectivo, la idea de un grupo selecto, elegante y poderoso que actúe en las sombras, mezclando honor, inteligencia y acción letal, es irresistible. Esta figura ha existido desde las órdenes medievales hasta las redes contemporáneas de poder. Sin embargo, las organizaciones reales nunca han logrado aunar estilo, tecnología avanzada y un código ético impecable como los Kingsman.



De los Caballeros Templarios a la Masonería: las raíces del mito

La historia comienza con los legendarios Caballeros Templarios, guerreros monásticos que protegían a peregrinos y poseían una red financiera y de inteligencia que revolucionó su época. Su desaparición dejó un vacío que más tarde fue llenado simbólicamente por la masonería, con sus rituales secretos, jerarquías y miembros ilustres.

Ambas sociedades emanan misterio y poder, pero no operan con la dinámica ágil y encubierta de un servicio de inteligencia ni con la sofisticación tecnológica que la ficción atribuye a los Kingsman.



El espionaje real: MI6 y CIA, los Kingsman gubernamentales

Cuando hablamos de misiones encubiertas y gadgets de alta tecnología, las agencias de inteligencia como el MI6 o la CIA son las más cercanas a la realidad. Son organizaciones reales, con recursos ilimitados y agentes entrenados para operar globalmente.

Sin embargo, la realidad es menos glamorosa que la ficción: burocracia, limitaciones legales y supervisión gubernamental restringen su libertad operativa, a diferencia del libre albedrío caballeresco que Kingsman representa.



Sociedades universitarias y élites ocultas

En el ámbito académico, sociedades como Skull and Bones en Yale o el Círculo Cambridge han sido semilleros de influencia política y social, reuniendo a futuros líderes en un círculo exclusivo. Sin embargo, su poder radica más en la política y las conexiones que en la acción encubierta o la defensa directa del orden mundial.



La verdadera sociedad Kingsman: ¿una mezcla imposible o una realidad oculta?

La verdadera esencia de Kingsman podría estar en organizaciones híbridas que mezclan tradición, influencia política y cierto nivel de secretismo, pero que se mantienen ocultas al público general. Existen teorías conspirativas que sugieren la presencia de “guardianes invisibles” más allá de los gobiernos, pero la ausencia de pruebas sólidas convierte ese concepto en un mito contemporáneo.

La fascinación por estas sociedades responde a una necesidad humana profunda: creer que alguien, en algún lugar, protege el equilibrio del mundo cuando nosotros no podemos verlo.



Conclusión

La sociedad secreta real que funcione como los Kingsman es probablemente una construcción entre la historia, el espionaje y la ficción. En la vida real, el misterio, el poder y la elegancia están dispersos en distintas organizaciones, pero jamás reunidos en una sola.

Quizá la verdadera sociedad Kingsman esté en la delgada línea entre mito y realidad, en el deseo colectivo de creer que existen guardianes invisibles del mundo.



“En un mundo sin héroes visibles, la sombra es el mejor escudo.”
— Me Venom - Infección Cultural Deportes

Plástico y nostalgia: la tiranía de los Funko Pop!“En un mundo de plástico y sueños reciclados, somos coleccionistas de ...
08/08/2025

Plástico y nostalgia: la tiranía de los Funko Pop!

“En un mundo de plástico y sueños reciclados, somos coleccionistas de nosotros mismos.”
— Jean Baudrillard

Mr. Venom — Infección Cultural Deportes



Introducción

Se suponía que era un juguete barato: una cabeza gigante, ojos vacíos y un pedazo de vinilo destinado al olvido. Pero algo cambió. Hoy, los Funko Pop! son pequeños altares: muñecos que cristalizan culturas —pop, nerd, retro— clavados en vitrinas y cuentas de Instagram. Son íconos empaquetados en nostalgia, pero también el símbolo de un negocio que se alimenta del deseo y se viste de edición limitada.



1. Origen y expansión viral

Funko nació en 1998 como una empresa de bobbleheads retro, pero todo explotó en 2010 con la línea Pop! Vinyl, presentada en la San Diego Comic-Con. Desde entonces, consiguió más de 8,500 licencias oficiales —Marvel, Disney, videojuegos, deportes, música— y se volvió la moneda global de coleccionistas. Cada evento geek se convierte en un campo minado de exclusivas, variantes y prototipos que valen tanto como una entrada VIP.



