14/11/2025
Dicen que hay conciertos que no solo se escuchan… se viven. Y ayer lo confirmé.
Desde que puse un pie en el Estadio Harp Helú, algo se sentía distinto. Era como si el aire vibrara con esa mezcla perfecta de nostalgia, emoción y locura que solo los Auténticos Decadentes saben provocar. ❤️🔥
La noche olía a fiesta, a cerveza fría, a recuerdos de juventud. Todos llegábamos con lo mismo en la cabeza: celebrar 30 años de un disco que marcó nuestras vidas. Tres décadas de Mi Vida Loca. Tres décadas de canciones que se volvieron abrazos, desahogos, gritos amigos, historias nuestras.
Cuando se apagaron las luces y sonaron los primeros acordes de La Guitarra, el estadio explotó. 🤟🎸
No importaba si la habías cantado a los 15, a los 20 o ayer mismo. Todos volvimos al mismo lugar.
Después llegó Diosa, y con ella ese coro gigante, casi celestial, que hizo retumbar el Harp Helú. ✨
Era la primera vez que ese recinto recibía un concierto así… y se sintió como si hubiera estado esperando este momento toda su vida.
Con El Murguero ya nadie estaba en su asiento 💃🕺; era imposible. La vibra, los brincos, el “¡tutututu!” cantado por miles… una locura colectiva que solo los Decadentes pueden lograr.
Hubo un momento —y siempre lo hay— en el que me detuve a mirar alrededor.
Vi gente abrazándose, gente llorando, parejas bailando pegadito, amigos saltando como si tuvieran 17 otra vez.
Y pensé: eso es la música… unir lo que el tiempo separa.
Esta noche no solo celebramos un aniversario. Celebramos memorias. Celebramos historia. Celebramos vida.
Gracias Auténticos Decadentes por crear un disco que no envejece.
Gracias México por cantar hasta quedarse sin voz.
Y gracias a esta “vida loca” por regalarnos noches que no se olvidan.
🎶❤️✨ Nos vemos en la próxima locura.