2. Récords de coleccionismo y precios astronómicos
• Colección más grande: Paul Scardino (Virginia, EE. UU.) ostenta el Récord Guinness con 8,002 figuras diferentes (3 de diciembre de 2023).
• Funko más caro jamás vendido:
• Willy Wonka & Oompa Loompa Golden Ticket 2-Pack, exclusivo SDCC 2016. Solo 10 unidades producidas. Se vendió por 210,000 USD en 2023.
• Clockwork Orange Alex DeLarge (Glow-in-the-Dark Chase): valuado en 60,000 USD. Solo se produjeron 24 y la mayoría fue destruida.
• Freddy Funko como Tony Stark (Metallic), limitado a 12 piezas, vendido por 43,000 USD en 2022.
• Otras ventas legendarias: Freddy Funko como Buzz Lightyear (~35,000 USD) y Boo Berry Glow-in-the-Dark (~32,000 USD).



3. El mercado pirata: el infierno de los “rubios”

En Latinoamérica, Asia y plataformas clandestinas, florecen Funkos falsificados: imitaciones tan exactas que engañan a novatos. Cajitas impresas con máquinas caseras, stickers Comic-Con clonados, números de serie copiados o inexistentes. Se venden a mitad del precio real, pero el riesgo es perder el dinero y, sin saberlo, revender un fake.

Los Funko Hunters —revendedores especializados— acaparan ediciones exclusivas y luego las revenden a precios inflados, alimentando un ciclo de hype, especulación y decepción.



4. Mini guía para detectar un Funko falso
• Número de serie grabado o estampado en la caja o base.
• Pintura limpia, sin manchas ni rebabas.
• Caja bien impresa: colores vivos, sin errores ortográficos.
• Logos y licencias visibles de la franquicia o convención.
• Verificación en Funko App o Pop Price Guide.
• Desconfianza ante precios por debajo del retail oficial.



5. La trampa emocional

No compramos muñecos: coleccionamos pedazos de nosotros mismos. Cada Funko es un recuerdo encapsulado. Funko vende esa ilusión una y otra vez, lanzando nuevas variantes y ediciones limitadas. Es un ciclo que convierte tu estante en un museo personal y tu cartera en su mina de oro.



“No coleccionamos cosas. Nos coleccionamos a nosotros mismos, trozo a trozo, caja a caja.”
— Don DeLillo

🎧 El hooligan del funk“La música es el verdadero aliento del alma: no hay máscara que resista a un buen ritmo.”— Milan K...
06/08/2025

🎧 El hooligan del funk

“La música es el verdadero aliento del alma: no hay máscara que resista a un buen ritmo.”
— Milan Kundera

Mr. Venom – Infección Cultural Deportes

Cuando Jamiroquai apareció en la escena británica, no parecía un músico funk. Parecía un hincha del QPR a punto de meterse a un pub después del partido. Con su camisa tipo polo, pants de línea noventera, chaquetas deportivas, gorros imposibles y botas o sneakers de terrace culture, Jason Kay encarnaba la figura del casual hooligan: ese estilo de vestir limpio pero agresivo, underground pero sofisticado, muy de las gradas británicas, muy de la calle. Pero apenas abría la boca, se soltaba el groove. Y lo que salía era Stevie Wonder con acento de Londres, era Marvin Gaye tras una noche de rave.

Jamiroquai no solo revivió el funk en una década donde reinaban el grunge, el britpop y el hip hop naciente. Lo transformó. Le metió acidez, conciencia ecológica, baile de salón con zapatilla urbana. Too Young to Die hablaba de guerra y muerte, pero sonaba a pista de patinaje. Virtual Insanity se adelantó a la paranoia digital con un beat suave y elegante. Y Cosmic Girl hizo que bailar fuera otra vez un viaje espacial sin despegar del club.

Jay Kay no era un soulman tradicional, era un explorador psicodélico con alma de conductor de Fórmula 1. Su obsesión por los autos se volvió sello visual, pero lo más potente siempre fue el sonido. En los bajos slappeados, los clavinets afilados y las líneas vocales llenas de falsete estaba el alma de los 70… pero envuelta en un cassette de 1997. Así logró que el funk volviera a sonar moderno, sin dejar de sonar real.

Y lo hizo sin disfraces. Nada de trajes brillantes ni imitaciones baratas de los setenta. Lo hizo con su gorra de explorador, sus chaquetas tipo adidas vintage, su flow de chico problema que se metía en peleas y en festivales por igual. Hizo del funk algo callejero y fino al mismo tiempo, algo para la pista, el tren, el estadio o la recámara. Su estilo fue irrepetible. Demasiado auténtico para clonarse.

Hoy Jamiroquai sigue sonando en listas de reproducción, en TikTok, en vinilos, en tiendas de ropa retro, en clubs y en oídos que reconocen la verdadera elegancia del ritmo. Jason Kay, el chico que parecía salido de una barra inglesa pero bailaba como heredero legítimo de James Brown, cambió el sonido de una generación con funk, actitud y clase.

“El verdadero genio no teme parecer excéntrico.”
— Aristóteles

Regresamos el lunes
31/07/2025

Regresamos el lunes

27/07/2025

Dirección

Mexico City

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Infección Cultural publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Categoría